Priscila D´Oleo es una diputada especial, de esas que casi no existen en el Congreso Nacional. La legisladora por la provincia María Trinidad Sánchez, decidió lanzarse al ruedo político con solo 28 años, con el temor de lo que venía por delante, pero con la convicción de que “hay que atreverse y participar”.
Esta abogada de profesión afirma que muchas veces se sintió descalificada por el hecho de ser mujer y, a la vez, por ser joven. Sin embargo, se esforzó en demostrar que pertenece a una generación que no está dispuesta a quedarse de brazos cruzados.
Por ello, se convirtió en la diputada más joven de su partido (PLD) y una de las más jóvenes del Congreso Nacional.
“Soy de las que digo que debemos trabajar con el concepto de responsabilidad en la mano para poder dar buenos resultados. Y detrás de mí, está mi hijo, y detrás de mi hijo, vendrá una generación que tendré que servirle como referente”, afirma D´Oleo, al ser entrevistada por revista CONTACTO en su oficina de la Cámara de Diputados.
Priscila, te convertiste en diputada con 28 años, ¿cómo cambió su vida haberse convertido en legisladora?
“Yo estaba muy identificada con el tema de la política, porque vengo de familia política. Mi padre duró 10 años siendo diputado, con un ejercicio continuo, y creo que antes de darme un biberón me dieron una bandera, una causa por qué servir a los demás. Para mí fue fácil, aunque no te puedo decir que el tema de familia influyó, por mi hijo… Tengo un hijo hermoso, a quien amo, y a veces te duele no dedicarle el tiempo suficiente, pero soy mamá, ante todo soy mamá, soy hija y servidora pública. Entonces, no hay un beneficio mayor que darle el retorno de lo que ha construido mi país en mí, que devolvérselo con dignidad, respeto, ética y, sobre todo, un valor agregado que pueda darle un sentir y un valor diferente a la República Dominicana”.
Para ti como mujer, ¿cómo fue participar en el proceso de la campaña y proceso eleccionario?
“Fue muy difícil, en el sentido de que cuando eres joven se nos juzga por nuestra poca experiencia, y lo que yo quería demostrar, y gracias a Dios demostré, es que el joven con capacidad puede y debe hacerlo con dignidad, con un valor agregado significativo, dando un ejemplo de cómo ser un servidor público, pero sobre todas las cosas, fue difícil, porque, independientemente, a nosotros se nos juzga por la condición de joven. Entonces, entienden que no tenemos el bagaje político suficiente, que no tenemos la trayectoria suficiente y se nos cuestiona por ser joven, pero también por ser mujer. Entonces, yo soy de las que digo que a mí no hay que regalarme nada. Yo no creo en cuotas, apelo porque es la única forma de que la mujer ahora mismo pueda representar y estar en las tomas de decisiones públicas. Y, ¿qué les digo a las demás mujeres también?: ‘a ustedes no hay que regalarles nada’. Hay que comenzar a abrir codos, hay que comenzar a decirle a los demás que sí se puede, y como lo he dicho reiteradamente: a mí no me regalaron la curul. Yo trabajé, yo demostré, yo me preparé para que no dijeran: ‘a ella la pusieron’, y lo he dicho muchas veces, porque es bueno que la juventud y las mujeres entiendan que las cosas que se regalan muchas veces no se conoce el valor y que lo trabajado y lo sacrificado es lo que valoramos con mayor intensidad”.
¿Crees que las mujeres tienen desventajas con relación a los hombres en la política?
“Completamente. Por más que quieran decirlo y mantener esa igualdad, aquí nos queda mucho por luchar para que las mujeres consigan la posición que merecen. No es que se nos tiene que otorgar, porque somos merecedoras o porque somos mujeres, ¡eso no es verdad! La mujer tiene la misma capacidad que un hombre a nivel de inteligencia, de poder demostrar gerencia a la hora de gobernar. Y creo que como mujer joven que soy se nos tiene que dar la oportunidad, no regalárnosla, pero sí darnos la oportunidad. Y no solamente en la política, a nivel económico o social, la mujer cada día más va a jugar un rol participativo en la sociedad”.
