Pamela Castillo, directora de Comunicación y Marketing de la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana: “Yo creo que la clave de la comunicación, en sectores tan sensibles como este, es la transparencia”

Las comunicaciones corporativas son cada día más importantes, ya sea para el sector público como el privado. Pero si estamos hablando de los bancos múltiples del país, cobra mayor preponderancia, pues la banca está en todo y con todos. Por ello, la labor que lleva Pamela Castillo en la ABA, desde el 2011 y en los últimos tres años como directora de Comunicación y Marketing, ha sido de mucho aprendizaje. “La ABA ha sido mi escuela, mi casa, mi familia, y creo que es lo que ha hecho que yo tenga todos estos años aquí, y que día a día es un aprendizaje nuevo, ya que la banca está en constante evolución”.

Dirigir las comunicaciones de 16 bancos múltiples de un país no es tarea fácil. Sin embargo, para Pamela Castillo, este ha sido su mundo por los últimos 12 años.

Pero para llegar a tener esta experiencia en la banca dominicana, primero Pamela se dedicó a estudiar, y a estudiar mucho. Magíster en Responsabilidad Social Empresarial y Sostenibilidad, de doble titulación, por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), además de un Magíster en Periodismo, mención Comunicación Institucional, por la Universidad Antonio de Nebrija, en Madrid, España.

Pamela es egresada de la carrera de Comunicación Social, de la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD). Ha realizado diplomados, cursos y talleres en Comunicación Corporativa, Periodismo Energético, Relaciones Humanas, Locución, Periodismo de Investigación, Economía para Periodistas, Maestría de Ceremonias e Imagen en Televisión, Lectura de Noticias, entre otros.

Pero desde hace 12 años se encuentra en la ABA, su segunda casa, donde es la directora de Comunicación y Marketing, y recuerda exactamente el día de su ingreso.

“En abril de 2011 entré a la ABA, un 7 de abril… En un mes, cumplo 12 años, donde no entré como directora de Comunicación, sino que he ido ascendiendo poco a poco”, recuerda Pamela Castillo, entrevistada por revista CONTACTO en las nuevas oficinas de la ABA, en la Hábitat Center Torre de Usos Múltiples (HCTUM), ubicada en la avenida Winston Churchill. 

Su ingreso a la ABA

Pamela, ¿conocías el sector financiero antes de entrar en esta posición? 

“Cuando empecé el oficio fue en el año 2006, más o menos. Duré cuatro años en un medio de circulación nacional, y de esos cuatro años, por lo menos, dos fueron cubriendo el área de economía. Eso me permitió conocer la ABA, conocer un poco el funcionamiento de los bancos, obviamente desde otra perspectiva, desde una perspectiva más externa, no de tan adentro… Conocer la operatividad y funcionamiento de los bancos. En un proceso donde también hice una maestría fuera, y me tocó entrar a un medio haciendo análisis de bolsa de valores y de indicadores bancarios.

Eso me permitió estar en sintonía con lo que tiene que ver con economía, banca y finanzas, y todo el mundo económico. De alguna manera u otra, al entrar aquí no fue que dije: ‘todo me lo sé’, por supuesto que no, pero por lo menos, tener la parte básica para entender y poder aportar dentro del sector nuevo y retador que me tocaba enfrentar”. 

¿Cómo han sido estos 12 años?

“Han sido de muchísimo aprendizaje. Yo digo que la ABA ha sido mi escuela, porque tenía cinco años, en general, en el mundo periodístico cuando entré, pero aquí fue que viví el mundo corporativo, y entré con una visión de seguir haciendo periodismo. Cuando digo periodismo, es la comunicación, ese oficio de nosotros que tiene mucho que ver con transparencia, con el rol que tenemos de educación para la sociedad, porque al final, la información y la educación es empoderamiento. Entonces, de alguna manera u otra, cuando entré aquí a la ABA, yo dije que ya no iba a estar en un medio de comunicación, pero siendo un sector como este, que pasa de manera transversal en la vida de las personas, era una oportunidad también para informar y educar sobre aquello que quizás las personas no sabían y que les iba a permitir, no solamente tener una mejor perspectiva de la banca, sino también una mejor relación.

Eso es lo que ha pasado a lo largo de estos 12 años. La ABA ha sido mi escuela, mi casa, mi familia, y creo que es lo que ha hecho que yo tenga todos estos años aquí, y que día a día sea un aprendizaje nuevo, ya que la banca está en constante evolución”. 

¿Te tocó trabajar con Don Manuel López, con quien supongo que aprendiste mucho?

