Por cada persona que decide no usar plástico de un solo uso, es un cliente que pierde la industria dominicana. El reto del sector, de cara al 2022, es reinventarse para tener una oferta de consumo para ese público y para las empresas que han modificado su forma de consumo. Cada día esta tendencia a nivel mundial va en aumento y en algún momento llegará a República Dominicana a través de una ley, como en otros países. ¿Está la industria local preparada para sobrevivir?
El viernes 13 está considerado por la personas supersticiosas como un día de mala suerte. Sin embargo, lo que sucedió el viernes 13 de julio de 2018 no fue producto de la suerte, sino de la acción de los ciudadanos dominicanos. El malecón de Santo Domingo amaneció lleno de toneladas de plástico. Ese día se produjo una imagen que nos enrostró el problema de este material que existe en República Dominicana y fuimos noticia internacional como el “zafacón del Caribe”.
Ese viernes 13 fue, literalmente, un viernes nefasto para el medio ambiente en República Dominicana. No obstante, solo se puso un rostro a las estadísticas que el país ha venido encabezando en los últimos años.
De los 30 países que más contaminan con plásticos a nivel mundial, per cápita, diez son de la región del Caribe, y República Dominicana es uno de ellos.
Según datos del Banco Mundial, Quisqueya es el cuarto país de América Latina que más desechos produce (1,08 kilogramos por día).
Países de América Latina que más desechos producen:
1- México 1,16 kg al día
2- Chile 1,15 kg/día
3- Argentina 1,14 kg/día
4- República Dominicana 1,08 kg/día
5- Brasil 1,04 kg/día
Fuente: Banco Mundial
Adicional a ser uno de los países que más desechos produce, estamos entre los países de América Latina que más plástico vierte al mar. Brasil encabeza la lista, con un 3.86 %; le sigue Guatemala, con 0.73 %; Haití ocupa la tercera posición, con 0.71 %; le sigue República Dominicana, con 0.64 %, Venezuela, con 0.61 %.
Según información del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, más de cuatro millones de desechos de plástico fueron recogidos en áreas costeras entre los años 2006 y 2012 en el Caribe.
Datos de 2020, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), reflejan que en República Dominicana se generan 88 mil toneladas de residuos de plástico al año, de las cuales apenas se gestionan unas 22 mil. Las industrias aprovechan a nivel interno los restos de insumos en los procesos de elaboración de sus productos.
Las consecuencias del plástico en los océanos son nefastas para la biodiversidad. Solo el uso de bolsas plásticas mata a más de un millón de aves marinas y 100 mil mamíferos anualmente.
¿Qué hacemos?
Eliminar el consumo de plástico de un solo uso, a gran escala, es casi imposible, por lo menos en República Dominicana. Primero, se tiene que concienciar a la población, educarla con relación a su uso y su manejo. Pero, ¿qué han hecho otros países?
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) revela que cinco billones de bolsas de plástico se utilizan anualmente y un millón de botellas de este material se compran por minuto. Si el consumo continúa igual, en 2050, cerca de 12 mil millones de toneladas de desechos plásticos invadirán los basureros y el mar, de acuerdo a la ONU.
Dependiendo del material del que sean fabricadas, las bolsas plásticas pueden tardar hasta 150 años en degradarse. La mayoría de las fundas son elaboradas de polietileno, un polímero derivado del petróleo, por lo que este material puede demorar más de 400 años en degradarse.
Sin embargo, desde hace décadas muchos países en el mundo han comenzado a tomar acción para reducir el consumo de plástico de un solo uso, específicamente las bolsas y los sorbetes.
No es de extrañar que Europa haya sido uno de los continentes donde sus países comenzaron a tomar acción frente a la situación prohibiendo el uso de bolsas plásticas.
En América Latina y las islas del Caribe, algunos países comenzaron a tomar acción. México fue uno de los primeros cuando en 2010 prohibió el uso de bolsas no biodegradables, a este se sumaron Colombia, Chile, Panamá, Argentina (solo en 4 provincias), Uruguay, Bahamas, Belice, Costa Rica, Guyana, Puerto Rico, San Vicente y las Granadinas, Islas Turcas y Caicos, Jamaica, Barbados, Dominica, Trinidad y Tobago.
En esta lista, por cierto, el gran ausente es República Dominicana.
¿Una oportunidad para las industrias?
Si bien en cierto que aún falta mucho por educar y concienciar, también es cierto que cada vez los ciudadanos toman más conciencia sobre el consumo de plástico de un solo uso. Ahora es más común ver que restaurantes no ofrecen sorbetes o los compran de papel. Que la comida para llevar la entreguen en una bolsa de papel y el uso de cajitas de cartón para empacar la comida.
