Milton Morrison: Un Gerente a todo terreno

Milton Morrison es un profesional probado. Durante más de 20 años ha servido al país desde diferentes escenarios. Hoy le toca hacerlo como Administrador-Gerente General de Edesur, donde su llegada ha sido como una luz al final del túnel. Su propósito es convertir a esta distribuidora de electricidad en un referente por su eficiencia y transparencia y en solo seis meses ya lo está consiguiendo… Tras su llegada a Edesur, su zona de concesión es abastecida en un 98.5 % de su demanda; ha incorporado más de 24,632 nuevos clientes telemedidos, y ha transparentado y mejorado el servicio al cliente.

Es un dominicano que conoce los problemas de los diferentes sectores de la sociedad, que ha recorrido cada rincón del país como un actor de primera mano en busca de que se logre el anhelado pacto eléctrico, o simplemente para buscar mayores y mejores oportunidades para sus compatriotas. 

Un hombre que sabe lo que es estudiar con una vela, y que hoy puede ver su sueño materializado al poder ser un ente importante en la solución del problema eléctrico de República Dominicana. 

Ese es Milton Morrison, un hombre que no le teme a los retos, que está dispuesto a enfrentarse a lo que la vida le ponga por delante, pero siempre llevando como bandera la transparencia, la eficiencia y la honestidad.

Tras su llegada a Edesur, en solo seis meses, ha logrado abastecer en su circuito a casi un 99 % de la demanda de energía; ha incorporado a más de 24,632 nuevos clientes telemedidos; ha pagado más de RD$300 millones de pesos a suplidores que no les pagaban desde hace años; ha reducido la abultada nómina de la entidad, y han identificado a más de 135,000 clientes que próximamente piensan incorporar a Edesur.

Tan compenetrado está en sacar adelante a Edesur, que Milton dedica entre 13 y 14 horas de trabajo diariamente a esta empresa de distribución, porque está convencido que debe predicar con el ejemplo a sus demás colaboradores. 

“Edesur es una empresa muy activa, muy dinámica y aquí trabajamos personas que vivimos alerta de cualquier cosa que ocurra. Aunque yo no esté aquí, estoy pendiente. O sea, que uno nunca deja de trabajar”, explica Morrison al ser entrevistado por revista CONTACTO, en su despacho de la oficina principal de Edesur, en la avenida Tiradentes. 

Milton es un hombre con una sensibilidad humana palpable, cercano a sus colaboradores. Un planificador y estratega, interesado en los pequeños detalles y, sobre todo, dispuesto siempre a enfrentar nuevos desafíos y ser parte de la solución.

A Morrison no le motivan las cosas fáciles, le gusta trazar su propio camino y su principal desafío a corto plazo es posicionar a Edesur como una empresa eficiente, sin déficit, y saldar esa deuda social que por décadas esta distribuidora ha tenido con los dominicanos por el deficiente servicio que ha brindado. Pero hoy, hay luz al final de… Edesur. 

Su llegada a Edesur

Milton, tu fuiste juramentado en agosto como Administrador de Edesur. ¿Cómo han sido estos 6 meses al frente de la empresa?

“Estar al frente de Edesur es un reto día a día y, realmente, nosotros lo hemos asumido con toda la responsabilidad que amerita. Es una empresa muy dinámica que tiene que dar un servicio a casi un millón de clientes, y eso nos lleva a tener que pensar cada día: ¿cómo trabajar para satisfacer al cliente?. Agradecemos al Sr. presidente de la República, Luis Abinader, quien depositó en nosotros la confianza para dirigir esta empresa que históricamente ha sido vista como deficitaria, o con poca atención hacia el cliente, pero desde hace seis meses nosotros estamos trabajando para cambiar esa realidad, y entendemos que sí hemos logrado progresos importantes que nos permiten decir que Edesur es parte del cambio que se está dando en la República Dominicana. Acepté este reto con mucha humildad, pero con mucho sentido de responsabilidad y compromiso”.

¿Lo que encontraste en Edesur fue como te lo imaginaste?

“En término de la parte financiera no tuve sorpresa, porque sabía que había una realidad muy parecida a la que encontré. Sin embargo, sí me sorprendió de manera positiva encontrar muchas personas con interés de trabajar y, sobre todo, con esa voluntad diaria de cada día poder contribuir a tener una mejor empresa. Es decir, que no todo lo encontrado fue tan negativo como lo que pensamos, sino que encontramos también algunos elementos que nos hacen generar una mayor esperanza de que sí podemos cambiar la realidad de Edesur”.