¿Cuál es tu propósito como diputada, qué legado quieres dejar?
“El legado como mujer, como legisladora, pues sabes que nosotros asumimos las tres funciones de representar, legislar y fiscalizar. Quiero ser parte de las grandes transformaciones de este país. Me mantengo constantemente asistiendo a los focos de discusiones para aportar ideas, para ser el cambio que realmente yo quisiera ver, que mi hijo reciba, que los nietos míos reciban en un determinado momento y yo sentirme parte de eso. Una legisladora a tiempo completo, una legisladora con una ética y una capacidad y una valoración del sentir legislativo compromisario de mi país”.
¿Perteneces a alguna comisión dentro de la Cámara de Diputados?
“Sí, pertenezco a la comisión de Turismo, Relaciones Exteriores y Juventud, pero también asisto a la de Justicia, a la de Trabajo, a la de Medio Ambiente y a la de Presupuesto. Yo soy muy participativa en todas las comisiones, ya que es la forma de uno incidir y ser parte de los cambios, de aportar y conciliar en esas comisiones”.
¿Cómo ves a la mujer en la política dominicana?
“Que nos falta mucho camino por recorrer, pero no solamente la mujer dominicana: la mujer tiene que entender que nosotras no debemos competir con otra mujer, porque estamos luchando juntas, y la única forma de llegar es haciéndolo juntas. Hay mujeres grandes que se han destacado por su rol de liderazgo político y, poco a poco, la mujer ha entendido su rol en la política”.
¿A qué edad te surgió tu interés por la política?
“Mi papá era diputado durante el periodo 2016-2020 y yo le decía que lo iba a apoyar porque quería que él aspirara a un puesto mayor. Eventualmente, me dijo que no quería seguir y de una manera muy honesta me indicó: ‘tampoco quiero que tú lo hagas’. Realmente, después me dijo: ‘pero no me vas a hacer caso, porque hay dos cosas que tú tienes que se parecen a mí: la determinación y lo terca que eres. Yo sé que te vas a inscribir’. Y, efectivamente, lo consulté con papá Dios y le dije: ‘si tú no estás en la barca, yo no voy’. Pues me inscribí, y como había sido la coordinadora de mi padre en el 2016, era fácil.
Entonces, me tocó asumir con mucha responsabilidad desde el día uno. Salí a flote en las primarias y no fue fácil, porque cuando logras competir con personas con un bagaje político más experimentado, mas extenso, pues me sentí como la pequeña niña detrás de todos estos tiburones, y la verdad que fue difícil. Yo me levantaba a las 5:50 am y andaba con dos personas nada más y demostré que podemos crear una política diferente, que cuesta, porque es difícil descodificar una política tradicional sujeta al chantaje, a la manipulación… pero con esfuerzo y propuesta, logramos buenos resultados. Fui la joven mujer más votada a nivel nacional dentro de las primarias de mi partido (PLD) en el 2019. Saqué 11,014 votos en unas primarias. Yo entiendo que lo que la mujer debe hacer es dar el paso”.
Estudiaste Ciencias Jurídicas en Unibe y tienes una maestría en Consultoría Política y Gestión de Gobierno. También hiciste una especialidad en Simulación de Gobiernos y Campañas Electorales. ¿Todos estos estudios indican que tenías claro que querías entrar de lleno en la política?
“Lo admito: las maestrías que hice en determinado momento, las que me llamaban la atención, todas eran vinculadas a economía, derecho, política y de una forma u otra me catapultaron a nivel académico. Lo que soy hoy lo debo a mi formación, aunque la práctica, el día a día, el contacto directo con la gente, eso se gana en el terreno”.
¿Cómo te visualizas en tu futuro político?
“Una mujer que no va a descansar de seguir asumiendo causas que puedan llevar una igualdad de derechos de todos los dominicanos. Soy de convicción servidora pública y entiendo que, en lo adelante, seguiré sirviendo a mi país como ellos me entiendan, como ellos me aspiren y como ellos decidan, en lo que ellos quieran convertirme”.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011