Miguel Ceara-Hatton: “El gobierno pasado fue de mucha simulación”

En momentos en que en República Dominicana se conoce el proyecto de Presupuesto y Ley General de Gastos Públicos 2021, el tema que marca la agenda pública es la economía, el incremento de la deuda y la sobre nómina que encontró el Gobierno del presidente Luis Abinader tras su llegada al Palacio Nacional. 

Durante el mes de septiembre, intencional o espontáneamente, se repitieron día tras día dos frases comunes en múltiples funcionarios que asumieron cargos el 16 de agosto pasado: “En esta institución se respira deuda por todos lados”, y “la sobre nómina de empleados es agobiante”.   

Incluso, hasta el propio Presidente de la República afirmó que el Gobierno dominicano “no encontró ni un centavo” para las ayudas sociales que se han estado facilitando a las familias en medio de la pandemia del Coronavirus. 

Luis Abinader dijo que aunque le correspondía a la pasada gestión pagar esas ayudas, entre los meses de julio y agosto se tuvieron que “gestionar fondos para pagar los programas FASE, Solidaridad, Pa’ Ti y Quédate en Casa”, debido a que la pasada gestión no les “dejó nada”. 

Cabe recordar que en uno de los discursos del ex presidente, Danilo Medina, en medio de la pandemia, este informó que dejaba a la nueva gestión “más de 100 mil millones de pesos para las ayudas sociales”, sin embargo, de acuerdo al presidente Abinader, no encontraron nada. 

Y en cuanto a las nóminas abultadas en las instituciones, por citar solo tres ejemplos, Orlando Jorge Mera, en Medio Ambiente, dijo que encontró una “nómina abultadísima, donde la mayoría ni siquiera iba a la institución”. Lo mismo indicó el viceministro del Ministerio Relaciones Exteriores (Mirex), y director general del Instituto de Dominicanos y Dominicanos en el Exterior (Index), Carlos de la Mota, quien reveló que al llegar a esa entidad detectó que “más del 60 % del personal no asistía a sus labores o estaban sin funciones”. Y en Indotel, el presidente del Consejo Directivo del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones, Nelson Arroyo, afirmó que encontró “una institución totalmente quebrada, con una nómina abultada, y sin fondos para realizar los proyectos de desarrollo de las telecomunicaciones que nos exige la Ley 153-98”. 

En vista de esta estrechez de recursos, sin duda alguna, el gobierno del presidente Abinader tiene que concentrar sus mayores esfuerzos en eficientizar su uso, dirigiendo los mismos a enfrentar los graves problemas actuales de la pandemia y, “con lo que quede”, aplicar poco a poco sus planes de Gobierno, que obviamente se han visto postergados para poder enfrentar esta pandemia. 

Para conocer más a fondo la situación económica actual que vive el país, revista CONTACTO conversó con un funcionario que es autoridad en la materia, que conoce los problemas de desarrollo económico del país desde hace varias décadas y que ahora tiene, junto al equipo económico del Estado, la responsabilidad de eficientizar los recursos del país.

En una entrevista exclusiva, el Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Miguel Ceara-Hatton, conversó en profundidad con CONTACTO y nos reveló la realidad que encontraron en las arcas del Gobierno, las prioridades que tendrán para los próximos meses, sus planes de desarrollo, de salud, educación, tipo de cambio y sobre la deuda.

 LAS ARCAS DEL ESTADO 

Conversar con este economista, investigador, escritor, consultor, experto en macroeconomía y profesor universitario de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), UASD e INTEC, y que desde el 2011 se dedicó, además, a la consultoría en el área económica, es un verdadero privilegio. 

Don Miguel, a pesar de llevar poco más de un mes en el Gobierno, ¿cuáles son las principales conclusiones que puede sacar de la realidad económica en que se encontraba el país?

“La realidad económica está condicionada por el tema de la pandemia. La pandemia es una situación inesperada, no deseada. Esto ha generado muchas demandas y la actividad productiva del país se ha visto afectada. Esto ha creado una crisis financiera, porque muchas empresas no tienen las capacidades para enfrentar las deudas que tienen. Esto ha afectado el empleo también.

