Pescados de exportación ¡MADE IN DR!

Aunque parezca increíble, desde Salinas, Baní, se están exportando pescados de alta calidad a Estados Unidos y, próximamente, a Canadá. Con una inversión de más de US$10 millones, Kilic Dominik envía hoy Lubina y Dorada a Norteamérica y, a corto plazo, también la Corvina. Gracias a la excelente corriente marina de la zona, temperatura estable del mar, una alta concentración de oxígeno, y alimentos especiales importados desde Turquía, esta empresa líder en Europa (65 mil toneladas de pescado al año) ya comercializa sus productos en cinco cadenas de supermercados y diversos restaurantes de República Dominicana.

Aunque no se tiene una certeza absoluta, existen diversos registros históricos de cuándo comenzó, aproximadamente, la recolección y el consumo de pescados en el mundo. Algunos estudios “aseguran” que el homo sapiens empezó a consumirlos hace 380,000 años… Otros, más conservadores, certifican que estas prácticas se originaron, por lo menos, a principios del Paleolítico, es decir, hace unos 40,000 años… 

Hoy, existen amplias evidencias de que las poblaciones europeas prehistóricas consumían habitualmente pescado, siendo el salmón el más consumido, y que algunas poblaciones amerindias (pueblos que habitaban el continente americano antes de la llegada de los europeos) y africanas fueron recolectoras de moluscos. 

Incluso, análisis isotópicos de restos óseos del hombre de Tianyuan (humanos modernos que vivieron hace 50,000 años en el este de Asia), ha permitido demostrar que estos consumían pescado de agua dulce de forma regular. 

De las misma forma, hay evidencias arqueológicas como conchales,​ deshechos de huesos de pescado y pinturas rupestres que indican que los alimentos marinos eran importantes para la supervivencia, y que se consumían en importantes cantidades. 

Pero todo esto es pasado… En la actualidad, la industria pesquera y artesanal es habitual en todo el planeta. Según las últimas estadísticas de la FAO (Organización de las Nacional Unidas para la Alimentación y la Agricultura), la producción de pescado alcanzó 181 millones de toneladas en el año 2019, destinándose 159 millones al consumo humano (88 %). 

De esta cantidad, el 46 % de la producción provino de la acuicultura, que es el conjunto de actividades, técnicas y conocimientos de crianza de especies acuáticas, vegetales y animales. 

China es el principal productor mundial de recolección de pescados, y contribuye con el 36 % de la producción total. La pesca de captura, liderada por China, es seguida por Indonesia, Estados Unidos y Rusia. Ahora, la pesca procedente de la acuicultura también la lidera China, ya que en el 2019 produjo 49.05 millones de toneladas, lo que equivale a más del 59.15 % de la producción total de la pesca procedente de la crianza. 

Ahora, ¿qué representa para el ser humano esas 181 millones de toneladas de pescado producidas en el 2019? Equivale a un suministro anual estimado de 21.9 kilogramos per cápita, según la FAO… Es decir, un consumo muy bajo si se compara con la ingesta por persona de carne, pollo o carne de cerdo. 

Para tener una idea, en el 2019, el consumo de pescado representó alrededor del 29 % del consumo de proteínas animales en los Países Menos Adelantados (PMA); el 19 % en Países en Desarrollo, y alrededor del 18 % en los Países de Bajos Ingresos y con Déficit de Alimentos (PBIDA), de acuerdo a la FAO. Mientras que en los países desarrollados, la contribución del pescado a la ingesta de proteínas representó alrededor de 11.7 %. O sea, en las naciones que menos recursos poseen, el consumo de pescado no superó el 30 %, aunque también llama la atención que en los países desarrollados su consumo fue mínimo.     

Con respecto a su conservación, en el 2019, el pescado vivo, fresco o refrigerado representó la mayor parte del pescado destinado al consumo humano directo (44 %). Le siguieron el pescado congelado (35 %); preparado y en conserva, con un 11 % cada uno, y curado (10 %). La congelación representa el principal método de conservación del pescado comestible, y representa el 62 % de todo el pescado procesado para consumo humano, con exclusión del pescado vivo, fresco o refrigerado, según la FAO. 

En cuanto a los puestos laborales, en el 2019, aproximadamente 59.5 millones de personas trabajaban en el sector primario de la pesca y la acuicultura; entre estas, el 14 % eran mujeres. En total, cerca de 20.6 millones de personas estaban empleadas en la acuicultura y 38.9 millones en la pesca, lo que supone un ligero aumento con respecto a 2018. 

Se prevé que la producción pesquera total pasará de 181 millones de toneladas en 2019 a 204 millones de toneladas en 2030; mientras que la producción acuícola alcanzaría los 109 millones de toneladas en 2030 (83.05 millones de toneladas en 2019), lo que supone un aumento del 27 %. 