Ese personal capacitado que me dices que encontraste, ¿se quedan en Edesur?

“Nosotros hemos sido cuidadosos en términos de todo el proceso de reclutamiento, porque un cambio de gobierno siempre llega nuevo personal, pero nosotros hemos respetado aquellos profesionales, técnicos, que hacen su labor y que están ahí no por una posición política, sino que han podido demostrar a lo largo de los años que son personas que dominan su área y que pueden aportar mucho a la empresa. Entonces, fíjate que se han producido cambios, desvinculaciones e incorporaciones, pero no obstante a eso, los que han podido demostrar su capacidad se han mantenido en Edesur”.

¿Había una nómina muy abultada?

“Para lo que es el tamaño, o debería ser el tamaño de una empresa como la nuestra, entendemos que sí, y eso es parte del trabajo de la eficiencia que nosotros queremos lograr. Nosotros encontramos una nómina de 3,441 empleados y entendemos que la empresa puede operar con menos. Ahora mismo tenemos 3,164. Haciendo un benchmarking, que hace tiempo lo hicimos desde cuando yo estaba en otra posición del sector eléctrico, hay una empresa muy parecida a la nuestra en términos de cantidad de clientes, en términos de la demanda cubierta satisfecha, en Argentina, y cuando la comparamos con nosotros, pues en Edesur podríamos operar muy bien con menos de 3,000 colaboradores”. 

Al ser posicionado, aseguraste que tu gestión tendría como centro al cliente, y se basaría en los valores de eficiencia y transparencia. ¿Cómo ha sido tu acercamiento con los clientes?

“Lo primero que decidimos al llegar era plantear que el cliente es el centro del negocio de Edesur, en el entendido que lo más importante es tener un cliente satisfecho, y es por eso que comenzamos a hacer una revisión de todos los procesos que involucra la satisfacción del cliente. Empezamos con la facturación. Consideramos que en Edesur tenemos que cobrar lo que consume el cliente. Cuando llegamos, encontramos cientos de miles de quejas y reclamos, entre ellas, 60,000 reclamos por alta facturación. Decidimos revisar cada una de esas facturas, sin tomar en cuenta si era un reclamo hecho por el cliente o si era una factura que nadie había reclamado, porque entendíamos que podía tener un elemento de anomalía. Hasta el momento hemos logrado acreditar una cantidad importante de dinero a los clientes, que históricamente no se había hecho; yo como administrador-gerente general di la cara ante el cliente para que vieran que esta es una administración transparente y eficiente, y por eso anuncié la corrección en 29,204 facturas que encontramos de la administración anterior, que no habían sido tomadas en cuenta. Actualmente, hemos devuelto más de 172 millones de pesos a los clientes. 

Lo segundo fue trabajar el tema de las oficinas comerciales. Ese es el otro ámbito, donde el cliente tiene un contacto directo con Edesur, y dijimos que cada lugar, cada espacio donde va un cliente a solicitar algún tipo de atención, algún tipo de servicio, tenía que ser tratado en la justa dimensión de su condición de cliente, así es que cambiamos, incluso, todos esos parámetros que tenían que ver con que un militar o un policía le daba la bienvenida a los cliente. Eso ya no es así. 

Lo otro es que nos reunimos con las empresas contratistas, los brigadistas. Les dijimos que como ellos trabajan con nosotros, y son la primera cara que el cliente ve, tenían que cambiar la modalidad de trabajo en referencia al servicio que ofrecen cuando ellos van a las casas o los negocios. Para eso, hemos determinado un mecanismo de penalización a las empresas contratistas cuando sea reportado una labor que no satisface al cliente. Eso, en sentido general, lo vimos desde el punto de vista de las oficinas comerciales, desde el punto de vista de la facturación, y desde el punto de vista de la empresa contratista que visita al cliente”.

¿Cómo se produce ese error en la facturación?

“Hay razones que son técnicas, que el medidor como un aparato electrónico puede tener algún tipo de fallo en la precisión; también puede haber un fallo en la lectura, porque hay una cantidad de medidores que son leídos por humanos que toman el dato. Entonces, un ‘error de ese tipo’ puede incurrir en un mal cobro. Entonces, lo que nosotros hemos hecho es reforzar todo lo que tiene que ver con la parte de la precisión en término de la lectura humana; la precisión en término de los medidores, que donde entendamos que hay un medidor que puede estar fallando, lo cambiamos por uno nuevo, y también atender mejor todo lo relativo a la lectura y facturación, ya que ahí puede intervenir una falla humana y eso no puede ser. Increíblemente, nosotros encontramos esa realidad en agosto, y en octubre, le dimos respuesta y cerramos el mes de diciembre, donde hubo menos anomalías en términos de facturación. El tema de la alta facturación y las quejas han caído drásticamente y eso nos llena de mucha satisfacción”. 