Por ello, lo primero que hemos hecho es mitigar los efectos negativos de la pandemia sobre el aparato productivo y la economía del país. Incluso, hemos preservado algunos programas, como FASE, Quédate en Casa y Está Pa’ti… además de eso, hemos tomado una serie de medidas que tienden a mejorar el tema de la salud, educación, facilitar acceso al crédito al sector agropecuario; facilitar condiciones para las Mipymes, como los adelantos y también el programa de viviendas sociales, el abastecimiento de agua, es decir, políticas sectoriales, para tratar de sostener la actividad económica.

Esperamos que en el último trimestre contemos con una vacuna contra el Covid, lo que va a reducir el impacto de la actividad, y la economía se podría reactivar”.  

¿Cuál es el nivel de deuda que tiene hoy República Dominicana? ¿Qué representa con respecto al PIB?

“La deuda es más de lo que el Gobierno pasado decía… Hay registros que así lo indican. Por ejemplo, la deuda con las Edes es mayor. En general, la deuda es mayor a lo que decían. Pero este momento no es aún para cambiar nada, solo debemos enfrentar la crisis, que es mundial. Ahora, la deuda es indeseada porque es muy alta. Incluso, nos hemos tenido que ver en la situación de endeudarnos más. Porque teníamos una opción muy clara: debíamos inyectar dinero a la salud obligatoriamente, porque no le podíamos decir a la población que un pariente de ellos murió porque no habían recursos en los hospitales, o no había alimentos. Nuestra prioridad es la calidad de vida de las personas, a todo costo”. 

¿Han encontrado vicios en el manejo de los fondos públicos del anterior Gobierno?

“Mira, aquí sin duda que habían vicios, que se seguirán investigando y ofreciendo a la luz pública en las próximas semanas. Pero nosotros llevamos poco más de 35 días en el Estado, y creo que lo más importante hasta ahora ha sido el terminar con la corrupción y la impunidad. La corrupción es un costo en la sociedad y alguien lo tiene que pagar, pero si la corrupción se hace generalizada y la impunidad es generalizada, ese costo lo vamos a pagar en la capacidad competitiva del país. Porque pagamos costos adicionales, como por ejemplo, en el sector eléctrico, con una tarifa elevada, con subsidios insoportables y costos altos en general. Porque ese problema nunca se ha podido resolver. Yo sé que es difícil detener la corrupción, llevarla a cero, porque siempre va a aparecer un loco… que se sienta más inteligente que los demás y puede engañar a los otros. Ahora, lo que sí se puede evitar es la impunidad, porque la impunidad es una política pública. Eso garantiza gobernabilidad de la sociedad. Las autoridades pasadas entendían que para garantizar la gobernanza necesitaban esa política impunidad, y eso les garantizaba la gobernabilidad. Pero este nuevo Gobierno rompió con eso… Con un Ministerio Público independiente. Ahora sí habrá castigo. Tenemos a una Procuradora independiente, que todo el mundo sabe que tendrá el compromiso en contra de la impunidad. Todo esto también se reflejaba en el gasto público del anterior Gobierno, con instituciones que tenían gastos inexplicables, y poco a poco todo eso irá saliendo a la luz pública. La justicia tendrá que actuar”. 

Muchos funcionarios han dicho que en algunas instituciones “se respira deuda”, y sobre nóminas muy abultadas. ¿Realmente, la situación era y es muy grave en materia de deuda?

“En el Estado hay más de 750 mil empleados públicos, y creo que ha aumentado mucho más después de la campaña. Por ejemplo, solo aquí en el Ministerio de Economía había una gran nómina. Este Ministerio está constituido entre nosotros y la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), y había más de 1,300 personas en la nómina… Algo exorbitante, que nosotros lo reduciremos considerablemente. Nosotros respetaremos lo aceptable, y eliminaremos lo redundante. Aquí había tres Ministerios en uno… Se repetían mecanismos de asesorías legales y jurídicas. Se repevvtía prensa, era algo muy redundante. Ahora, todo se ha concentrado en una sola estructura, en el mismo Ministerio y se ha revocado la descentralización que había.   

En cuanto a la deuda de muchas instituciones, eso es así… pero poco a poco se va a ir dando a conocer todo, pero sin duda, en muchas instituciones hay deudas exorbitantes”. 

Hasta septiembre, más o menos, ¿Cuánto han caído las recaudaciones del Gobierno hasta el momento?