La industria pesquera mundial movió de 269,400 millones de dólares en 2019, según la Organización de las Nacional Unidas para la Alimentación y la Agricultura. 

 ¿Y qué pasa en República Dominicana? 

En República Dominicana existen diversos tipos de pescados que se producen. Por ejemplo, en aguas marinas, los tradicionales son los peces demersales, asociados a la zona bentónica o del fondo marino, tales como los pargos (chillos, colorados y colirubias); los meros, bocayates, robalos, entre otros. 

También están los epipelágicos, como los jureles y cojinúas; los peces pelágicos migratorios, como los atunes, carites, dorados y peces de pico. 

Mientras, en aguas interiores, está la tilapia, la carpa común, la anguila y otras variedades de cíclidos naturalizados en los cuerpos de agua. 

Otros organismos capturados tradicionalmente son las langostas, camarones, cangrejos y jaibas dentro del grupo de los crustáceos; y en cuanto a los moluscos, se recolectan y capturan el lambí, pulpos, calamares, calamar gigante, ostiones y mejillones, según datos proporcionados a revista CONTACTO por el Consejo Dominicano de Pesca y Acuicultura (CODOPESCA).     

En cuanto a la producción, en el país se produce en la actualidad cerca de un 18 % de lo que consume, con una producción entre pesca y acuicultura entre las 18,000 y 20,000 toneladas, con unas 2,500 toneladas procedentes de la acuicultura, de acuerdo a CODOPESCA. 

El sector pesquero dominicano contribuye a la economía del país, principalmente, a través de la creación de fuentes de empleo y la formación de la oferta de alimentos. No obstante, su contribución al Producto Interno Bruto (PIB) es mínima, con alrededor de un 0.3% del PIB. 

Ahora, según el I Censo Nacional Pesquero 2019 levantado por CODOPESCA, en el país se han identificado un total de 205 puertos de desembarque distribuidos por toda la costa. 

En ocho provincias, de las 17 impactadas por este censo, se concentra más del 70 % de los puertos identificados, entre los que destacan Samaná, con 57 puertos (28 %); Puerto Plata, con 19 puertos (9 %), y Barahona, con 15 puertos (7 %). 

En cuanto a la población que trabaja en la pesca marina, esta asciende a 14,929 individuos, de los cuales, el 91% son hombres y el 9 % son mujeres. 

Según los resultados de la encuesta, esta población posee un importante nivel de adultez y juventud, ya que 9,939 de sus miembros tiene entre 30 y 64 años (67 %) y, un total de 3,918 individuos cuenta con menos de 30 años (26 %). 

Por provincias, la mayor participación la encabeza Samaná, con 3,408 personas dedicada a la actividad pesquera (23 % de esta población); Puerto Plata, con 2,653 vinculados con la pesca (17 %), y María Trinidad Sánchez, donde faenan en la pesca 1,382 personas, con un 9.3 % de esta población. 

Por último, el I Censo Nacional Pesquero 2019, reportó que  8,096 pescadores indicaron que realizan la actividad mediante una embarcación, lo que representa el 56.6%; mientras, entre estas personas, 5,394 indicaron llevar a cabo la pesca a pie, o sea, el 37.7 %; y 820 pescadores señalaron que desarrollan la pesca a nado, lo que representa el 5.7 %.

l consumo de pescado en América Latina y el Caribe crecerá un 33 % para el año 2030, según el Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura 2018 (SOFIA, por sus siglas en inglés), de la FAO. 

Estos números son extraordinarios para la región, ya que actualmente esta es una zona exportadora neta de peces y un gran productor de acuicultura, pero que tiene el menor consumo per cápita mundial: solo 9.8 kilos por año. Para tener una idea, el 2019, la región solo consumió 6.8 millones de toneladas de pescado, menos que todas las demás regiones del mundo, salvo por Oceanía. 

Para 2030, se espera que el consumo total de pescado aumente en todas las regiones y subregiones, con un gran crecimiento proyectado en América Latina (+33%), África (+37%), Oceanía (+28%) y Asia (+ 20%). 

En términos per cápita, se prevé que el consumo mundial de pescado alcance los 21.5 kg en 2030, frente a los 20.9 kg en 2019. El consumo per cápita aumentará en todas las regiones excepto en África (-2 %). Las mayores tasas de crecimiento se proyectan para América Latina (+18 %) y para Asia y Oceanía (+8 % cada uno), según la FAO. 

Sin embargo, a pesar de estos aumentos, el estudio SOFIA pronostica que en 2030 aproximadamente el 71 % de los peces disponibles para el consumo humano (184 millones de toneladas) se consumirá en los países asiáticos, mientras que las cantidades más bajas se consumirán en Oceanía y América Latina. 

