Miosotis Rivas Peña, Directora general de la Oficina Nacional de Estadística (ONE):  “Los nuevos datos del Censo son de  calidad, fidedignos, con los cuales el Gobierno podrá tomar mejores decisiones”

En su primera entrevista después de dar a conocer los primeros resultados preliminares del X Censo Nacional de Población y Vivienda, Miosotis Rivas Peña, directora general de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), conversa a fondo con revista CONTACTO y nos revela en exclusiva todos los pormenores del Censo, el por qué tomó tanto tiempo realizarlo, los costos, las informaciones tabúes, y por qué pasaron nueve meses antes de ofrecer los primeros resultados.

Las estadísticas son clave para un país, pues permiten visibilizar las vulnerabilidades y las grandes desigualdades que caracterizan a una nación o una región.

El que no entiende la importancia de generar más y mejores datos para la toma de decisiones, y así hacer visibles las distintas problemáticas que existen en un país, no sabe lo que son las estadísticas. 

Y, ¿qué son? La mejor definición es: “ciencia que utiliza conjuntos de datos numéricos para obtener, a partir de ellos, inferencias basadas en el cálculo de probabilidades. Las estadísticas reúne, clasifica y recuenta todos los hechos que tienen una determinada característica en común, para poder llegar a conclusiones a partir de los datos numéricos extraídos”.

En República Dominicana, la Oficina Nacional de Estadística (ONE) fue creada el 1 de noviembre de 1935, es decir, desde hace 88 años que el país cuenta con esta importante institución.

En la actualidad, su directora general es Miosotis Rivas Peña, economista, quien desde hace tres años se encuentra al frente de la entidad, adscrita al Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo. 

Para conversar a fondo con Rivas Peña, revista CONTACTO la entrevistó para nuestra sección Business From Cappuccino, desde el restaurante Il Cappuccino, junto a su propietario, Claudio Paccagnella. Además, a la conversación asistieron, por parte de la ONE, Ravel Elías Domínguez Medina, director de Tecnologías de la información y Comunicación, y Raysa Hernández García, encargada del Departamento de Comunicaciones.

Su entrada a la ONE

Miosotis, el 17 de agosto de 2020 asumiste como directora de la ONE, ¿Cómo han sido estos tres años frente a la Oficina Nacional de Estadística?

“Han sido como a mí me gusta, reto tras reto. Todo un desafío. Yo lo defino como subir al Everest, apagando fuego, pero es un momento interesante, porque es una oficina que tiene mucho que dar y que tenía mucho esperando porque se le diera la luz”. 

Llevar las estadísticas de un país es una gran responsabilidad. Tu eres economista y supongo que cuando asumiste tenías muy claro el peso de esa responsabilidad tan importante.

“Yo recuerdo que yo vivía fuera del país y la pandemia me atrapó aquí. Yo estaba trabajando fuera y no pude volver. Miguel Ceara Hatton me llamó antes de entrar al gobierno, y me pregunta si a mí me interesaba ser parte del equipo del gobierno, y que era en la ONE. Y yo le dije: ‘Miguel, no sé, la ONE, lo mío no es la estadística, yo soy economista, aunque he estado muy relacionada con la ONE. Primero, como investigadora, porque era investigadora en la Universidad, pero luego yo estuve dirigiendo un programa en Intec y establecimos un programa con la ONE y enviábamos estudiantes, que eran parte de mis estudiantes de Ciencias Sociales que venían a trabajar en la ONE. Y recuerdo que él me dijo: ‘hay dos retos: la Reforma y el Censo’. Luego, yo le dije que ‘me dejara conversar con algunas personas de la ONE para ver’, y luego que dije que sí, no me imaginaba en lo que me metí…porque uno es usuario del Censo, pero las implicaciones que tiene dirigir un Censo, y más en estos contextos, realmente es todo un reto, pero también es un compromiso cuando una observa que, al final, estás dejando todo un legado de datos de calidad para que se tomen decisiones y que este país pueda ser transformado. Entonces, una dice ¡démosle!”.