¿Cuántas llamadas o mensajes de quejas recibe Edesur al mes?

“A nuestra llegada a Edesur, recibíamos un total de 180,000 llamadas promedio de quejas y solicitudes. Luego de una serie de mejoras y estrategias implementadas, hemos disminuido esas cifras y en la actualidad recibimos alrededor de 107,000 llamadas solo en el call center, mensualmente, en las tres principales redes que usamos. El nivel de atención al mes de enero fue de un 97.79%”.

¿Ustedes han cuantificado cuánto han devuelto al atender las quejas por alta facturación?

“Sí, al momento hemos revisado, y de manera positiva, se le ha dado respuesta a 29,204 casos por alta facturación. Ese monto asciende a RD$172,508,752 millones de pesos devueltos o acreditados a los clientes, que nosotros hemos determinado que sí tenían razón”. 

¿Qué están haciendo en cuanto a mejorar la eficiencia de la empresa y su transparencia?

“En términos de la eficiencia, estamos haciendo una revisión de todas las áreas para poder lograr armar los equipos necesarios, lograr las metas propuestas, en la Planificación Estratégica Institucional (PEI). El tema de la eficiencia lo hemos arraigado como un valor fundamental en la empresa, al igual que la transparencia. Eficiencia no solo va de la mano con el trabajo interno de los colaboradores: eficiencia también está en reducir la cantidad de reclamos que hacen los clientes; en reducir el tiempo de respuesta ante una necesidad que tiene cualquier cliente;  en poder ser cercanos con la gente, para que el cliente pueda ver a Edesur como una empresa que le satisface más allá del simple hecho de brindarle la energía eléctrica. 

En cuanto a transparencia. Estamos propiciando procesos de compra y licitaciones que sean cada vez más abiertos, que se rompa esa práctica que se tenía de que unos pocos eran los que ganaban todos los procesos. Entonces, estamos abriendo cada vez más las posibilidades y el rango de que participen más empresas, y que los procesos sean muchos más transparentes.

En tu juramentación, dijiste que estabas comprometido con reducir las pérdidas de energía y el déficit financiero de la empresa. ¿A cuánto ascendían las pérdidas en Edesur?

“En febrero del año 2020, las pérdidas rondaban casi el 22 % y la recibimos en agosto en 25.6 %; el gran reto que tuvimos como empresa fue detener la tendencia a la alza que traían las pérdidas de distribución, nosotros logramos estabilizar eso. Por ello, en el año 2021 vamos a reducirla aún más para llevarla a los niveles que teníamos antes de la pandemia y reducirla todavía un poco más. Es decir, que el gran logro nuestro en los primeros cinco meses fue controlarla para que no siguiera aumentando”.

¿Cómo se logra eso?

“De muchas maneras, combatiendo las conexiones ilegales, haciendo que los clientes paguen su consumo al día, siendo eficientes en el cobro, ¡por cierto! Rompimos el récord histórico de cobranza, en los 21 años de la empresa. Nosotros logramos desmantelar alrededor de 9,221 conexiones ilegales, por ello, cuando tú combates las conexiones ilegales; cuando tú aumentas la cobranza, que eso está bien vinculado con la confianza que el cliente pueda tener con la empresa, entonces, los niveles de pérdida bajan y por eso pudimos controlar esa tendencia al alza”. 

Tú habías señalado que tu compromiso era, en el menor tiempo posible, reducir los gastos operativos, priorizar los proyectos y lograr que la empresa no sea una carga en las finanzas públicas. ¿Has podido reducir los gastos operativos de Edesur?

“Claro que sí. En cinco meses hemos podido operar bajo una lógica de gasto mínimo. Por ejemplo, a través de un programa de recuperación de activos, recuperamos alrededor de 19,000 medidores y unos 400 transformadores, por un monto de cerca de 200 millones de pesos, a través de la recuperación de muchos materiales, que aquí estaban vistos como chatarra o que iban a ser desechados. También nosotros hemos podido en este corto tiempo reducir los compromisos con suplidores como nunca había ocurrido, con alrededor de 300 millones de pesos en pagos a suplidores que tenían a veces más de un año que ni se les pagaba… hemos podido cumplir con eso. Otra línea de reducción de gastos operativos tiene que ver con el tema del personal. También nosotros hemos reducido, en términos de gastos operativos, el pago a generadores. Entre las tres Edes, ya estamos al día prácticamente con el pago de generación. Ustedes saben que cuando hay un atraso en el pago de la generación, eso paga unos intereses y esos intereses van en desmedro de lo que son las finanzas de las empresas y, de por sí, eso es un ahorro importante que hemos tenido en nuestra gestión.