Además, el informe SOFIA pronostica que para 2030, la región verá un crecimiento del 24.2 % en la producción de pescado (pesca y acuicultura), al pasar de 12.9 millones de toneladas a 16 millones de toneladas. 

Para 2030, se prevé también que la producción acuícola continúe expandiéndose en todos los continentes y se esperan mayores aumentos, en particular, en América Latina, donde crecerá un 49 %, de más de 2.7 millones de toneladas a más de 4 millones de toneladas. 

América Latina y el Caribe sigue siendo una exportadora neta de pescado. Las exportaciones latinoamericanas, que comprenden principalmente camarón, atún, salmón y harina de pescado de Ecuador, Chile y Perú, se incrementaron en 2019 por una mayor producción y un repunte de los precios del atún. 

Para 2030, las exportaciones de pescado proyectadas de la región aumentarán en un 29 %, de 3.9 millones de toneladas en 2016 a 5.1 millones de toneladas en 2030. Las importaciones experimentarán también un aumento mayor de un 53 %, de 2.3 millones de toneladas en 2016, a 3.5 millones de toneladas en 2030. 

En la actualidad, 3.8 millones de personas trabajan en acuicultura en la región, es decir, un 2 % del total mundial. El empleo en los sectores de la pesca y la acuicultura está creciendo moderadamente, mientras que la producción acuícola ha experimentado un crecimiento sostenido bastante alto, según la FAO.

 La llegada de Kilic Dominik a RD 

Como prevé la FAO, la acuicultura será una de las actividades pesqueras que más seguirá desarrollándose en la región de aquí al año 2030. 

Por ello, la llegada de Kilic Dominik a República Dominicana en el año 2016 ha sido todo un suceso para el sector. Esta empresa, de capital turco, produce actualmente a través de la acuicultura un promedio de 700 toneladas de peces al año, en 32 jaulas en medio del mar Caribe, pero según Chousein Nouredin Oglou, Country Manager de la compañía en el país, “tenemos la capacidad para producir unas 1,500 toneladas de pescados al año”. 

Chousein Nouredin Oglou es griego, de 43 años. Arribó al país en el año 2016, sin conocer “nada de República Dominicana, y tampoco el idioma español”, reconoce a revista CONTACTO, entrevistado en las instalaciones que posee Kilic Dominik en Salinas, en el municipio de Baní, de la provincia Peravia. 

El proyecto de Kilic Dominik inició en julio 2017, con una producción basada en el cultivo de los peces Dorada y Lubina, ambas especies típicas del Mediterráneo, destinadas al mercado local e internacional, aunque con un enfoque principal en la exportación hacia Estados Unidos, la cual se inició en el año 2018. 

“Este es un proyecto piloto único en República Dominicana y el Caribe. Realmente, es un proyecto único, que el país puede tener enormes beneficios, porque nosotros les estamos enseñando a producir pescados de calidad, pescados de mar, no de agua dulce, que es otro pescado, es otra calidad del sabor de la carne. La acuicultura nosotros la venimos desarrollando desde hace 30 años en Europa, y en diversos países del mundo. Nosotros exportamos nuestros productos a más de 60 países en la actualidad”, explica Nouredin Oglou a CONTACTO.

En la actualidad, esta empresa está produciendo cuatro tipos de pescados: Lubina, Dorada, Corvina y la Tilapia Roja, pero la “Tilapia Roja de mar, no de agua dulce, que es diferente. Tiene otro sabor la carne, más delicada”, asegura el Country Manager de Kilic Dominik.    

Ahora, lo que muchos se podrían preguntar, es cómo llegan a República Dominicana estos cuatro tipos de pescados, y aunque muchos no lo crean, son criados casi en su totalidad en el país, es decir, son ¡100% dominicanos!  

“Traemos los huevos desde Turquía y luego los trasladamos al Acuario Nacional, con quienes hicimos un acuerdo. En el Acuario nosotros cuidamos a los peces desde que llegan, que son huevos solamente. Las instalaciones nosotros las construimos. En el Acuario, cuando cumplen 3 ó 4 gramos, eso toma unos tres meses, entre 120 y 130 días. Esos son los protocolos mínimos de Kilic Dominik para poder comenzar la producción masiva de los pescados. Ahora, ese know how, esa experiencia, nosotros la hemos traído al país, para el buen desarrollo de la acuicultura en mar, que es nuestra especialidad. Nosotros enseñamos a los técnicos aquí ese conocimiento que tenemos. Posteriormente, los traemos acá a Salinas, a nuestras 32 jaulas que tenemos. Este es un proyecto que tuvo una inversión de 10 millones de dólares, la más alta en toda la región y, por supuesto, en la historia de República Dominicana”, asegura Nouredin Oglou. 