“Bastante, el señor López tenía en su sangre el don de pedagogo. Él, todo el día, nos apoyaba, nos educaba… No solamente en mi caso, sino con todos los colaboradores de ese entonces de la ABA. La forma de él comunicar, la forma de hablar de los intereses que tenía la institución, de hacia dónde íbamos, era prácticamente enseñando, porque a él le gustaba que uno aprendiera y entendiera el porqué de las cosas.

Al señor López lo veía como a un padre, alguien que me motivaba a ser mejor cada día y a dar lo mejor de mí, porque era una persona muy perfeccionista, muy correcta, muy ética”.

¿Cómo ha sido trabajar con Rosanna Ruiz, presidenta ejecutiva de la ABA, y la primera mujer en estar al frente de la asociación?

“Doña Rosanna ha sido la bendición, como nosotros le decimos, porque con el Sr. López estábamos acostumbrado a trabajar con una persona que era muy caballerosa, correcta y, de alguna manera u otra, nuestro temor era que eso se perdiera… y ¡ha sido todo lo contrario! Doña Rosanna nos ha acogido como si tuviéramos siglos trabajando con ella. Es una persona muy visionaria, muy cercana, muy humana. Entonces, para nosotros ha sido más que un privilegio de que ella nos dé la oportunidad de acompañarla en su reto de llevar la presidencia de la ABA, y que podamos acompañarle en lograr tener un sector financiero más cercano, más fortalecido, y usuarios financieros más empoderados”. 

¿Cómo te sientes trabajando para una institución que requiere de un tipo de información tan importante, y clave para todos los usuarios?

“En mi caso, lo que me ha ayudado en ese ejercicio de informar, es ponerme la chaqueta de que ‘yo soy una usuaria financiera’, y en la medida en que pueda surgirme una idea sobre un producto o servicio bancario, pienso que alguien fuera del sector también pudiera tenerla. Eso nos hace identificar las oportunidades de información y siempre comunicar desde la perspectiva de informar.

Obviamente, uno aquí dentro evita usar un lenguaje muy técnico, porque puede suceder por ser el día a día de nosotros, pero hay que tratar de que las personas no solamente entiendan lo que se les está diciendo, sino que identifiquen cómo impactan en su vida. 

Muchas veces, por desconocimiento en temas bancarios y financieros, uno puede creer que son complejos cuando oyes esos términos, pero cuando uno saca esa vena periodística y curiosa, es lo que nos permite entender el tema. Y entenderlo nos permite darlo a conocer de una manera más clara, con un lenguaje menos técnico, y en esa medida, las per- sonas pueden conocer cómo les impacta, porque al final, la banca no trabaja para sí, la banca trabaja para los usuarios. La subsistencia de la banca es la confianza del usuario, porque inmediatamente yo ahorro en una institución, estoy depositando confianza y a su vez, esa confianza que estoy depositando, el banco lo traduce en oportunidades para las demás personas. Entonces, es así que los bancos forman parte de un círculo virtuoso que trae desarrollo a la economía”. 

Tu dijiste una palabra clave: confianza. La confianza de esas 16 entiendas miembros de la ABA, con su presidenta, con su equipo, en el día a día, ¿cómo es?

“Es muy activa, porque inclusive, la ABA, dentro de su gobierno corporativo, tiene comités de trabajo con representante de cada banco múltiple y, obviamente, de esos comités hay distintos temas; por ejemplo, hay comité de comunicación, legal, de economistas, de finanzas, de tarjetas de crédito, de usuarios financieros, entre otros. Cada uno de los comités tiene al representante de esa área de cada banco múltiple. Entonces, eso nos permite que todos los temas se trabajan con una visión experta y de manera consolidada. Hay una relación muy estrecha con cada uno de los bancos, a través de cada uno de esos comités. ¡Y qué decirte de los presidentes de los bancos también! Al final, la ABA se mueve con esa lluvia de ideas y ese trabajo conjunto de todos los bancos miembros”.

 ¿Y esa relación es similar con el Banco Central y la Superintendencia de Bancos?

“Por supuesto que sí. Ellos tienen que velar por el buen desempeño y funcionamiento de los bancos múltiples. No pueden trabajar de manera aislada. Entonces, ha sido una relación de muchísima colaboración. 

Yo creo que lo que ha permitido esta buena comunicación es, precisamente, que compartimos los tres entes la misma visión de apoyar el desarrollo económico y financiero del país y de las personas, y eso se ha traducido en iniciativas conjuntas, en los momentos más difíciles, como por ejemplo la pandemia”. 

 
¿Cuál crees que es la clave de una buena estrategia comunicacional entre la ABA y los 16 bancos del país?