La ONE es una institución que tienen 88 años. ¿Cuál es el principal legado que te gustaría dejar?

“Mi principal legado creo que es un cambio de cultura organizacional, pero también de dónde tiene que trascender una institución como esta, que esté muy acorde a los tiempos que estamos viviendo. Si uno pudiera definir las personas que trabajaban en los institutos de estadística, no solo aquí, sino en otros países, puede ser como un ratón de biblioteca: es alguien que está ahí, aislado, que hace sus cosas sin tener que coordinar, ni articularse con otros. Yo creo que hay un tema de un legado de la articulación con otras instituciones, responder a la demanda, de la planificación nacional y, por el otro, está todo el reto tecnológico. Nosotros hicimos el primer censo digital, el primer censo tecnológico; cómo vamos dando procesos automatizados; cómo vamos permitiendo que todo el tema de la tecnología en una institución que debe repensarse a partir de lo que el beneficio de la tecnología puede hacer para una ciencia tan exacta. Recordemos que la tecnología es una ciencia, es una rama de la matemática… Ese legado tiene que ser con esa transformación organizacional, yo lo he llamado en tres áreas: infraestructura de gestión, que es la gestión de los procesos; infraestructura tecnológica; y la infraestructura recursos humanos, porque la ONE tiene un bagaje institucional a nivel de técnicos y todo, pero que le hace falta hacerle un upgrade, porque ya los chicos jóvenes, para tú atraerlos y que se queden, necesitan también una institución que tenga buenos beneficios salariales, una serie de estímulos y desarrollo de competencias acorde con los nuevos tiempos”.

Cuando asumiste, dijiste “trabajaremos para tener una institución orientada a los usuarios y usuarias que son los que tienen una labor de fiscalización”. ¿Cómo han logrado integrar los usuarios a la ONE?

“Hemos tenido varias etapas, lo primero que hice fue escuchar a las personas de la institución, los colaboradores, qué tienen que decir. 369 empleados fijos tenemos, pero tenemos el personal que es temporal, que se contrata por las encuestas. Por ejemplo, ahora vamos con una encuesta que va a tener como 450 personas por dos meses, pero eso va variando. 

Lo del usuario, tuve ese primer mes escuchando a la gente, pero escuchando a la gente, a los internos; hicimos unos espacios de diálogo, eso lo hacíamos el último miércoles de cada mes, se hacía un encuentro con diferentes usuarios por Teams. Comenzamos a escuchar al movimiento de mujeres, a la Cámara Tics, a la ANJE, a los académicos… Hicimos una reunión con los rectores de las universidades para ver qué era lo que la gente quería, y la gente decía ‘queremos estadísticas oportunas, queremos estadísticas de calidad’, y abrimos una dirección de normativa y metodología, y en esa dirección hemos logrado que cuando estamos diseñando nuestros procesos estadísticos, siempre se busque consultar a los usuarios, escuchar qué es lo que los usuarios quieren”.

369 colaboradores. ¿Tienen el personal que necesitan?

“Yo creo que podría hasta bajar, pero qué es lo que pasa, que la ONE no tiene, lamentablemente, un presupuesto que pueda atraer empleados de calidad. Estamos trabajando en eso. De hecho, ahora mismo, el Ministerio de Administración Pública nos hizo una encuesta de clima laboral, todo sale bien, menos el tema de los salarios. Eso provoca mucha rotación de personal.

Cuando yo llegué a la ONE, la gente me decía: ‘la ONE es una escuelita’, la gente llega a aprender, y cuando están preparados, se van para otro lado. Y ese es el día a día. Esto no es solamente atraer recursos, es mantenerlos. Nosotros estamos conversando con el Ministerio de Economía de cómo podemos hacer para mejorar esa situación de la oficina y poderle inyectar un mejor presupuesto que esté de acuerdo, no al ideal, pero al medio por lo menos”.

¿Cuánto ustedes están por debajo del presupuesto?