Para Claudio Paccagnella, propietario del restaurante italiano IL Cappuccino, quien además comercializa estos productos en su establecimiento, estos pescados son de extrema calidad.

“La lubina es muy buena, no hay diferencia. Además, los huevos de la lubina vienen desde el Mediterráneo. Es decir, estamos hablando de un pescado de extrema calidad, pero que ahora es producido en República Dominicana, o sea, es un pescado dominicano, ¡de exportación!… eso nunca había existido, tener pescados de esta calidad exportándose a Estados Unidos, Canadá y Europa”, asegura Paccagnella. 

Los pescados en Kilic Dominik son divididos en gramos: hasta los 60 gramos, están en fase 1 (10 centímetros); desde 60 gramos, hasta los 300, 400, 500 ó 600 gramos, es fase 2, y los que “llegan hasta las 4 libras, o unos 30 ó 35 centímetros, en la fase 3. La corvina llega a pesar hasta 12 ó 14 libras, más de 6 kilos… y unos 50 ó 55 centímetros”. 

“La lubina y la dorada, para llegar a los estándares de venta, en peso y dimensiones, toma entre un año y medio y dos años, y hasta tres años. La corvina toma unos dos años. La tilapia es menos tiempo, entre seis meses y un año. Por eso estos pescados tienen también precios diferentes, porque son pescados de una alta gama, de calidad máxima, que toma hasta tres años criarlos”, indica Nouredin Oglou, médico veterinario, quien estudió en la Universidad Ankara, Atenas, Grecia. 

 Pescados de exportación 

La principal novedad de este proyecto es que Kilic Dominik ya está exportando estos pescados a Estados Unidos, como son la Lubina y la Dorada y, próximamente, comenzará a exportar también la Corvina, agregando como mercado el canadiense. 

“Hoy estamos exportando nuestros pescados a Estados Unidos y muy pronto a Canadá. Principalmente, Lubina y Dorada, y próximamente la Corvina. La idea de instalarnos en República Dominicana fue para poder exportar a Estados Unidos y Canadá. Luego, comenzaremos desde acá también las exportaciones hacia Sudamérica, a países como Brasil, Colombia, Ecuador, Perú”, asegura Nouredin Oglou. 

En la actualidad, Kilic Dominik está produciendo entre 500 a 700 toneladas de pescado, pero solo con un 30 % de las jaulas operativas, “pero tenemos una capacidad total, al año, de unas 1,500 toneladas. Estamos en una etapa de crecimiento, pero pronto estaremos a máxima capacidad”. 

“Aquí tenemos 32 jaulas, pero tenemos permiso para tener hasta 80 jaulas. En nuestra zona, que alquilamos al Gobierno dominicano, podemos tener hasta 80 jaulas. Este acuerdo es por cinco años, pero renovable. Este es un proyecto piloto, que el gobierno dominicano se verá muy favorecido, porque estamos produciendo pescados de calidad, hechos en República Dominicana. Es decir, productos dominicanos. ¡Pescados frescos, no congelados!”, explica un orgulloso Nouredin Oglou, mientras muestra a revista CONTACTO los pescados extraídos desde de las jaulas en Salinas, lugar hasta donde acudimos también (con drone incluido) con el propietario del restaurante IL Cappuccino, Claudio Paccagnella. 

Según el Country Manager de Kilic Dominik, en cada jaula hay entre 150,000 y hasta 200,000 peces. “De cada jaula, tenemos un 25 o un 30 % de pérdidas. Muchos no sobreviven, otros se los comen los mismos pescados. Pero cada jaula tiene unos 150,000 pescados, más o menos”. 

“No sé si en el Caribe hay algo de este nivel, no lo creo… Hasta en Miami es difícil, en Nueva York sí, pero con esta calidad, no lo creo… Además, hay que saber prepararlos, y nosotros en Cappuccino sí lo sabemos preparar muy bien, con un chef que sepa preparar este tipo de productos. Y yo tengo un chef especialista, que viene de Nápoles, una zona muy rica de pescados… Y él tiene mucha experiencia en pescados. Es un proyecto magnífico, que está cambiando la forma de comer pescados en República Dominicana”, agrega Paccagnella. 

Nouredin Oglou dice que la empresa multinacional Kilic Deniz, “tiene inversiones en diversos países, pero siempre pensamos que República Dominicana sería muy diferente, por el clima, el mar y todo. Ha sido una gran experiencia, un mercado muy cerca de Estados Unidos y Canadá, y también de Sudamérica. Así es que estamos muy contentos en República Dominicana. Creemos que esta inversión dará muy buenos resultados… Estamos recién comenzando, falta mucho, pero vamos por un muy buen camino. Nosotros tenemos mucha experiencia en acuicultura. Kilic Deniz es la empresa número uno de Europa en la producción de lubina y dorada en el Mediterráneo, es decir, pescados de mar. Tenemos en muchos países inversiones, en Europa, África, Asia”. 

