Melissa Gonell: Una mujer que hace lo que ama y ayuda a otros a mejorar su imagen

Melissa Gonell es comunicadora social de profesión, egresada de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Siempre le ha apasionado la televisión, aunque su sueño era ser actriz. Sin embargo, su amor por la moda la llevó a ser asesora de imagen.

“Mi mamá estudió Diseño de Moda, y mi abuela era modista, así que crecí entre telas. Recuerdo que siempre tuve un talento innato para crear looks para mis amigas. En la universidad siempre terminaba siendo encargada de vestuario en los cortometrajes y festivales de cine. Mis amigas me decían ‘la estilista’”, cuenta Gonell, al ser entrevistada por revista CONTACTO. 

Desde ahí, Melissa comenzó a ver ese “don” como un oficio, y decidió formalizarlo yendo a estudiar Estilismo de Moda a Nueva York, y luego Asesoría de Imagen Personal, en The Fashion Institute of Technology.

Desde el 2015 a la fecha, Melissa Gonell se ha dedicado a ayudar a las personas a llevar su imagen personal a una mejor versión.

Melissa, ¿cómo comenzaste a ofrecer el servicio de asesora de imagen?

“Cuando regresé de Nueva York, empecé a trabajar desde cero en lo que tanto me apasionaba, y me había costado dos años especializarme. Antes de irme, maquillaba, así que tenía clientas que confiaban en mí y siempre me escribían a través de las redes que cuando regresaría. 

Empecé con ellas a escribirles que estaba de regreso y que ahora ofrecía servicios de asesoría de imagen personal. Al principio, fue difícil, pues la realidad es que era un oficio donde las personas entendían que era sólo para celebridades o personas adineradas. 

Cuando decía que ‘yo podía organizarte tu closet y crearte looks para tu viaje y organizar tu equipaje’, muchas personas me preguntaban: ‘¿que si de verdad la gente pagaba para eso…?’ (Risas)… y todavía me pasa. Empecé a tener clientes, de boca en boca me llegaban más clientes, y las redes fueron una gran aliada”. 

Muchas personas contratan a un asesor, pero al final quieren hacer lo que ellos dicen. ¿Cómo manejas esta situación?

“Mi pan de cada día (Risas)… Lo primero que trato siempre es de conectar con el cliente, si no hacemos click, es muy difícil que se deje llevar. Mi principio básico es respetar el gusto del cliente, y hacerlo sentir cómodo (a) haciéndole entender que si ha contratado mis servicios es porque siente que puede mejorar su imagen y para eso estoy yo. Siempre les explico con base y fundamento, porqué le recomiendo X cosa. Pues, al final, si no te sientes cómodo con una ropa, vas a proyectar inseguridad y vas a reflejar una imagen negativa. 

Si estás invirtiendo en tu imagen, te tienes que dejar asesorar y confiar. Sin embargo, confieso que he tenido clientes con los cuales he dejado de trabajar porque contratan mis servicios y, al final, se visten como ellos quieren, y luego dicen que fue asesorado por mí. Cuido mucho mi nombre y mi trabajo, y cuando un cliente se agrega accesorios que no van o se cambian el peinado y maquillaje, ya están dañando todo el trabajo, y eso me afecta. 

Para mí, es fundamental crear un equilibrio entre lo que el cliente le gusta y lo haga sentir cómodo, con lo que realmente le favorece y está acorde para la ocasión. La clave es negociar con respeto para lograr el look perfecto”. 

Te hemos visto trabajando con distintas figuras para los premios Soberano, ¿cómo ha sido esa experiencia?

“Una experiencia maravillosa. Pero, a la vez, retadora. El proceso para crear el total look de una celebridad, para ese evento, conlleva meses de trabajo. Aquí soy extremadamente cuidadosa con mi trabajo y vigilo cada detalle. Pues, al día siguiente, tu trabajo va estar siendo juzgado por miles de personas y cualquier error se le pega al estilista o diseñador. 

Aquí es donde, realmente, negocio con mi cliente entre lo que le gusta, le favorece, lo que se está llevando y lo que, realmente, le queda bien y le favorece a su imagen. Pero, sobre todo, no dejo que mi cliente salga con una pieza que no le guste. Hasta que mi clienta no se sienta segura y empoderada con ese total look, no apruebo. 

