La ética en la comunicación

Soraya hablaba de la importancia de la coherencia en la definición de nuestro sistema de valores éticos y, de cara a esto, cómo manejarnos en nuestro entorno. “La importancia de la coherencia no para convencer sino para estar convencidos nosotros mismos de que lo que estamos haciendo es lo correcto, y lo mejor para el propósito definido”.

La audiencia de este encuentro era jóvenes profesionales de la comunicación, la publicidad y el periodismo, quienes pude notar participaban del mismo sin mayor ambición que escuchar y compartir algunos pensamientos iniciales sobre el tema. Salí del encuentro con la certeza de que sirvió de base para generar interés y profundizar la discusión en sus propios espacios de trabajo.

No podemos seguir dejando de lado un tema tan importante como la ética en el mundo de la comunicación. Debemos vincular a los jóvenes profesionales que ejercen la comunicación, ya sea desde el ámbito corporativo, gubernamental o en calidad de consultor a una reflexión conjunta sobre la importancia de por qué ser ético.

No podemos seguir normalizando acciones que se constituyen en prácticas inadecuadas en el ámbito corporativo, en los medios, en las salas de redacción, y en las agencias.

Se requiere el establecimiento de límites para hacer posible que, acciones que desbordan la ética y que hoy están casi o ya normalizadas, dejen de serlo.

En esta era de la posmodernidad, en donde la crisis de confianza en la información es cada vez mayor, y en donde muchos temas están sujetos a las oportunidades de las circunstancias, se hace crítico fortalecer en los nuevos profesionales la convicción de la dignidad de las personas por encima de cualquier interés particular.

Es un reto que debemos asumir todos y todas los que interactuamos con medios, supervisamos profesionales en el ámbito de las comunicaciones, negociamos con agencias y suplidores. Atender la criticidad del tema, y reforzar en los nuevos profesionales de la comunicación el compromiso con sus propios valores, es parte de nuestra responsabilidad individual como líderes del área.  

Enseñarles a no relativizar ni hacer selectiva la aplicación de la ética. Enseñarles la importancia de demarcar claramente, y para sí mismos, sus valores y a volver a estos de forma frecuente para adecuarlos y reforzarlos a medida que avancen en su desarrollo profesional.

Sigamos hablando de la ética en la comunicación. Generemos espacios de conversación y reflexión sobre la importancia de asegurar un comportamiento ético, incluso, para situaciones que todavía no estén contempladas en las leyes dominicanas, y que están tomando una relevancia ante el masivo acceso a la información dado por el incremento de las redes sociales y el uso de la tecnología.  

El reto empieza con cada uno de nosotros como líderes y profesionales con más experiencias que aquellos que inician este camino. El futuro nos lo agradecerá.