También encontramos una realidad en el almacén de la empresa, que un porcentaje importante de los materiales que están ahí tiene muy baja rotación. Es decir, no se utilizan porque parece que se compraron para ‘beneficiar a alguien’. Había tantos materiales que se estaba organizando una licitación para venta de chatarras. Inmediatamente detectamos esa situación paramos ese proceso. Comenzamos a revisar y ahí encontramos que gran parte de esos materiales estaban en buenas condiciones, y por eso hemos podido operar seis meses sin ni siquiera comprar un pie de alambre”.

Milton, una de las principales quejas de los usuarios es que Edesur no da un servicio continuo. ¿Cómo pretendes acabar de una vez por todas con los apagones? 

“Hay una combinación de dos cosas: primero, el compromiso que tiene el Gobierno. Nosotros sabemos que el negocio de las empresas distribuidoras no es dar apagones, es dar energía, porque así es que tú cobras el servicio que ofreces. Pero también, tan importante como cualquier otro tema, es la docencia virtual. Tenemos que garantizar que todos los hogares tengan energía para que los estudiantes puedan recibir sus clases. Por eso, hasta el momento, estamos suministrando el 98.5 % de toda la demanda. Las interrupciones ocurren solo por una avería inesperada o un mantenimiento programado”. 

 ¿Cómo pretendes mejorar el cobro de la energía servida, uno de los principales talones de Aquiles que ha tenido Edesur en su historia? 

“En el cobro hay dos vertientes que hay que tomar en cuenta: es una responsabilidad nuestra ponerle un medidor a cada usuario para convertirlo en cliente. Y lograr medir la electricidad, y cuando mides la electricidad, tienes la capacidad de facturarla. Actualmente, tenemos alrededor de 135,000 usuarios con potencialidad de convertirlos en clientes, es decir, ponerlos a pagar la electricidad. El otro elemento tiene que ver con un aspecto cultural, y es que la gente tiene que entender que el servicio eléctrico es un servicio igual o más vital que cualquier otro. Así como la gente paga su teléfono, así como paga el cable, tiene que pagar la electricidad, porque la electricidad es desarrollo.

Nosotros estamos trabajando, y ya sale en marzo, una aplicación virtual donde los usuarios van a tener una mayor posibilidad de hacer un uso racional de su energía. Ver las informaciones que necesitan, porque nos hemos dado cuenta de algo: cuando la gente tiene información gestiona mejor su consumo, y cuando gestiona mejor su consumo tiene mayor satisfacción, porque simplemente paga la cantidad de dinero que su presupuesto le permite”. 

¿Qué cantidad de la población tiene colocado los telemedidores?

“Los telemedidos, hasta agosto de 2020, eran 621,847 clientes, y en enero de 2021, ya son 637,803 clientes. O sea, que hemos incrementado más de 24,632. El resto son medidores que tienen que ser leídos por un lector humano, pero ahí estamos avanzando”.

Milton, siempre se ha dicho que el principal problema del sector eléctrico dominicano es la distribución. ¿Cómo crees que se podría solucionar ese problema? 

“El tema de la distribución es uno de los problemas fundamentales del sector eléctrico, sobre todo, por la cantidad de energía que se pierde y no se logra cobrar. 

Nosotros estamos trabajando en dos direcciones: primero, aumentar la facturación. Eso lo haremos convirtiendo a una gran cantidad de usuarios, y cuando digo usuarios no me refiero a clientes, porque usuarios y clientes son diferentes. Usuarios es el que usa la energía y cliente es el que está registrado. Entonces, lo que buscamos es convertir en clientes a más de 135,000 usuarios. Con eso vamos a aumentar la facturación, y si aumentamos la facturación, entonces, tendremos unos niveles tan altos de cobranza, por alrededor del 96 %, eso significa que vamos a aumentar los ingresos de la empresa vs la energía que nosotros estamos inyectando, y eso va a reducir el tema de las pérdidas”. 

¿Cuántos clientes tiene hoy Edesur?