“Este año tenemos un presupuesto de 541 millones de pesos. Pero nosotros necesitaríamos unos 825 millones para poder estar a tono con los productos que necesitamos entregar a la sociedad dominicana, en tiempo y en calidad”. 

X CENSO 

Miosotis, desde su creación, la ONE ha tenido como su principal labor en producir censos nacionales de población y vivienda, establecidos para cada diez años. ¿Por qué no se han podido realizar en los últimos 50 años cada 10 años como dice su reglamento? 

“Lo de los 10 años es una aspiración y es una recomendación que hacen las Naciones Unidas. Esa recomendación se hizo, específicamente, en 1950. Sin embargo, los países como el nuestro, países en vías de desarrollo, no es fácil que lo puedan hacer cada 10 años. Son muchos factores. Pueden ser factores políticos, factores económicos. Nosotros estábamos preparándonos para el 2020 y llegó la pandemia”. 

En general, ¿cómo evalúa la realización del último Censo Nacional de Población y Vivienda? 

“Lo califico como un éxito, porque un proyecto como ese, llevarlo a cabo con todos los inconvenientes, es un gran reto… Nosotros le hemos llamado a esto ‘la gestión de la complejidad’, porque es un proyecto que desde sí es complejo. El tema no es que técnicamente no estés preparado, sino que todas las herramientas que tenías pensado tener: lo económico, lo político, lo institucional, lo técnico, manejando todo al mismo tiempo, que te pueda ocurrir una tormenta perfecta, y luego sortear bien eso, es un gran desafío… Una de las cosas que nosotros veíamos el año pasado era la fecha de salida, porque con ese tema difuso, la planificación también es difusa”.

¿Cuánto tiempo estuvieron planificando el censo?

“Los censos se comienzan a planificar con cinco años de antelación. Este se comenzó a planificar en el 2016. Nosotros hicimos un cambio importante en materia tecnológica, de cómo se levantaba. Eso implicó un mayor peso en la planificación. Para que tengas un poco de idea de la complejidad, nosotros, en julio del 2021, habíamos trabajado con Carlos Pimentel una reunión para ver cómo se iba a hacer todo el proceso de compras de las tabletas. Compramos 35,000 tabletas. 

Para hacer el pliego de las licitaciones, capacitamos a los peritos, sacamos todo el proceso. Y en diciembre de 2021, cuando teníamos que tener adjudicado todo, el proceso se nos cayó, porque unas empresas no cumplieron…

Y unas tabletas que teníamos pautado para que todo saliera sin rush, no bien, porque bien salió, que saliera sin rush, sin estrés, era junio de 2022, y tú sabes ¿qué día llegó el último lote de 6,000 mil tabletas?… Llegaron el veintitanto de septiembre, a días del Censo. Y que no era que la gente salía con la tableta y se iba, porque para poner la tableta ready, se necesitaban seis meses, no para salir a terreno, para ponerla lista para la capacitación que comenzaba en octubre. 

Y nosotros teníamos un ‘mercado de clonación de tabletas’, en los pasillos y todo. Tu salir y mantener tu fecha, en materia de gestión, eso es un éxito muy importante”.

¿Por qué demoró 14 días para la realización del Censo? 

“El censo del año 1920 duró un año aquí en el país… Ojalá yo tener un año.

Yo lo encontré planificado para siete días, lo que quiere decir, que en siete días, se necesitaban 65,000 personas, las que se tenían que gestionar, pero a mí solo me dieron un presupuesto para 35,000 personas… Lo llevamos a 14 días para distribuir.

Pero para que te hagas una idea, Panamá tardó tres meses en hacerlo, Costa Rica duró un mes y medio, que tuvo que extenderlo después a cuatro, por la complejidad del proceso…

No todo el mundo está sentado en su casa, esperando que venga la ONE, tú tienes que visitar varias veces. Tú lograr, en ese tiempo acotado, que todos los hogares puedan ser levantados, ¡eso es un reto grande!