Aunque para los supermercados ha sido cuesta arriba sacar las fundas plásticas, ya muchos consumidores compran sus bolsas reusables y esa tendencia va en aumento en República Dominicana. Negocios como Domex no entregan bolsa plásticas con sus paquetes, sino que el cliente debe comprar una bolsa de tela. Como este courier, son muchos los negocios que han sustituido las bolsas de plástico por papel o tela. Ante este panorama, las industrias se encuentran en el momento perfecto de aprovechar ese nicho que se abre y suplirlo, ya que si el consumidor no encuentra quien supla su demanda en República Dominicana, lo hará fuera.
Tal es el caso del restaurante Il Cappuccino. Su propietario, Claudio Paccagnella, estaba buscando una tapa que no fuera plástica para servir los helados para llevar, pero no encontró una opción en República Dominicana y terminó pidiéndolas a Italia.
Este mercado puede ser perfectamente cubierto por la industria dominicana, porque ahora sí llegó la hora de reinventarse.
El caso de Cappuccino es solo uno, ya que todos los días se cuentan historias de empresas y negocios que terminan haciendo sus pedidos fuera del país, como la tienda de trajes de baño Ozeano, que diseña bañadores con tela hecha de residuos de plástico. Esta tela para producir los trajes de baño la traen desde Colombia, cuando esto, perfectamente, se podría hacer en República Dominicana.
Antes de que Quisqueya se sume a la lista de países que están prohibiendo el uso de plástico de un solo uso, hay que tener una oferta en el mercado que le permita a la industria dominicana seguir a flote.
Obviamente, la industria dominicana tiene que hacer una inversión en maquinarias, además de que producir envases de materiales biodegradables que a veces resulta más costoso que hacerlo de plástico.
Si el gobierno se enfoca en este tema, podría dar exenciones de impuestos para la compra de maquinarias, lo que daría un impulso a la industria dominicana para renovarse.
El reto de la industria dominicana
La situación del plástico en este momento no es el mejor. La Asociación Dominicana de la Industria de Plástico (ADIPLAST) advirtió a principios de año que esa industria dominicana, la cual es responsable de generar el 6 % del PBI de la manufactura nacional, está enfrentando grandes desafíos.
Only Water, agua en cajas de cartón
En República Dominicana se consume alrededor de 1.2 millones de botellas de plástico al año, según datos de la ONU. La única opción para comprar agua en la calle en nuestro país eran las botellas de plástico, sin embargo, esa realidad cambió con la instalación de la planta de agua de Ly Company, que la distribuye en cartón.
“El cartón multicapas es el formato con menor huella de carbono, a lo largo de la vida del producto, es decir, desde extracción de materia prima, fabricación, llenado, transporte, y proceso de reciclaje”, afirma Joan Mella, Gerente de Sostenibilidad de Only Water, entrevistado por revista CONTACTO.
Joan, ustedes son una empresa pionera en el país en usar envases flexibles para la distribución de agua. ¿Por qué se decidieron por este tipo de envase y no por la tradicional botella plástica?
“Para nosotros es un honor ser la primera fábrica de agua en cartón de la República Dominicana, y de todo el Caribe y Centroamérica. Ly Company nació con una misión clara: reducir el impacto ambiental de los envases de un solo uso. Tras evaluar varios estudios de análisis de ciclo de vida, que comparaban el impacto de envases de un solo uso hechos a partir de distintos materiales, como plástico PET, vidrio, aluminio. Estos demostraron que el cartón multicapas es el formato con menor huella de carbono, a lo largo de la vida del producto, es decir, desde extracción de materia prima, fabricación, llenado, transporte, y proceso de reciclaje. Los ahorros que otorga nuestra envase permiten que consumidores y empresas reduzcan sus emisiones de carbono y contaminación plástica de manera significativa, contribuyendo con la mitigación del cambio climático y la preservación de nuestros ecosistemas. Por esto, es el envase que mejor se alinea con nuestro objetivo de proveer una solución sostenible”.
En términos de producción, ¿es más económico envasar el agua en botellas plásticas o envases de cartón?
“Creo que cuando se habla de producción, hay que tomar en cuenta todo lo causado por el proceso industrial en cuestión. Enfocarse solamente en el costo del producto final, ignora costos externos, como la contaminación. Aunque el consumidor no tenga que pagar estos costos directamente, a la larga, pagará las consecuencias de polución excesiva, o de un cambio climático acelerado. Cuando se toma en cuenta los costos internos (materia prima, costo de fabricación, etc.) y los costos externos, los envases de cartón son más económicos para la sociedad”.
¿Qué representa para ustedes como fábrica usar envases flexibles en términos de reducción de la huella de carbono?