“En el restaurante IL Cappuccino me ha ido muy bien con estos pescados. Yo siempre tuve el sueño de tener un restaurante de pescados, de pescados del Mediterráneo, frescos… y no podía porque no habían productos frescos, hasta que llegó Kilic Dominik. Yo a mis clientes jamás les ofreceré un pescado que no sea fresco y de calidad y estos pescados sí lo son. Antes, solo me llegaban pescados y mariscos desde Estados Unidos, Canadá y Europa, pero no de acá desde el mismo país. Hoy tengo un menú muy variado de pescados y mariscos, de gran calidad ¡y frescos!”, afirma Paccagnella. 

 El buen ambiente y los alimentos 

A pesar de que República Dominicana está rodeado de mar por tres de sus puntos cardinales, la producción pesquera tiene factores naturales en su contra, que evita que haya una mayor abundancia de peces en las zonas costeras. 

Una limitante que tienen los pescadores dominicanos es que algunas zonas costeras están cerca de la fosa de Milwaukee, que tiene 8,500 metros de profundidad, y la zona Este, cerca del Canal de la Mona, supera los 4,000 metros. 

Además, se debe agregar que las bajas poblaciones de peces y mariscos en República Dominicana es casi exclusivamente a la sobre explotación humana de los recursos pesqueros. Hoy se sacan más peces del mar que los que la naturaleza puede producir y, como resultado, las poblaciones de peces y mariscos han caído drásticamente. Todo esto sin contar que dicha sobre pesca juega un papel protagónico en la degradación de los arrecifes. 

Por ello, la acuicultura es la solución a la sobre explotación de los peces en el mar Caribe y el mundo. Por esta razón, la llegada de Kilic Dominik puede ayudar a mejorar la producción existente en el país. 

Y para ser eficientes, y tener productos sostenibles, no se puede improvisar, y eso esta empresa turca lo tiene muy claro. Para que estos cuatro tipos de pescados que se están produciendo hoy en Salinas tengan tanta calidad, no es por suerte o por cuestiones del azar. Se han dado una serie de factores, entre la excelente corriente marina de la zona, la temperatura estable del mar, una alta concentración de oxígeno, y los alimentos especiales que son importados directamente desde Turquía. 

“Lo más importante para que un pez pueda crecer en agua salada, son la corriente marina, el viento, la limpieza del agua, la temperatura estable del mar, una alta concentración de oxígeno y, por supuesto, nuestros alimentos especiales, que son importados directamente desde nuestra planta en Turquía. Son alimentos únicos, nuestros, que solo los utilizamos para nuestros proyectos, no los vendemos. Todas estas condiciones se han dado aquí en Salinas que, además, es una zona muy segura para poder trabajar. Aquí hay una buena corriente marina, la temperatura es estable, entre 27 y 30 grados, y existe una alta concentración de oxigeno en el mar. Todo eso ha conllevado a producir un excelente pescado, como lo es la lubina, la dorada y la corvina. Y la tilapia, que es un proyecto piloto en agua de mar, que también tiene una excelente calidad. “la dorada y la corvina se han adaptado muy bien, lo mismo que la lubina. Y la tilapia está dando muy buenos resultados”, asegura Nouredin Oglou. 

Según el experto en acuicultura, que lleva trabajando más de 18 años en Kilic Deniz, “la temperatura del agua aquí en Salinas es muy buena para la dorada, la corvina y la tilapia. Pero para la lubina, no es tan bueno, pero igual se puede producir bien. Pronto, produciremos otro tipo de pescados, una mayor variedad, pero eso viene más adelante”. 

Pero el Country Manager de Kilic Dominik también recalca lo importante que son los alimentos especiales que traen desde Turquía para este tipo de pescados. 

“El sabor de la carne de nuestros pescados es bueno también, además de los alimentos, por las algas que existen en esta zona. Eso es muy importante para el sabor. Pero nuestros alimentos son claves, pues son hechos con harina de pescado, aceite de pescado, soya, maíz, entre otros productos… También les damos vitaminas y minerales a los peces, para que tengan una buena dieta. Esto hace que los peces se alimenten muy bien y su carne tenga mejor sabor y sean de una carne más delicada. Todo esto es controlado por análisis nuestros, estudios”, agrega Nouredin Oglou. 