Ojalá que ahora qué tenemos tecnología, al próximo que le toque, se pueda levantar mucho auto empadronamiento, por internet y cosas así. Países como Uruguay y Argentina hacen tres meses en digital y toman un día para el que no lo hizo digital, y tú lo puedes levantar.

Pero eso implica un Estado que esté en coordinación y listo para muchos procesos que se tienen que hacer en ese sentido. Pero estamos caminando hacia ahí”. 

¿Cuál fue el principal problema que presentaron?

“Hubo de todo, ¡una campaña descomunal en contra! Cómo tú promueves una campaña en contra del único instrumento que tiene, no este gobierno, sino cualquier gobierno que quiera gobernar un país, y lo vaya a hacer sin datos, ¡eso no lo entiendo! Si algo yo valoro de mi equipo, fue esa capacidad de apagar fuego. Nosotros teníamos un helicóptero a nuestra disposición del Ministerio de Defensa, que cualquier cosa que pasara, podíamos trasladarnos. 

Nosotros hicimos un ranking de provincias, desde la más compleja hasta la más suave, en base a criterios geográficos, en cómo estaba el relieve. Una provincia como Santiago, tú te encuentras el municipio de Santiago, hasta allá arriba que es una loma, y el tema de la conectividad y la tecnología. 

El tema cartográfico, que hay personas que dicen que no son de ahí y no se quieren dejar censar. 

El reclutamiento fue un desafío muy fuerte. Nosotros necesitábamos llevar a las aulas 50,000 personas para contratar 35,000. La primera convocatoria, solo pudimos conseguir 20,000 personas. Se hizo una segunda convocatoria, pero además de eso, tuvimos un equipo de facilitadores swat. Entonces, identificamos que habían 5 provincias en las que teníamos que concentrarnos, que eran el Gran Santo Domingo, Puerto Plata, La Altagracia, San Cristóbal y Santiago, ahí teníamos centro de operaciones, soporte técnico y soporte cartográfico. 

Una de las cosas que la ONE debe garantizar, por ley, es la confidencialidad de los datos. Entonces, tú tienes que tener esto lo más inviolable posible de ciberseguridad. 

La tableta era algo que lo que abría la oportunidad de tu entrar era la cédula, pero la cédula de la persona asignada. Como encargado de polígono, tú tenías asignado supervisores y empadronadores, pero si esa gente no se aparecía, eso había que sincronizarlo otra vez y eso duraba cuatro o cinco horas… Tenías la carga operativa, que en función de la cartografía, se asignaba… En definitiva, muchas complejidades”.

¿Cómo evalúa el tiempo que han demorado (9 meses) en dar a conocer los primeros resultados del Censo? 

“Nuestra referencia en todo momento, para pasar a trabajar con tabletas, fue el tiempo de entrega. El tiempo de entrega del censo de 2010 fueron 18 meses, y ahora lo hemos reducido a la mitad. Eso es un logro, un logro muy importante.

Pero no solamente en el Censo hemos reducido el tiempo, en la Oficina Nacional de Estadística hemos reducido el tiempo en nuestras dos encuestas principales, como la Encuesta Nacional de Hogares, y nuestra Encuesta Nacional de Actividad Económica… El tiempo de la EnHogar eran 18 meses, y la hemos reducido a 5. Claro, el Censo es una dimensión más grande, porque en una encuesta tú tienes una muestra representativa. Imagínate tú, en una encuesta se levantan 38,000 viviendas, pero en el Censo eran más de 4 millones de viviendas. 

Además, las tabletas había que recogerlas en todo el país, y solo en hacer el back up de las tabletas tardamos dos meses. Nosotros tuvimos siempre un resguardo, porque teníamos el envío puro que hacía cada empadronador. Cada vez que un empadronador terminaba un cuestionario se cerraba y se enviaba. Ese era el almacenamiento crudo”.

Qué piensas cuando escuchas críticas del tiempo que demoró en hacerlo, en dar los datos?