Dedico mucho tiempo para crear, no sólo el look perfecto, sino también una experiencia hermosa para mi cliente. Desde que me llama para contratarme, hasta que llega a esa alfombra, trato de que se sientan segura, sin estrés, y que sea un día lleno de detalles y emoción”. 

¿Qué tomas en cuenta para armar el estilismo de una persona?

“Hago siempre una entrevista inicial, si es un cliente nuevo, y lo stalkeo en las redes… (Risas), para conocer más sobre su estilo y cómo se viste regularmente. Conocer el propósito o participación que tiene el cliente en dicho evento es básico para poder crear un look que lo ayude a cumplir su objetivo, y proyectar una imagen empoderada para ese día, pues aunque no lo crean todo comunica.

Estas son mis principales recomendaciones:

μ  Código de vestimenta del evento (hora, lugar y tipo de evento)

μ Estilo personal

μ Tipo de cuerpo 

μ Los colores que le favorecen 

μ El gusto del cliente 

μ Y algo muy importante: el presupuesto que tiene destinado para ese look, para saber qué tan creativa me puedo poner (Risas)…”. 

¿Qué debe hacer una persona para estar bien puesta en toda ocasión?

“Para mí, todo empieza de adentro hacia afuera. Si no te sientes bien emocionalmente o estás pasando por una situación X, es muy difícil proyectar una imagen que refleje seguridad, y por más que te cambies, no te vas a sentir bien. 

Respetar el código de vestimenta, es fundamental elegir piezas que estilicen tu figura, mantenerte fiel a tu estilo personal, cuidar el maquillaje y peinado, y mantenerte fiel a tu esencia. Mírate al espejo antes de salir, y si algo no te gusta o no te hace sentir cómoda, si esa ropa no comunica lo que quieres y no te ayudará a lograr tu objetivo en ese evento, no te la pongas. 

Y recuerda que no sólo es la ropa, cuidar tu higiene, comportamiento, lenguaje no verbal y verbal, también es parte de proyectar una imagen correcta”. 

También haces diseño de equipaje. ¿En qué consiste este servicio?

“Es un servicio que me encanta. Si te vas de viaje, no tienes tiempo de arreglar tu equipaje, te estresa y llevas siempre la maleta llena y, al final, no tienes qué ponerte, este servicio es para ti. 

Básicamente, te armo los looks de tu viaje en base a tu agenda diaria. El cliente me pasa su itinerario de viaje, los días que va a durar y el propósito de su viaje para en base a eso crear sus looks. 

Este servicio también se combina con el personal shopping, en caso de que necesitemos adquirir piezas nuevas para los looks, sino trabajo en base a las piezas que tienes en tu armario. Como en todos mis servicios, va depender mucho del presupuesto del cliente. Yo me adapto, sin sacrificar la calidad de los estilismos.

Te organizo el equipaje con lo que necesitas y te dejo esa maleta organizada con las libras requerida por la aerolínea y un moodboard digital con todos los looks por día y evento”. 

Melissa, la Creadora de Contenido

Melissa, ¿cómo han impactado las redes sociales tu trabajo?

“Empecé a crear contenido cuando estaba estudiando en NY, mi prima me tomaba las fotos y escribía para mi blog de modas. Lo empecé hacer para poder conectar con posibles clientes y dar a conocer mi trabajo. 

La mayoría de mis clientes son referidos. Pero, la verdad, es que las redes me han ayudado a posicionarme y conectar con muchas personas y atraer clientes nuevos”. 

¿Qué te gusta de las redes sociales?

“Muchas veces compartimos algo y no sabemos a quién estamos tocando y cómo ese contenido puede ayudar a una persona en determinado momento. 

Eso me gusta, poder impactar a las personas, motivarlas, y muchas veces, servir de inspiración para que puedan lograr sus sueños. Es una red que si la usamos de la manera correcta nos ayuda a crecer como profesional”. 

¿Qué no te gusta?

“Así como hay mucha energía positiva hay mucha negativa también. Hay mucho hate, competencia desleal en las redes. Ver los comentarios de personas hacia los demás de manera tan despectiva, me afecta. Me llena de impotencia como hay personas que se dedican a juzgar a los demás y destilar odio y veneno hacia otras personas. Fomentando el repudio sin saber cómo eso puede afectar emocionalmente al otro. No todo lo que nos llega a la mente, tenemos que decirlo o escribirlo”.