“Edesur tiene 873,972 clientes. Cerca del 60 % de la cobranza mensual tiene que ver con grandes clientes, de empresas. 

Entre las tres distribuidoras, Edesur es la que tiene el peso más grande de industriales, porque somos los que cubrimos el Distrito Nacional y Haina, que tiene muchas industrias; San Cristóbal y el Gran Santo Domingo es el 80 % de Edesur”. 

¿Cuál es el principal problema que tiene hoy Edesur con sus suplidores? 

“El principal problema que tenemos con suplidores es que encontramos muchos que habían ganado procesos de licitación que no tenían contratos. Esos suplidores no han cumplido los tiempos de entrega de muchos de esos productos y servicios; también procesos que nosotros entendemos fueron desarrollados de una manera  irregular, en el sentido de que habían varios participantes en procesos recurrentes y siempre ganaba la misma empresa. 

A final de cuentas, retrasos importantes, que eso es lo que más nos afecta a nosotros en medidores industriales, que todavía estamos esperando, y otros rubros que se les hizo avance de pago, que estuvieron por encima del nivel de entrega del mismo y que todavía estamos esperando. También, Edesur es una empresa, hasta cierto punto, con mecanismos en la parte administrativa muy burocráticos, entonces, a veces toma mucho tiempo facturar el proceso de los servicios”.   

¿Qué pasó con los transformadores que habías dicho que la gestión pasada había adquirido y no se los habían entregado?

“Y peor aún, encontramos un almacén donde se habían perdido miles de transformadores. Encontramos unas fotografías de unos almacenes que estaban llenos de transformadores y cuando llegamos estaban prácticamente perdidos. Se ha abierto una investigación para saber el paradero de los mismos y en eso estamos”.

¿A cuánto ascienden las pérdidas de Edesur mensualmente? 

“El déficit proyectado para el 2020 fue de US$294 millones, sin embargo, al cierre del 2020, fue de US$168.2 millones. Esto quiere decir que hubo un ahorro de US$125.8 millones. Nosotros tuvimos un nivel de eficiencia que redujo el déficit, a tal punto, que el Ministerio de Hacienda ahora nos quiere dar menos dinero porque logramos reducir el déficit… (Risas)”. 

¿Cuáles son tus principales proyectos para este 2021 en Edesur? 

“Los principales proyectos son ponerle un medidor a cada usuario, para nosotros convertirlos en clientes. Cuando tú eres cliente, tienes derechos frente a la empresa; cuando tú eres un usuario no tienes derecho, porque estás usando una energía que no necesariamente estás pagando por ella. Entonces, mi principal proyecto es aumentar la cantidad de clientes, aumentar la cantidad de facturación y reducir las pérdidas”.

De estudiar con velas, a ser parte de la solución

Para Milton Morrison ser parte de los que contribuyen a resolver el problema eléctrico, es un desafío personal. 

Desde temprana edad sufrió con los prolongados apagones que lo obligaron a estudiar, muchas veces, a la luz de una vela. No obstante, Milton convirtió ese problema nacional en un reto personal, razón por la que decidió estudiar ingeniería eléctrica para, de alguna forma, poner su granito de arena en ser parte de la solución del problema eléctrico. 

Milton, eres egresado de la carrera de ingeniería eléctrica de INTEC. ¿Por qué decidiste estudiar ingeniería eléctrica?

“Yo desde muy joven era gran admirador de hombres y mujeres de ciencia y leía mucho de Edison, Einstein, Tesla, Mary Curie. Entonces, cuando llegué al bachillerato, en lugar de hacer el tradicional, me fui a un politécnico donde pude hacerme perito en electrónica, y como ya tenía esa formación desde el bachillerato, decido ir a la universidad a estudiar Ingeniería Eléctrica, siempre soñé con ser parte de la solución. Imagina que terminé el bachillerato en el año 1991, cuando estábamos en medio de la guerra del Golfo, cuando había una crisis de petróleo y una situación energética terrible, y aquí en el país habían apagones a toda hora, ya que no había combustible. Los apagones eran tan grandes que yo crecí viendo los apagones y estudiaba mis clases en la casa con una vela, con una lámpara de kerosene, y yo dije: ‘yo tengo que contribuir para resolver este problema’. Y por eso decidí estudiar ingeniería eléctrica con el sueño de ser una persona que pudiese contribuir con la solución del problema eléctrico”. 

¿Qué se siente ver ese sueño materializado?