“Este es uno de los factores más atractivos de nuestro envase. Aunque los números exactos varían, nuestro envase evita el 50% de las emisiones, comparado con un envase de plástico PET. Materiales como el vidrio y el aluminio, conllevan más de diez veces las emisiones de CO2 que nuestro envase”.
¿Ustedes creen que el futuro va hacia el uso de materiales biodegradables?
“Sin duda. Los efectos del cambio climático son cada vez más frecuentes y devastadores, por lo que se hace más difícil ignorar esta crisis. Las generaciones que fueron educadas desde jóvenes sobre esta situación, empiezan a convertirse en tomadores de decisión, y en consumidores de un mayor poder adquisitivo. Por esto, las empresas se aseguran cada vez más de ofrecer productos más sostenibles, que puedan satisfacer los nuevos valores ambientales de un segmento de consumidor que se ha multiplicado en la última década, y que tiende a mantener este crecimiento”.
Green Depot, desechables de yagua de palma
Green Depot es una pequeña fábrica de utensilios desechables biodegradables. Es la primera fábrica que produce platos, bandejas y cucharas de yagua de la palma real. Comenzaron haciendo platos para fiestas y ya se han diversificado por una variedad de al menos 10 productos.
“Nos decidimos por los desechables porque tenía un proceso de consumo muy grande, el estilo de vida que tenemos actualmente lo que va es en aceleración, vamos a estar constantemente consumiendo más en la calle, así que vimos que el desechable era el producto para poder sostener y escalar el modelo”, sostiene Porfirio Báez, presidente de Green Depot, entrevistado por CONTACTO.
Porfirio, ¿cómo les surgió la idea de fabricar desechables de yagua de palma?
“La idea nace en 2010 como una propuesta para suplir al mercado local de productos de consumo masivo ecológico, productos de importación. Comenzamos a ver las diferentes líneas de negocios que teníamos para entender qué era lo más factible desde nuestra experiencia, viendo los diferentes productos que podíamos ofrecer al mercado, nos decidimos por los desechables”.
¿Por qué se decidieron por la yagua?
“Nosotros habíamos visto y analizado diferentes materias primas como el almidón de maíz, almidón de papa, bagazo de caña y otras fibras naturales, pero habíamos visto comunidades asiáticas que estaban haciendo de manera artesanal desechables con fibras parecidas a la de la yagua de nosotros, viendo eso y analizando el producto, comparativamente y viendo las inversiones en cada uno de los diferentes tipos de productos que podíamos nosotros producir, pues vimos que por ahí era más viable”.
¿Hay suficiente materia prima en el país para sostener esta industria?
“Ese fue el siguiente paso, comenzamos todo el tema de entender dónde está la materia prima, donde está la palma real. Así que comenzamos a buscar la yagua e identificamos suficientes palmas disponibles para sustentar el cambio, de importación que era lo que hacíamos a fabricación de desechables, específicamente de palma. A partir de 2016 hasta el día de hoy, nos convertimos y pasamos de ser importadores de productos ecológicos a productores del primer desechable ecológico en República Dominicana y el Caribe”.
¿Cuánta variedad de productos tienen?
“Tenemos 10 variedades de envases desechables, incluyendo cucharas. Tenemos la facilidad de que podemos diseñar y crear cualquier modelo en tiempo récord. Esas son las bondades de tener un modelo de gestión ágil, que podemos buscarle la forma para que las cosas sucedan siempre que haya una factibilidad económica”.
¿El propósito de ustedes es sustituir los desechables de plástico?
“El propósito nuestro es ser una opción real y viable para el consumidor que quiere hacer un cambio en su consumo diario, en término de desechables. Nuestro producto es reusable, es lavable, promovemos que se utilice por lo menos tres veces, pero nosotros hemos hecho prueba de hasta 20 reusos y más. Y al final, cuando el producto por el uso, por la humedad, que llegó a su fin de vida útil, puede perfectamente romperlo en pedazos y ponerlo en su jardín y en 30 ó 45 días se va a degradar en forma de abono”.
Sustitución del plástico
IKEA
IKEA es una tienda sueca que llegó a República Dominicana en 2010. Desde su llegada al país esta tienda no ofreció alternativa a sus clientes, la única opción era usar una bolsa reusable o llevarse su compra en las manos.
Y desde enero de 2020, esta multinacional retiró los plásticos de un solo uso de sus tiendas.
“Si no se eliminan de manera responsable, los artículos de plástico de usar y tirar contaminan los ecosistemas. Como parte de nuestro compromiso con las personas y el planeta, tras un proceso gradual de retirada, en enero del 2020 ya no quedaba ningún producto de plástico de usar y tirar en nuestro surtido global de decoración del hogar. Los artículos de plástico de usar y tirar que ofrecemos en nuestros restaurantes, bistrós y cafeterías se sustituirán por artículos desechables más sostenibles”, afirma IKEA a CONTACTO.