“Sí, más o menos unos 50,000 mil millones de pesos… por la paralización del nivel de actividad. Por ello, estamos tratando de mejorar la calidad del gasto, eficientizarlo. Estamos gastando solo en las cosas que se necesitan en la sociedad dominicana, como la salud. Incorporar a dos millones de personas más al Régimen Subsidiado, eso cuesta 2,000 mil millones de pesos. Todo lo relacionado a la salud, los gastos que se están efectuando en estos momentos, costarán unos 14,000 mil millones de pesos. Pero para que tengas una idea, el déficit estimado para este 2020 será de unos 418 mil millones de pesos. Eso significa un 9.3 % del PIB. Los gastos totales aumentaron en unos 250 mil millones de pesos hasta septiembre.   

Usted ha dicho que es contraproducente una reforma fiscal en medio de la pandemia. ¿Qué mecanismos buscará el Gobierno para elevar las recaudaciones en el 2021?

“Primero es esperar al impacto que tenga la economía de aquí a fin de año. Nosotros esperamos tener una recuperación en forma V en la economía para el último trimestre de 2020, en donde cae aceleradamente la actividad económica. Por ejemplo, la actividad económica caerá este año en un -4,9 %. Pero esperamos en el 2021 haya una recuperación de alrededor del 5 %. Es decir, llegar a un 0 por ciento, por esta contracción del 2020. Va haber un repunte acelerando, porque ha habido una represión del gasto y ese gasto va a expandirse desde el año que viene, todo dependerá eso sí de la famosa vacuna, y también si nosotros como seres humanos vamos a poder adaptarnos a vivir en situación de pandemia, como estar siempre con la mascarilla, lavarnos las manos y el distanciamiento”. 

Más o menos, ¿a cuánto ascenderá el presupuesto general correspondiente al 2021? ¿Será menor que el 2020 o mayor?

“Eso le corresponde al Presidente de la República, que pronto se referirá a ese tema, y al Ministro de Hacienda. Pero, primero, los gastos del 2020 no se pueden sostener. Entiendo que los niveles de gastos serán mucho menores. Por ejemplo, mantener FASE, Quédate en Casa y Está Pa’ti es insostenible para el otro año. Mira, entre julio y diciembre de 2020, esos tres programas le costarán al Gobierno 90 mil millones de pesos… entonces, un año entero, como el 2021, costarían unos 180 mil millones de pesos. Entonces, es imposible mantenerlos. ¡Es casi el mismo presupuesto del Ministerio de Educación de todo el año!… Sabemos que son programas muy importantes, principalmente, para los más desposeídos y los que han perdido sus empleos, pero es insostenible… Creo que el Presupuesto será similar al del año 2019”. 

Don Miguel, ¿Qué opinión le merecen las declaraciones juradas de bienes que han ido entregando los funcionarios salientes?

“Ahí, la Cámara de Cuentas tiene que investigar y determinar… La Constitución es muy clara: los funcionarios tienen que probar cuál es el origen de sus bienes. La contraloría de la República también debe investigar”. 

Don Miguel, ¿Cómo califica usted los 8 años de gobierno del presidente Danilo Medina en materia económica?

“(Piensa)… Esa es una buena pregunta. Yo incluso estoy escribiendo algo sobre eso. Yo creo que una de las características del Gobierno pasado fue la simulación. Fue olvidarse de la gente y de las instituciones. Creo que es una de las peores herencias que tuvimos ha sido el deterioro institucional. En los 12 años de Balaguer, el deterioro institucional fue terrible. Los ministerios se desplomaron y lo mismo ocurrió ahora. Tenemos las leyes, está todo hecho, pero en la práctica nada se cumplía… y no pasaba nada, porque había un régimen de impunidad. Yo siempre lo he dicho, y no me cansaré de decirlo: aquí hay leyes que protegen a las personas con discapacidad, pero aquí esas leyes no se cumplen y aquí no pasa nada… pero no pasa nada porque las personas con discapacidad no tienen la fuerza social necesaria para hacer e imponer las leyes. En el Gobierno pasado, la institucionalidad se derrumbó… se perdió totalmente. Y este Gobierno tiene como un objetivo fundamental recuperar la institucionalidad”.

 AUSTERIDAD Y PRIORIDADES 

Usted ha dicho que se debe ser austero, pero no caer en no hacer los gastos que se requiere. ¿Cuáles serán las prioridades en el gasto en el 2021?

“Está el tema de educación. Estamos obligados a hacer una transformación digital acelerada… Y un plan de desarrollo de la banda ancha. El tema digital es uno de los temas centrales del mundo hoy en día. La gente ya debe acostumbrarse a trabajar desde su casa. La transformación digital creó una brecha, entre los inmigrantes digitales y los nativos digitales.