“La transparencia. Yo creo que, en la medida en que uno procura ser transpa- rente, eso nos da un trabajo ético, nos da un trabajo que nos va a permitir llenar las expectativas que tienen los usuarios. Yo no creo en las empresas que no son transparentes, porque el que hace lo mal hecho o tiene algo que ocultar, no puede esperar que la comunicación le haga ese milagro. Eso no existe, porque al final la verdad siempre sale a relucir. Si al final yo te digo que la ABA y el sector trabajan con buenas intenciones en procura siempre del bienestar de las personas, eso hay que demostrarlo y a su vez comunicarlo,  principalmente aquellas cosas que impactan en la gente.

Yo creo que la clave de la comunicación, en sectores tan sensibles como este, es la transparencia, porque al final, la transparencia viene de la mano de la confianza, la misma de las personas hacia las entidades financieras”.  

¿Qué le dirías a esas mujeres periodistas, que nunca han trabajo en áreas de finanzas o economía, luego de esta experiencia tuya en la ABA? 

“Te voy a hablar desde mi experiencia, y mi experiencia no arranca desde la ABA… A mí lo que me ha dado resultado es en un momento clave de mi vida, porque empecé muy joven, con 18 años, es no buscar el bienestar económico, sino el aprendizaje. 

Cuando te digo que busqué el aprendizaje, fue que me permitió entrar en un medio de comunicación sin ni siquiera pensar cuánto iba a ganar, sino viendo la oportunidad de entrar al mundo del que yo decidí estudiar; viendo la oportunidad de aportar y de crecer. Eso me permitió desarrollarme, conocer a las personas adecuadas y me permitió estar donde estoy. Hoy estoy aquí por esas personas que fueron mis grandes maestros. Si en su momento yo no hubiese priorizado mi desarrollo personal y profesional, y quizás me hubiese puesto a buscar un trabajo donde ganara mucho dinero, no estuviera aquí. La disciplina es la clave, la responsabilidad es la clave, la ética es la clave”. 

La mujer dominicana

Pamela, ¿cómo ves la equidad de género en el ámbito laboral dominicano actual?

“Desde siempre, he pensado que ¡lo importante es la igualdad de oportunidades! Que a una mujer no se le niegue la oportunidad de trabajar por ser mujer, o que a un hombre se le haga lo mismo por ser hombre, porque al final, si se lo hago a un hombre, estaría cayendo en políticas de desigualdad. Creo que si yo como mujer he luchado y tengo las aptitudes y las condiciones para lograr una posición, que yo tenga la misma posibilidad de lograrla como la puede tener un hombre. También evitar estereotipos, decir que hay posiciones según tu género, raza, edad, religión, entre otros.

Y, ahora mismo, estamos en una sociedad donde no tenemos que limitarnos necesariamente a buscar igualdad en tema de hombre y mujer. Yo, desde mi experiencia, pude desde mis inicios tener retos por ser joven, no por ser mujer. Por estar en un mundo de muchas personas con muchísima experiencia y yo como una ‘pinina’, por lo que hay retos en muchos aspectos, además de los del género.”. 

¿A qué mujer admiras, nacional e internacional?

“Nacional, a Minerva Mirabal, siempre la admiré. Yo soy resultado de mis estudios y mi disciplina, no me quiero imaginar haber crecido en un sistema donde me trancaran las puertas, porque simplemente era así. Antes, la mujer tenía limitaciones para estudiar; ella las tuvo mientras estudiaba Derecho; las mujeres no tenían una voz y más con una figura como Trujillo. Que hoy en día nosotras podamos lograr cosas que, a ella, en su momento, le fue coartado y, aun así, ¡ella se destacó, luchó!… es admirable.

Para mí, Minerva, a nivel local, goza de toda mi admiración por su valentía, por su entereza y por todo lo que logró. Y mar- caron un precedente, ella y sus hermanas. 

Internacional, con Malala, la activista pakistaní que ganó el premio Nóbel de la Paz, y que fue atacada violentamente en Pakistán, porque ella quería estudiar, todo esto, en una cultura donde la mujer no puede estudiar, donde a la mujer se le dice ‘hasta con quién debe contraer matrimonio’. 

Entonces, yo que vengo de una independencia hasta de pensamientos: el que tú logres hitos teniendo que enfrentar retos como esos, para mí es de total admiración”. 

¿Qué consejo te dio tu madre, que te ha servido para toda la vida?

“El que más recuerdo, y más me ha impactado, es que: ‘uno tiene que luchar por ser independiente de pensamiento y financieramente’, para que nada ni nadie nos ponga nuestro valor.

Que nada ni nadie se crea que nosotros tenemos que aguantar cosas o vulnerar nuestra integridad porque le ponen un precio, porque necesitamos de eso. Siempre me dijo: ‘estudia, lucha por tus sueños para que nada ni nadie te robe tu libertad’. Nunca he olvidado eso”. 

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