Una aplicación poderosa en la comunicación corporativa son las 4 leyes del espejo, popularizadas por Yoshinori Noguchi, escritor y conferencista que nos dejó el gran legado a través de su libro, basado en el autoconocimiento para el desarrollo personal y la introspección. Si vinculamos estas leyes desde esta área transversal, especialmente en el liderazgo, la cultura organizacional y las relaciones con nuestros públicos – externo e interno -, permitirá impulsar y mejorar la reputación de la marca y el contacto con sus audiencias.
Te preguntarás, ¿cómo podemos construir este nexo? Fácil, aquí te explico algunas formas:
Ley No. 1: “Todo lo que me molesta, irrita o quiero cambiar en los demás, es un reflejo de algo que debo trabajar en mí”.
En la comunicación corporativa, podemos verlo desde la visión en la cantidad de críticas constantes (internas y externas) que puede recibir una organización empresarial. Estas son una gran oportunidad para reflexionar sobre la imagen, reputación, cultura y valores. Cuando sus públicos perciben falta de transparencia o incoherencias en el mensaje, así como en la ejecución de su quehacer empresarial, es el mejor momento de hacer una profunda revisión en la autenticidad de la comunicación, identificación de conflictos y desacuerdos o fallas en los procesos.
La aplicación de una cultura de autoconciencia, y feedback constructivo, permite que las personas comprendan cómo sus reacciones afectan la dinámica laboral.
Ley No. 2: “Todo lo que los demás me critican, si me afecta, es algo que necesito trabajar en mi interior”.
En la gestión de la reputación corporativa, si una empresa se siente atacada por ciertos comentarios, debe analizar por qué le afecta y si hay alguna verdad en ello para tomar carta en el asunto. La retroalimentación es clave para mejorar estrategias y alinear la comunicación con las expectativas del público. Herramientas para esa retroalimentación son los comentarios en las redes sociales, mensajes de WS Business, comunicación entre colaboradores, cohesión y ambiente social, focus group, encuestas de satisfacción.
El implementar un sistema de feedback continuo y empático, tanto en su comunicación externa como interna, permitirá que la empresa aprenda a recibir críticas como oportunidades de crecimiento y mejora continua.
Ley No. 3: “Todo lo que me gusta del otro, también está en mí”.
Cuando admiramos marcas o empresas exitosas en su comunicación, podemos identificar las fortalezas que ya poseemos y potenciarlas. En el ámbito corporativo, reconocer las cualidades positivas de la empresa ayuda a reforzar su identidad y diferenciación. Otras acciones valiosísimas son retomar los valores de la marca y hacerlos propios en servicios, línea comunicacional interna, y transparentar ese valor agregado a través del liderazgo y voceros de la marca.
En el ámbito profesional, el continuar capacitándonos y compartir estos conocimientos a través de programas de mentorías, es un doble impulso para el éxito.
Ley No. 4: “Todo lo que el otro me critica, sin afectarme, es un reflejo de él mismo”.
En la aplicación de la comunicación en tiempos de crisis, es importante discernir entre comentarios constructivos y ataques infundados. Mantener una comunicación alineada con los valores de la empresa permite gestionar mejor la percepción externa, sin caer en reacciones impulsivas o respuestas que no son necesarias, porque simplemente no existe tal crisis. La idea es no tomarse los comentarios o quejas de forma personal, sino ser analizados objetivamente.
En resumen, aplicar las Leyes del Espejo en comunicación corporativa, ayuda a fortalecer la identidad de la empresa, gestionar crisis con inteligencia emocional y mejorar la forma de conexión con la audiencia, construyendo una cultura organizacional basada en la autoconciencia, promoviendo relaciones más saludables y efectivas, tanto dentro como fuera de la empresa.
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