“Por mi vida espiritual que tengo, creo que cada quien maneja sus intereses en función de sus motivaciones. Cada quien tiene la suya y yo tengo la mía. La mía es que yo estaba en un proceso que ameritaba la calidad y eso era lo que yo quería garantizar. Los nuevos datos del Censo son de calidad, fidedignos, con los cuales el Gobierno podrá tomar mejores decisiones.

Ahora, en cuanto al dato de la población, que la gente estaba diciendo si somos más o si somos menos, primeramente, recordar que son datos de residentes habituales. Son personas que viven en un hogar seis meses o que tienen intensiones de quedarse seis meses más. 

La tasa de crecimiento de este país tiene 7 décadas que viene bajando, yo digo que subió ahora, pero demográficamente debió haber aparecido una cosa, tan extraordinaria demográficamente hablando, que cambiara esa tendencia… Y la tendencia normal a nivel mundial es a la baja. Entonces, que va pasando, los hogares van cambiando, los hogares van disminuyendo. Nosotros tenemos muchos hogares un parentales, y la tasa de fecundidad va bajando. El tema de la migración, hay mucha gente que va de paso”. 

¿Cuáles son los datos más importantes, según su opinión, de este Censo? 

“Nosotros nos comprometimos que íbamos a dar población total, población por censo, número total de viviendas y densidad poblacional. Sin embargo, pudimos dar datos de provincias y de región, tanto de vivienda como de población. 

Dimos también la tasa de crecimiento intercensal, y eso ha sido un tema importante, porque esos datos son importantes para algunos indicadores que se necesitan, que son los totales a nivel de provincias y nacionales; calcular el tema del déficit habitacional. Hay un dato que ha llamado la atención y es de las viviendas desocupadas”. 

El dato sobre la población, dice que hoy somos 5,437,095 mujeres y 5,322,933 hombres. ¿Qué significa esto para el país?

“Ese es un dato que es consistente en el tiempo, y lo que vamos viendo es un dato que tiene mucho que ver con las migraciones. Quizás las mujeres son las que están migrando más. 

Este es un dato que al gobierno le sirve para planificar, por ejemplo, mujeres en edad reproductiva. Eso te dice qué tipo de atención hospitalaria debes tener. Y ese dato es más rico cuando lo puedes ver por edad”. 

¿Cuándo darán a conocer los próximos resultados, y cuáles serán?

“El 31 de octubre tenemos los próximos resultados”.

¿Qué mensaje le envías a los dominicanos que les están estregando estos datos?

“Yo tengo un hashtag que dice ‘#tenemosdatosusemoslo’, porque la gente vive diciendo que no hay datos y ahora que los tienen, quieren decir que están malos. Planifiquemos en función de esos datos, comencemos a usar esos datos, y es una inversión que hemos hecho como Estado”.

¿Cuánto costó este censo?

“El presupuesto del año pasado, pero que no se gastó tal así, creo que fueron 2,000 millones y algo, pero el presupuesto era de 3,597 millones de pesos el año pasado. Pero acuérdate que el Censo se viene planificando desde el año 2016, entonces, siempre ha tenido asignaciones para ello. 

Al final de cuenta, puede ser que cierre como en unos 4,000 millones de pesos, del 2016 para acá. Porque todavía nos falta. Este año tenemos asignado presupuesto, y el año que viene todavía también, porque tenemos el tema de la difusión, que no se ha terminado aún”. 

¿Cómo te has sentido en esta nueva etapa de servidora pública?

“Bien. Yo decía el otro día, al final de un discurso, que todo es amar y servir. Yo soy una persona criada al estilo Jesuita y creo que para mí es una oportunidad. 

Yo tenía 15 años viviendo fuera de mi país, y estar aquí dándome y dando lo que yo he aprendido en otros momentos, lo que también el país me permitió hacerme como persona, como profesional, es sumamente importante.

Yo quiero que la institución trascienda y todo mi recurso humano está enfocado en ello”. 

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