“Una gran satisfacción, porque tú tienes la posibilidad de contribuir con el desarrollo del país. Cuando yo veo que nosotros en EDESUR podemos suministrar casi el 99 % de la demanda, que no hay apagones, digo: ‘¡Wow!’ El poder ser parte ahora de esa solución me genera una gran satisfacción y alegría. De estudiar con velas y con lámparas, a ser una persona que contribuye a resolver el problema histórico de la electricidad”.

¿Cómo fue esa experiencia en INTEC?

“La Universidad INTEC para mí significa mucho en mi formación profesional. Fue el espacio que me forjó el carácter académico para enfrentar los problemas profesionales y de la vida. El mismo sistema educativo de INTEC, que es trimestral, esa rapidez enseña a uno a poder enfrentar los retos y buscarle solución de una manera muy práctica. Yo le agradezco mucho a la universidad INTEC y me siento muy orgulloso de ser egresado de la misma”. 

Posees una maestría en Planificación y Desarrollo de la Universidad de Bradford, Inglaterra. ¿Cómo fue esa experiencia en Inglaterra?

“En Inglaterra estuve casi dos años. Esa experiencia allá fue muy grato, no solo desde el punto de vista académico, sino de la vida, porque hace 21 años, vivir en una sociedad como la británica, que siempre ha sido de vanguardia… eso me dio como una cosmovisión diferente del mundo. Poder estudiar Desarrollo y Planificación en Bradford fue una respuesta también de formarme para poder contribuir al país”.

En el 2002, te graduaste de una especialidad en Estrategias de Mercados Eléctricos del Public Utility Research Center, de la Universidad de Florida, EE. UU. Cuéntanos, ¿qué recuerdos tienes de esos estudios en Florida? 

“Esa especialidad fue la que me dio la base para entender el sistema eléctrico en República Dominicana. La base para entender cómo funcionan los mercados eléctricos y, obviamente, fue una gran experiencia porque es un centro muy importante que ha formado muchos reguladores y personas del área de la energía, y salir de ahí con esa especialidad es algo que ha contribuido bastante a mi formación profesional”.

Nelson Morrison: su mentor

Nelson Morrison no es solo un hermano para Milton. Lo define como su mentor y como su segundo padre. 

Su admiración y cariño por su hermano es tal, que se emociona al hablar de él. Sus ojos se llenan de brillo y trata de contener las lágrimas… 

Fue la persona que lo estimuló a que continuara sus estudios de Ingeniería Eléctrica. Incluso, Nelson fue quien lo ayudó a pagar sus estudios universitarios y con quien luego formó la empresa familiar: Morrison Ingenieros.

Milton, iniciaste tu carrera profesional en 1998, cuando fundaste con tu hermano Nelson la empresa de ingeniería Morrison Ingenieros. ¿Cómo han sido estos 22 años de esa empresa? 

“Fundamentalmente, ese es el punto de partida del Milton ingeniero, del Milton profesional. Nosotros formamos esa empresa cuando concluimos los trabajos de remodelación del Palacio de los Deportes. Ese techo naranja que uno ve hoy, era verde… esa cúpula la pusimos mi hermano y yo cuando él recibió la asignación de ese trabajo. Siendo yo un joven de 22 años, me tocó la responsabilidad de instalar todo el sistema de las luminarias, y aire acondicionado. Cuando concluimos ese proyecto decidimos formar la compañía. Mi hermano Nelson es un mentor para mí, es ingeniero civil. Es una persona fundamental en mi vida, que me ha guiado y que he seguido sus pasos en términos profesionales. Así, un día dijimos: ‘vamos a formar una compañía que se llamará Morrison y Morrison Ingenieros’. Fueron unos inicios muy duros, pero de ahí fue que me formé, me desarrollé y el ingeniero que soy hoy en día es fruto de muchos proyectos que nosotros desarrollamos ahí. Yo no veo mi vida profesional sin ese capítulo de hace 22 años, cuando formamos esa empresa y que todavía está ahí y que ha desarrollado muchos proyectos”.

¿Qué significa para ti tu hermano Nelson Morrison? 