Por ello, este tema será una prioridad para el gobierno el próximo año. Y tiene un costo alto, para llevar la tecnología a todos los hogares dominicanos. Pero también hay que educar a las personas, porque no todos saben usarla y para ello hay que capacitarlos. También hay que crear nuevos contenidos sociales, geografía, historia, etc. Hay que crear nuevos contenidos, y todo eso cuesta. Necesitamos que los maestros y los padres manejen muy bien toda esta tecnología, porque los maestros y padres son claves para la formación de nuestros niños y jóvenes, uno en el aula y los otros en las casas, y todo esto te puede costar 40 mil millones de pesos. Esto se debe hacer aceleradamente, porque el año escolar empieza en noviembre…”.  

¿Cuáles son sus planes para la Estrategia Nacional de Desarrollo para el 2021?

“Nosotros vamos a revisar la Estrategia Nacional de Desarrollo a partir de la óptica de nuestro Plan de Gobierno. Nuestro Plan de Gobierno tiene una estructura lógica y se basa en la calidad de vida de la gente, y a partir de ahí nosotros definimos lo que es calidad de vida de la gente, como es mejorar las condiciones de la cotidianidad de las personas, como agua potable, electricidad, seguridad, transporte, trabajos decentes, salud, educación. Para hacer eso, nosotros tenemos tres grandes principios: el primero es que el desarrollo no es una aventura personal. Necesita un esfuerzo colectivo. El segundo, es que el desarrollo se hace desde el dominio de la gente, por lo que el territorio es un componente fundamental de la estrategia de desarrollo. El territorio debe tener las mismas oportunidades de desarrollo, ya sea en Samaná, Elías Piña, Dajabón, San Pedro… en cualquier lugar deben tener las mismas oportunidades de desarrollo en su territorio. Ese es el desafío, cómo territorializar la política sectorial. El tercer componente, es que el desarrollo no es un problema técnico, es un problema de poder y hay pujas distributivas de quién se apropia del excedente económico. Esas son relaciones de poder”.  

¿Cuál es la realidad de la pobreza hoy en el país? Usted siempre denunció que no eran reales las cifras que se daban…

“Es que aquí, además, se cambió la metodología para medir la pobreza… Se utilizó hasta 2016 un instrumento y de ahí hasta ahora se empleó otro. La anterior metodología tenía más preguntas, era mejor. Entonces, con esta nueva metodología hubo una caída en las cifras, pero tú no sabías si era porque cambió el instrumento o porque realmente había bajado la pobreza o mejorado la economía. Históricamente, esta economía genera crecimiento, pero con pocos empleos. Genera poco empleo, y el empleo es de mala calidad. Entonces, que cambio estructural se dio antes de 2016 y después de 2016, que de pronto la misma unidad de producto requería mayor cantidad de empleo y, por ende, se habían reducido los niveles de pobreza… Esta cifra refleja más un cambio de metodología que lo que ocurre con la economía real. Entonces, nosotros compararemos desde que asumimos el Gobierno, y lo compararemos con el año próximo. Porque es obvio que ahora el desempleo ha aumentado, y más con un decrecimiento de un 4 %”.       

Don Miguel, ¿Cuál fue el principal motivo de hacer en septiembre una colocación de bonos en los mercados internacionales? ¿Se harán más emisiones de bonos de aquí a fin de año?

“Ya no se harán más emisiones de bonos, por lo menos durante este año no. Nosotros nos vimos en la necesidad de endeudarnos por esta pandemia. Sin pandemia no hubiera sido necesario acudir a los mercados de capital. Tuvimos la suerte del crecimiento histórica de la economía, y las señales que está mandando el nuevo Gobierno, de enfrentar la corrupción, de enfrentar la impunidad, de transparencia, de reflejar los números reales, de reconocer los desafíos que tenemos, debido a todo eso pudimos conseguir unas condiciones excelentes de colocación de 3,800 millones de dólares. Con una tasa de interés aceptable y con plazos buenos. Incluso, intentaron vendernos tres veces más de lo que salimos a comprar. Es decir, la oferta era tres veces más de lo que queríamos comprar. Conseguimos la mejor negociación posible. Lo ideal hubiera sido no haber tenido la necesidad de recurrir a este endeudamiento, pero el dilema era muy claro: o me endeudo o permito que este país se hunda, y la economía se deteriore aún más, y la calidad de vida de la gente más todavía. Por eso nos endeudamos más, pero fue una excelente negociación”.