Según, Claudio Paccagnella, este factor clave que son los alimentos de los pescados marca una gran diferencia, ya que “estos pescados los alimentan en Salinas de la misma forma en que alimentan a la lubina, la dorada y la corvina en Europa, con los mismos alimentos, los mismos estándares, que también son alimentos de gran calidad, de harina de pescado, aceite de pescado y soya, lo que les da un sabor a la carne mucho más delicada. Además, las algas tengo entendido que son muy buenas. Para que la gente entienda, la carne de pescado, criada en mar abierto, es de otra calidad, no es lo mismo que los pescados de ríos o lagos, de agua dulce… es otro sabor. Y si comparamos con el pollo o el cerdo, que aquí se consume de una forma extraordinaria, realmente ¡no hay comparación!… El pescado es mucho mejor para la salud. Aquí se debe educar mucho más a la población de los beneficios del pescado, de lo saludable que es. No puede ser que vivamos en una isla, rodeada de mar, y comamos más pollo o cerdo. Además, ellos cuidan la cadena de frío”. 

Este último factor también es clave para que supermercados y restaurantes del país tengan pescados frescos, pues Kilic Dominik respeta la cadena de frío en todos sus productos, ya que poseen un almacén refrigerado en Salinas, donde depositan inmediatamente los pescados recién extraídos desde las jaulas del mar. 

“Uno de los puntos importantes de nuestra empresa es la cadena de frío. Nosotros tenemos aquí en Salinas un almacén con un cuarto frío de alto nivel, con la última tecnología. Desde cero grados y hasta menos 5 y menos 10 grados bajo cero. Podemos almacenar nuestros productos hasta por 14 días, con la misma frescura del pescado. Pero, en general, la venta de los productos se realiza cada dos, tres o cuatro días. Aquí tenemos una capacidad para almacenar diariamente unas 5 toneladas. Aquí tenemos lubina, dorada, corvina y tilapia roja. La tilapia es un pescado muy característico de la región. Es otro tipo de producción, que la estamos produciendo en agua de mar. Es algo muy bueno para el país, porque el pescado es mejor en agua de mar que en agua dulce”, explica Nouredin Oglou.   

Por su parte Paccagnella agrega que, “además, desde el momento que los pescan en las redes, solo pasan minutos hasta llevarlos a los cuartos fríos, a dos grados de temperatura. Es decir, la cadena de frío se respeta en un 100 %. O sea, no se calientan con el sol del Caribe, no le ponen hielos malos, que ni sabes de dónde se saca esa agua para el hielo… Se debe mantener la cadena de frío y antes eso no existía en el país, porque los pescadores aquí no tienen la capacidad para garantizar esa cadena de frío. Por ello, ha sido un brinco muy importante en calidad, de un producto muy bueno que llega a la mesa de los dominicanos. Pero también hay otro aspecto muy importante: su precio, porque no cuesta más que un chillo, por ejemplo. Y estos pescados son incluso de mejor calidad. Es un aporte importante a nivel económico y saludable para República Dominicana. Ya están exportando a Estados Unidos además, que es un país que tiene grandes exigencias para aceptar productos como pescados, pues estos deben ser de una calidad extrema. Además, deben ser frescos y ahora sí pueden ser frescos porque se respeta la cadena de frío”. 

 Supermercados, restaurantes y… lo que viene 

Kilic Dominik ya está comercializando sus productos con diversos supermercados del país entero, y la mayoría de los restaurantes de Santo Domingo, Santiago, La Romana, Punta Cana y Puerto Plata. 

“Hoy, los productos de Kilic Dominik, además de las exportaciones, los estamos vendiendo en diversas cadenas de supermercados, como son CCN, Nacional y Jumbo; Bravo; y con otras cadenas de supermercados, como el Grupo Vima. Teníamos un acuerdo con La Sirena, ahora mismo no, pero creo que pronto comenzaremos nuevamente. También vendemos en casi todos los restaurantes de Santo Domingo, los más conocidos, pues nuestros productos son de alta, alta calidad. De la misma forma, nuestros productos se venden en Santiago, Bávaro, Punta Cana, La Romana, Puerto Plata”, revela Nouredin Oglou. 

Pero en un futuro cercano, Kilic Dominik tiene dos proyectos muy ambiciosos en República Dominicana, lo que podría ampliar sus inversiones en el país. 

“En el futuro, queremos comenzar a producir los alimentos aquí en República Dominicana. Construir una planta de producción de alimentos para nuestros pescados, ya que si producimos los alimentos aquí, será mejor para tener un precio más competitivo. Nos evitaremos el transporte desde Turquía. Asimismo, a corto plazo, tenemos contemplado una segunda fase de este proyecto en Monte Cristi, pero creemos que puede ser más grande incluso, ya que pretendemos comenzar con 50 jaulas. Es un proyecto hoy pasivo, dependiendo del mercado, veremos cuándo lo podemos iniciar. Todo dependerá del mercado, pero esa es la segunda fase, en Monte Cristi”, dice Nouredin Oglou. 