“Nelson es mi mentor principal, mira que me conmuevo… (Ojos lagrimosos). Yo soy el ingeniero que soy por él. Cuando decidí estudiar ingeniería, en INTEC en ese momento era una de las universidades más caras. Él había estudiado allá, se había graduado. Y cuando le dije que quería estudiar ingeniería, y que iba a tomar un crédito educativo también, él me dijo que la diferencia del dinero me lo pagaría de su salario, incluso, cuando él estudiaba en 1993 su maestría en Barcelona, en la Universidad de Cataluña él me seguía ayudando … Es una de las personas que en los momentos mas difíciles como ingeniero y como persona siempre ha estado ahí conmigo. Y es un referente profesional, porque si yo fuera a elegir un ingeniero por cuya ética, responsabilidad yo admiro, yo elijo a mi hermano Nelson… Por eso (Hace una pausa)… cuando me haces esa pregunta me emociono. Es tanto así, que en el 2013, en INTEC me otorgaron un premio que le dan a los egresados por su trayectoria. Es el galardón más alto que da la universidad. Se llama ‘Egresado Destacado’, y yo lo gané en el 2013, y cuando me lo estaban entregando dije: ‘no puedo recibir esto si no lo comparto con mi hermano’. Es una cosa extraña como me emociono, pero es que hay una conexión muy profunda con él.

Si hay una persona que ha estado en los momentos importantes de mi vida, en las caídas y los éxitos, es él, al igual que mis otros hermanos. Nelson fue como un segundo padre, porque jugó un papel fundamental cuando éramos niños, porque era el hermano mayor. Él me lleva 6 años, pero fue muy maduro desde muy joven”. 

Y hoy, Morrison Ingenieros, junto a tu hermano, está ahora hasta en Dubai… ¿Cuéntanos de ese progreso? 

“Sí, mi hermano Nelson, que es un pionero en la proliferación de programas de diseños estructurales en el país desde hace 20 años trabaja con una empresa de desarrollo de software desde hace 17 años, cuya sede está en San Francisco California, y desde hace dos años abrió una oficina de ingeniería en Dubai, donde todos los softwares que se venden para el desarrollo de la ingeniería estructural, los representamos nosotros, tanto en Emiratos Árabes como en Latinoamérica”. 

En el 2000, fuiste nombrado director de Energías Renovables de la entonces Secretaría de Industria y Comercio. ¿Esa fue tu primera experiencia trabajando para el Estado?

“Sí, fue una experiencia extraordinaria. Luego de regresar de estudiar desde Inglaterra, y se crea esa dirección de Energía no Convencional en la Secretaría de Industria y Comercio. Y ahí, buscando posibilidades, yo había sido traductor de una persona que trabajaba en la CDE, y en una ocasión fue una comisión a Londres, y en esos tres días trabajé muy de cerca con esa comisión. Así es que cuando regreso al país, le escribí a esa persona que le serví de traductor allá, y le dije que venía de retirada, y entonces, él me recomienda y así conseguí mi primer trabajo en el sector público”.

En el 2001, comenzó tu carrera como profesor en tu alma mater, INTEC, enseñando Ingeniería Eléctrica. ¿Te gusta enseñar? ¿Qué es lo que más te gusta de la docencia?

“Te voy a decir algo Haydée: no solo ser profesor. Yo llegué a ser director de la carrera que estudié, solo seis años después de graduarme… En el año 2001 fui director de la carrera Ingeniería Eléctrica de la Universidad INTEC. Me resultó muy extraño, porque ahora yo era el jefe de los que fueron profesores míos… (Risas). Eso fue para mi un gran honor, porque lo primero que uno valora como profesional es tener la posibilidad de retribuir y dar algo de lo que tu haz aprendido, y ser profesor de la universidad INTEC, durante casi 15 años de manera ininterrumpida, me ayudó bastante como profesional para poder mejorar muchas cosas que en el tiempo he podido ir haciendo”. 

En 2010, fuiste nombrado Vicepresidente Ejecutivo de la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE), cargo en el que te desempeñaste hasta 2017. ¿Cómo fueron esos 7 años en ADIE? 

“Los años en ADIE fueron de gran aprendizaje. Entender una cara diferente del sector eléctrico vista desde el sector privado. Unos años que me permitieron hacer relaciones muy importantes con el sector privado. Unos años de aprendizaje total. No me arrepiento de ningún día de esos años que viví ahí, porque fueron años que me enseñaron bastante, no solamente del sector empresarial, sino también de cómo funciona la sociedad dominicana en general”.

“El camino no transitado”

Milton Morrison Ramírez nació en Santo Domingo un 14 de agosto de 1975. Es hijo del escritor Mateo Morrison, quien fue Premio Nacional de Literatura de República Dominicana (2010), y su madre, Cristobalina Ramírez.

Milton tiene otro hermano, Franklin, ingeniero industrial, creador en el país de “La Sociedad Dominicana Para la Calidad”, una institución que surgió con el propósito de trabajar y realizar eventos sin fines de lucro, enfocados a la calidad y competitividad. En el año 2000, Franklin se une a Milton y Nelson a Morrison Ingenieros.