 EL FUTURO 

Don Miguel, el Presidente Abinader y su equipo traían un plan, un proyecto de Gobierno. Debido a esta crisis del Covid-19, y la realidad que han encontrado, ¿Desde cuándo podrán a comenzar a efectuarlo? 

“Nosotros teníamos prioridades muy claras en nuestro Plan de Gobierno, como la transformación digital, pero deberemos posponerlo, como muchas otras cosas. Quizás no posponerlo 100 %, pero obviamente, ahora hay otras prioridades, como la salud, la prevención y que todos tengan acceso a la salud en esta pandemia”. 

¿Para cuándo usted cree que comenzará la reactivación económica dominicana y el crecimiento de su economía en el 2021?

“La proyección que hace el Gobierno, si todo sigue como va, podríamos estar registrando números positivos en el último trimestre de este año. Eso es muy posible. En el primer semestre estábamos creciendo a menos 8 %  nuestra economía, ¡-8 %!… y ahora ronda en -4 %, aproximadamente. Se va a ir corrigiendo poco a poco las cifras”. 

Don Miguel, hace poco usted dijo: “La pandemia es una oportunidad para solucionar las vulnerabilidades de cada economía en cualquier país del mundo”. ¿A qué se refiere?

“La pandemia ha puesto al descubierto sobre nosotros las debilidades. Como la salud, el tema del desperdicio de los recursos, una serie de debilidades en la sociedad dominicana. Este es un momento de reflexión. Hay que analizar si se estaba haciendo todo correctamente. Por eso, esta es una gran oportunidad para analizarse y ver las prioridades y cómo se están haciendo los desarrollos que necesita el país”. 

¿Cómo se puede ayudar hoy al sector turístico y de zonas francas en el país para salir de su delicada situación en que se encuentran?

“Las zonas francas se están recuperando aceleradamente, incluso, con incrementos de empleo, afortunadamente. Está mejorando. En el caso del turismo, es más lento. La expectativa mundial es que se tome más tiempo la recuperación. Pero lo que estamos tratando de hacer ahora es mejorar la infraestructura, mejorar las playas, y otras cosas, y luego hemos tomado iniciativas para que el sector turístico mejore, con planes económicos para que el dominicano vaya a estos centros turísticos, lo mismo que con los seguros para los turistas… cosa que el que llegue al país esté asegurado, financiado por el Estado”. 

Don Miguel, ¿cómo cree usted que se comporte el tipo de cambio en los próximos meses?

“Yo creo que se ha parado la fluctuación del tipo de cambio. Primero, las importaciones han caído, y por ende los gastos han bajado, lo que produce un desbalance. Ahora sí, había mucha especulación y se pensaba en un fuga de capitales. Pero poco a poco, como el Presidente ha ido manejando todo el tipo de cambio se mantendrá estable. Hay menos inseguridad del sector empresarial e inversionistas. Hay más confianza. Por eso, el impacto del tipo de cambio es menor. La balanza comercial se ha equilibrado, por la caída de las importaciones. Y, además, las remesas han aumentado significativamente”. 

¿Cuál es su opinión del equipo económico que determinó el Presidente Abinader, con Héctor Valdez Albizu en el Banco Central; Jochi Vicente en el Ministerio de Hacienda, y Alejandro Fernández en la Superintendencia de Bancos?

“El equipo viene desde la campaña trabajando desde hace mucho tiempo, a excepción del Gobernador del Banco Central. Nosotros nos reuníamos periódicamente con el Presidente de la República. Fuimos evaluando las propuestas, teníamos las ideas muy claras, de los desafíos que teníamos por delante, etc. Es un equipo muy armónico. Y lo del Gobernador del Banco Central es mandar una señal del compromiso que hay con la estabilidad. El Presidente lo ratificó para garantizar eso, estabilidad.  Aquí, desafortunadamente, las elecciones provocan intranquilidad. Y eso lo provoca la falta de institucionalidad, y esto tiene que ver mucho con la economía. Pero si una persona lo hace bien, sea del partido que sea, no tiene porque necesariamente ser sustituido. Por ejemplo, la elección de los jueces de la JCE tiene que ver con la economía, porque si nos equivocamos vamos a crear inestabilidad en el país. Tenemos un equipo económico muy bueno”.