Esta empresa ha ido más allá, puesto que IKEA se puso como meta para 2030 que todos los plásticos utilizados en sus productos procedan de materiales renovables o reciclados.
PriceSmart
El caso de otra trasnacional es PriceSmart, que desde marzo de 2019 sustituyó las bolsas plásticas desechables por bolsas reusables, uniéndose a una iniciativa que fue iniciada por la empresa en los clubes PriceSmart de Centroamérica y otros lugares del Caribe.
“Apoyando este esfuerzo, ayudamos a disminuir el consumo anual en el mundo de más de 3000 mil millones de bolsas plásticas que en su mayoría terminan en la basura contaminando vertederos, ríos y mares”, explica Karina Mañón, gerente regional de Mercadeo a CONTACTO.
Domex se une a la tendencia sin plástico
Domex es un ejemplo de una empresa local que decidió dejar de usar las bolsas plásticas y sustituirla por reusables, medida que tomaron a inicios del 2021.
Los clientes de Domex que necesiten de una bolsa para retirar sus paquetes deben comprar una bolsa reusable.
“Empezamos a sustituir las bolsas plásticas por las Domex Eco Bags que son reutilizables, ya que 1 bolsa ecológica reemplaza el uso de 500+ bolsas plásticas. Las mismas una vez se desechan toman un periodo de tiempo entre 150 y 1,000 años para su descomposición, impactando de manera drástica a nuestro planeta”, informó la empresa a través de un comunicado a CONTACTO.
Al igual que Domex, muchas empresas dominicanas han dejado de usar bolsas plásticas. Sin embargo, para los supermercados no ha sido tarea fácil y si bien el uso de bolsas reusables es opcional, no han podido hacer la transición debido a resistencia del público.
Aún República Dominicana no cuenta con una ley que prohíba el uso de plásticos de un solo uso, como es el caso de Chile, donde los supermercados y tiendas, en general, no pueden despachar mercancías empacadas en bolsas plásticas. ¿Estamos preparados en RD para subirnos al tren?
Nuvi, nueva vida para las botellas de plástico
La ONG Nueva Vida para los Residuos (NUVI), nace gracias al liderazgo de la Asociación de Industrias de República Dominicana (AIRD), que luego de implementar un proyecto de Economía Circular en al país con el apoyo del Laboratorio de Innovación de Banco Interamericano de Desarrollo (BID LAB), aglutinó a más de 20 empresas y organizaciones del sector empresarial para aportar soluciones a las necesidades medioambientales del país.
“Esta ONG ha iniciado con plástico como nuestro primer Sistema Integrado de Gestión de Residuos (SIG) en su primera etapa, pero ya estamos trabajando en otros sistemas que servirán para la recolección de otros materiales. Elegimos iniciar en el Distrito Nacional y algunas localidades aledañas, ya que en esta zona se concentra el 40% de residuos de plástico”, afirma Susy Aquino Gautreau, directora ejecutiva de NUVI a CONTACTO.
Susy, NUVI se encarga de colectar botellas que han sido usadas para darle una nueva vida. ¿A dónde van esas botellas de plástico?
“Van a otros destinos fuera de nuestro país donde se realiza el proceso de reciclaje. Nuestro objetivo es que este proceso de transformación de residuos pueda hacerse de manera local cuando la cantidad de volumen acopiado nos permita tener una planta en el país para procesarlos y entonces podremos hablar de un punto de equilibrio financiero que haga las operaciones autosostenibles”.
¿Qué se hace con las botellas luego de recolectadas?
“Actualmente, este material luego de recolectado se compacta en pacas para su exportación. Es comercializado y procesado internacionalmente, usado para fines de reciclado que en su mayoría se destina para hacer tela de polyester. Es importante indicar que estas operaciones no tienen rentabilidad económica en el presente, pero sí generan beneficios para nuestro medioambiente”.
¿Qué cantidad de botellas plástica recupera NUVI mensualmente?
“La cantidad varía mucho ya que depende de diversos factores que influyen en el acopio mensual de cada punto así como el aplastado de las botellas, dependiendo si se hace o no, varía cuánto plástico PET 1 cabe en cada contenedor. En un contenedor caben más 4,500 botellitas sin aplastar y más de 12 mil botellitas si están aplastadas.
Desde el inicio de nuestras operaciones en enero 2020 al mes de octubre de este año se obtuvo un acumulado de 55,742.8 kg de botellitas PET 1 lo cual equivale a llenar 139.4 camiones de basura”.
¿Cuántos puntos NUVI tienen actualmente?
“Tenemos más de 100 puntos NUVI colocados, divididos de la siguiente forma: Más de 60 puntos en espacios públicos y más de 40 puntos en establecimientos con recipientes internos de acopio”.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011