“Faltaba tener pescados de calidad. No había infraestructura para poder tener pescados de calidad y frescos. Un pequeño pescador en su botecito, o un barquito, con hielo malo, contaminado, pasando el pescado horas a la intemperie, ¡que casi se cocinaba con el sol…! No podíamos esperar que la gente los comiera en vez de pollo o cerdo… Ahora, todo esto lo cambiará todo. La corvina es muy buena, muy similar a la Dorada. La Lubina es excelente, y ellos están criando también Tilapia Roja, pero de mar, lo que es totalmente diferente a la Tilapia de río, de agua dulce. No hay comparación, tiene mucho más sabor. Tenemos un gran futuro de pescados 100 % dominicanos, ¡y de exportación!”, culmina Paccagnella.

 La cadena de producción sostenible de Kilic Deniz 

1. Liderazgo en la producción de pececillos: Las instalaciones de pececillos de Kilic han demostrado su alta calidad al obtener el certificado de gestión de calidad ISO 9001, en 2005. Gracias a la capacidad de producción de 450 millones de pececillos, el proceso de producción en estas instalaciones se realiza mediante un sistema de seguimiento especial.

2. Desde las aguas frescas del Mediterráneo a las mesas: Los sistemas “en Alta Mar” (Off Shore) de las instalaciones de Kilic son un 100 % en crecimiento. En estas instalaciones, se utilizan los sistemas de alimentación automática de última tecnología, cámaras submarinas y de agua. En las instalaciones trabajan ingenieros experimentados, buzos y personal experto, además de tener controles bajo el agua con gran cuidado y dedicación.

La Lubina y la Dorada alcanzan el tamaño de las porciones en un promedio de 14 a 22 meses, para luego ser enviadas a las instalaciones de envasado dentro de Kilic Holding.

3. Crecimiento en el Ambiente Natural: Los flujos de agua apropiados, las aguas claras y frías, y los niveles de oxígeno son cruciales para que los peces de Kilic alcancen la mejor manera posible. Por ellos, las instalaciones de la empresa se crean y organizan de acuerdo a estos factores. Sus sistemas de mar abierto, que tienen una profundidad entre 50 y 60 metros, garantizan la calidad de los peces en los entornos más naturales.

4. Crecen en 2 años y llegan a sus mesas en 2 horas: Kilic  implementa estrictamente todos los estándares en el proceso, desde la etapa de criadero hasta el consumidor, con el fin de que sus clientes consuman productos Kilic con toda tranquilidad. Los productos crecen en las condiciones más favorables, para luego ser entregados en los hipermercados más destacados de Turquía. Cada región de Turquía tiene peces saludables y deliciosos que se concibieron en Estambul, Ankara, Esmirna y Antalya.

5. Red de Distribución de la Ventas: Kilic, que tiene una capacidad anual de 65,000 toneladas, exporta sus productos a docenas de países. La red de exportación de Kilic se expande día a día, especialmente en Italia, Rusia, Inglaterra, Países Bajos, España, Alemania, Croacia, en Europa; 

EE. UU., Canadá, en América; en países del Medio Oriente, como Jordania, Líbano, Irak, Israel, Qatar; en naciones árabes como Kuwait, Siria, Arabia Saudita, Kazajstán, Azerbaiyán, las Repúblicas Turkic, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Libia, Túnez, Mauritania; en países asiáticos, como Corea del Sur, Japón, Omán, Singapur, Tailandia, Taiwán, Hong Kong, Bhreyn, Pakistán; en el Caribe, República Dominicana, y otros países de todo el mundo. 

 Acuicultura: pececillos 

Practicando todos los procesos que van desde la producción de pececillos hasta el envasado, Kilic ha logrado convertirse en el líder mundial con su capacidad de producción de dorada, lubina y trucha arcoíris. 

Kilic produce todos sus pececillos en sus propias instalaciones y las monitorea en cada etapa. 

Manteniéndose al día con la tecnología gracias a su experiencia experta, Kilic responde a las demandas de semillas de pescado provenientes de los mercados nacionales (Turquía) e internacionales, de una manera de alta calidad, saludable y económica. 

La empresa suministra semillas de pescado a todos los países de la cuenca mediterránea. Sus barcos, especialmente diseñados, se utilizan para el transporte de pececillos. Con una carga útil de 5 millones de pececillos, estos barcos tienen un volumen de 700 m3 y una longitud de 80 metros. 

Kilic posee laboratorios de salud para peces totalmente equipados, dentro de todas las instalaciones de semillas de peces que posee. 

