Hay que ser bien cautos ante algunas condiciones que de no considerarlas pudiesen tener resultados nefastos y frustrantes para nuestros bolsillos.
Regularmente, nuestro deseo al momento de adquirir un auto, ya sea el primero o el que en su defecto sustituya al que tengamos, es que el mismo sea nuevo y que además, por asuntos culturales, siempre queremos que sea el modelo más completo del mercado.
Desafortunadamente no siempre tenemos la oportunidad ni el dinero para pagar esos modelos ostentosos, sino que preferimos optar por un modelo usado que cumpla con las características de comodidad y mayor nivel de aditamentos de fábrica que nuestros bolsillos puedan pagar combinando lo mejor de ambos mundos.
Ahora bien, dependiendo de la procedencia del vehículo en condiciones de usado, es decir, Estados Unidos, Corea o Japón, o más bien, que haya sido importado nuevo en su momento por un concesionario local y que haya rodado por nuestras vías desde nuevo, debemos de ser bien cautos ante algunas condiciones que de no considerarlas pudiesen tener resultados nefastos y frustrantes para nuestros bolsillos.
Una de las primeras condiciones que debemos considerar, por ejemplo en modelos que vienen usados desde Estados Unidos, es que existe una enorme cantidad de importadores que adquieren vehículos en calidad de salvamento y que son mal reparados quedando con secuelas vitales en su estructura o, en el mejor de los casos, elevadísimos niveles de millaje/ kilometraje.
Ahora bien, para estos fines podemos recurrir a un económico reporte de CarFax, el cual por una suma no mayor a US$10 nos da el historial del vehículo que estamos revisando e indica si el mismo sufrió algún accidente, inundación, vandalismo o cualquier otro daño importante que no podamos advertir a simple vista.
Debemos recordar que el kilometraje o millaje es lo que refleja que tanta vida útil se ha consumido de un vehículo y que, a groso modo, podemos estimar que un vehículo en sentido general que supere los 150 mil kilómetros en nuestro país o su equivalente en millas, pudiese ser un vehículo que, salvo raras excepciones, se encuentra ya con solo un 20 % restante de vida útil.
Claro está, todo depende de qué tan recurrente y a la vez demostrable sea el historial de mantenimiento que el mismo tenga, ya que de eso depende qué tantos años podamos tener sin que sostengamos una reunión semanal con nuestro mecánico.
Otra de las condiciones que a simple vista podemos notar y que reflejan que tanto uso ha tenido un vehículo, son aquellas que tocamos siempre que lo utilizamos, es decir, desgaste o pérdida de color en la palanca de cambios, en el volante, decoloración o rotura en el borde del asiento del conductor y que se ve al momento de abrir la puerta.
En fin, todas estas son consideraciones que debemos tener presente evaluarlas, tomando en cuenta de que, entre otras cosas y como si esto fuera poco, en nuestro país existe la mala costumbre de bajarle el kilometraje / millaje a los vehículos, constituyendo esto una cultura deshonesta del mercado y afectando negativamente al consumidor.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011