Hoy es difícil decir quién es Milton Morrison, ya que además de ser un ingeniero eléctrico y empresario, también es un brillante escritor (como su padre) y, desde el 2017, es un “político dominicano”, ya que ese año fundó su propio partido político: País Posible.

Milton, eres autor de varios libros. ¿Cuántos has escrito en total y cuál es el que más atesoras o el que te ha dado mayores satisfacciones? 

“He escrito cinco libros. El que más atesoro, al que más le siento amor, es uno que se llama: ‘La ruptura generacional hacia una renovación de la esperanza’, porque es un libro que más que reflejar cifras, datos, mi pensamiento social, político, de cómo veo la República Dominicana desde diferentes puntos de vista y ese es el que más me conecta”. 

En 2017, fundas el partido político País Posible. ¿Qué te motivó a fundar tu propio partido político? 

“Desde siempre he tenido una vena social, política, y durante muchos años era un espectador de la realidad política, y llegó un momento, cuando cumplí 40 años, en un cumpleaños, que me acompañaron muy buenos amigos en la terraza de mi casa… Cuando terminamos ese evento, me pregunté: ‘¿Milton, si Dios te diera seis meses de vida o un año, tú quisieras seguir haciendo lo que has hecho hasta ahora?’ Y me dije que no, no quería seguir haciendo lo mismo. Tenía que salir de mi zona de confort, abrazar un desafío diferente y contribuir a la trasformación de mi país y formé un partido político”.

¿Qué dijo Davidia, tu esposa?

“¡Que estaba loco! (Risas)… Y no solo eso: me preguntó en qué tiempo lo iba a hacer, porque me iba a chocar con ADIE, y le dije: ‘¡es que yo voy a renunciar de ADIE!’… Y me dijo: ‘¿Cómo que tu vas a renunciar de ADIE?’… Y yo le dije: ‘Bueno, en el camino resolvemos’. ¡Imagínate!… Un hombre con una familia, con dos hijos, se le mete esa locura, pero esa locura funcionó… Gracias a Dios, País Posible es un partido bien constituido, participamos en las últimas elecciones, está reconocido. Hay personas jóvenes ahí y estamos en proceso de construcción. Y di ese paso porque quise dejar de ser un espectador y convertirme en un ente activo de la política. Alguien que pudiese entrar en la arena política, hacer propuestas, debatir, y la mejor forma de hacerlo era creando nuevos espacios. Había dos caminos: o me sumaba a lo existente o creaba uno nuevo. Y yo soy seguidor de un poeta estadounidense, Robert Frost, que escribió un poema muy famoso que se llama: ‘El Camino no transitado’. Y, en resumen, lo que dice es que en un bosque bien tupido había dos caminos: había uno que parecía que estaba bien transitado, pero al final había una lucecita y todo el mundo tomaba ese camino porque se sabía a dónde llegaba; pero había otro camino que estaba lleno de hojas, que parecía que nadie lo había transitado… y dice el poeta Robert Frost que ‘haber tomado el camino no transitado hizo toda la diferencia’. Así que yo decidí tomar el camino no transitado. En lugar de sumarme a un partido, yo dije: ‘voy a hacer uno’”.

¿Qué significa tu familia para ti, tus dos hijos, y tu esposa Davidia?

“Davidia es mi compañera, mi soporte fundamental de momentos difíciles. La que me ha apoyado muchas de mis locuras. Gracias a Dios, muchas me han salido bien y otras no tan bien, y ella se ha mantenido al lado mío y eso es algo que valoro, quiero y respeto. Es la compañera de vida fundamental. Y mis hijos, Charlize y Denzel, a través de cuyos ojos veo el país con el cual estoy comprometido. Cada paso que doy trato de darlo pensando en lo que ellos van a pensar de mí”. 

Milton, ¿Edesur es el mayor reto de tu carrera profesional? 

“Yo entiendo que es uno de los mayores retos en mi vida, no es simplemente mejorar una empresa, sino mejorar un servicio que toca a miles y miles de dominicanos. Además, es un desafío porque tiene tantas deudas sociales, en el sentido que no ha podido brindarle un servicio de calidad a la población”. 

¿Quién es hoy Milton Morrison?

“Milton Morrison es un ciudadano común y corriente, preocupado por su país, que apuesta a la construcción de una sociedad más justa y equitativa, alguien que cada día se levanta con el estusiasmo y la esperanza de contribuir con una mejor República Dominicana”. 

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