 Cultivo 

Los criaderos de dorada y lubina se producen en criaderos que operan en Bafa, Ören, Akarca y Güvercinlik, en Turquía. Cuando los peces semilla alcanzan un peso entre 3 a 5 gramos, se transfieren a las instalaciones de peces semilla en las secciones de manejo de jaulas y se colocan dentro de jaulas de HDPE, de 20 metros de diámetro. 

Los peces semilla son alimentados de 5 a 8 veces al día, dependiendo de la temperatura del agua. 

Una vez que alcanzan un peso de 30-40 gramos, tras un período de crecimiento cuidadoso, se transfieren a jaulas de HDPE de 30 a 50 metros de diámetro, con redes unidas que se han construido especialmente para ellas. Luego, se envían a las instalaciones de crecimiento. Y se someten a un proceso de elongación antes de ser transferidos. Este proceso se realiza para compensar la diferencia en sus tamaños y proporcionar un crecimiento saludable. 

El 100% de las instalaciones de crecimiento son sistemas offshore y están equipados con sistemas de alimentación automática y cámaras tanto de superficie como submarinas.

 Baja producción pesquera dominicana 

República Dominicana es un país de muy baja producción pesquera, ya que los los principales recursos han sido sobreexplotados. Nunca fue una plaza de fuerte tradición pesquera, dado que el mar del Caribe, alrededor del país, no cuenta con muchos recursos marinos.

Es así que la producción anual de productos de la pesca es de entre 15,000 y 20,000 toneladas en promedio al año.

Pero, aparte de la sobreexplotación de los recursos, los factores naturales no ayudan a la producción pesquera del país, ya que la plataforma insular es estrecha alrededor de la isla. Sin embargo, la industria de la acuicultura muestra avances alentadores.

Ahora, en cuanto a términos de volumen neto, el país importa unos 100,000 toneladas de pescado al año, según datos ofrecidos a revista CONTACTO por CODOPESCA.

Con estas cifras, se puede estimar que más del 80 % del consumo interno proviene de importaciones. Las importaciones alcanzaron los US$ 175 millones en 2019.

Las importaciones se concentran en tres productos: bacalao, arenque ahumado y anchoveta enlatada, cuyas importaciones representan más de la mitad de las compras al exterior de República Dominicana. A esto, se le debe añadir unas 3,000 toneladas de filetes de pangasius congelados, y una cantidad similar de filetes de Tilapia de China, reexportados desde Estados Unidos.

Ahora, en relación a las exportaciones de productos pesqueros desde República Dominicana, estas son muy limitadas, pues  durante el periodo 2011-2015 mostraron un promedio de US$12 millones al año. De hecho, más del 80 % de sus envíos se concentran en tres productos específicos: arenque ahumado, langosta congelada y bacalao. En el año 2019, se exportaron productos pesqueros por un valor de US$10.2 millones.

En cuanto a la pesca artesanal local, esta no es suficiente para suplir la demanda del mercado dominicano, el cual necesita por lo menos 70,000 toneladas al año.

“Siempre nos ha llamado la atención que en República Dominicana, siendo una isla rodeada de mar, se consuma más pollo y cerdo. Aquí el principal alimento debería ser el pescado, como ocurre en muchos países costeros del mundo e islas. Nosotros podemos producir una gran cantidad de pescados para el mercado interno dominicano. Pero creemos que falta más educación en lo que es el consumo de pescados. También, los pescados que hay no son de una calidad muy alta, por lo que este proyecto puede ser beneficioso para todos, ya que, además, el pescado es más sano que la carne de pollo y cerdo. Está comprobado que el pescado es más saludable para el ser humano, además que tiene omega 3, es antioxidante”, afirma Nouredin Oglou.

Según diversos estudios de CODOPESCA, la única posibilidad para aumentar la producción de pescado en el país es el desarrollo de la acuicultura, y en este camino ya se están haciendo importantes progresos, como lo es Kilic Dominik.

Otros desafíos que tiene el sector pesquero dominicano son los altos precios de los alimentos y su baja calidad; el manejo deficiente de las explotaciones a nivel técnico y administrativo; desinformación general entre los productores; falta de capacitación, de asistencia técnica y administrativa, así como la degeneración genética de las especies en cultivo.

En los últimos años, este está intercambiando información con reproductores de tilapia súper machos, desde los Países Bajos. Para tener una idea de este último producto, en el país se produce un estimado de 1,350 toneladas de Tilapia, pero consume 5,800 por lo que el resto debe de ser importada.

“En el país no se ha desarrollado la pesca industrial, solo tenemos barcos semi-industriales en la provincia Puerto Plata que van hacia el océano Atlántico, que es la parte más rica en ese sentido. La pesca en Puerto Plata mueve alrededor de 3,000 millones de pesos al año, pero no es suficiente”, explica Claudio Paccagnella.

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