Relevo generacional avanza como un COMETA

Luego de 43 años en el mercado de las baterías, el Grupo Cometa, y sus dos hermanos, Juan Manuel y José Luis Núñez González, Presidente y Vicepresidente, respectivamente, están dando los primeros pasos para el proceso de relevo generacional de la compañía. Pero el exitoso negocio familiar continuará con los mismos apellidos y sangre, pues los hijos de ambos hermanos continuarán esta dinastía que comenzó en 1975, con un sueño de producir baterías a mano y que hoy los tiene posicionado como la empresa más dominante del mercado, con más de 600,000 mil baterías vendidas al año en República Dominicana.

Un plan de sucesión es un proceso estratégico a largo plazo que debe enfocarse en tener candidatos listos, y no “una lista de candidatos” para “llenar” una vacante. Un buen plan de sucesión requiere un esfuerzo diseñado para asegurar el desempeño efectivo continuo de una empresa, organización, división, departamento o equipo de trabajo, haciendo provisiones para el desarrollo, reemplazo y aplicación estratégica de personas claves a lo largo del tiempo. 

Es un proceso activo y continuo que, a través del coaching, rotación de trabajos, entrenamiento y otras actividades de aprendizaje, garantiza esa disponibilidad de talentos, vital para el crecimiento, estabilidad y continuidad de las compañías. 

Y eso es lo que está haciendo hoy el Grupo Cometa y sus propietarios, los hermanos Juan Manuel y José Luis Núñez González, Presidente y Vicepresidente de la compañía, respectivamente. 

La historia de la familia Núñez González es realmente de inspiración. Los fundadores de Grupo Cometa poseen hoy una de las empresas más icónicas del país en el segmento de baterías, neumáticos, lubricantes e inversores… esfuerzo, sacrificio, amor, disciplina, pasión y una notable visión para los negocios (lo que muy pocos pueden presumir), han sido las claves para el desarrollo de la compañía. 

Pero todo tiene su tiempo, y los Núñez González quieren comenzar el proceso de relevo generacional con sus propios hijos: Laura y Lisa Núñez Rizek (hijas de Juan Manuel), y José Enrique y Jorge Luis Núñez Cerderios (Hijos de José Luis). 

“Hace dos años comenzamos el proceso, y vamos a hacer hincapié en la palabra proceso. No queríamos que esto se convirtiera en un evento que influyera en la toma de decisiones de la empresa. Cuando vimos junto a mi hermano que estos ‘muchachones’ podían irse incorporando, y viendo que las ganas iban abundando, pensamos que sería interesante un proceso de sucesión en el Grupo Cometa”, afirma Juan Manuel Núñez González, Presidente de la compañía, quien recibió a revista CONTACTO junto a su hermano, su Gerente General (Ezequiel Molina), hijas y sobrinos en la oficina corporativa de la empresa, ubicada en el sector de Herrera. 

 

Guardando las proporciones, ¿la idea era hacer algo similar a lo que hicieron los hermanos José Miguel y Roberto Bonetti hace algunos años en Grupo SID?

Juan Manuel: “Sí, pero no tenemos la misma experiencia… Comenzamos a ir a charlas, y vimos que esto no era una cuestión de juego, era algo que había que llevarlo muy seriamente y bien manejado para que fuese un evento bien interesante, como creo que lo hemos tratado de llevar. Contratamos a una compañía que se llama Exsaudi, y comenzamos a asistir a sus charlas. Ellos vinieron en una ocasión a visitar a la familia, nos reunimos con ellos y nos explicaron su metodología. Cómo ellos hacían las cosas, el tipo de contrato… nos explicaron los pasos que se tienen que dar, y lo interesante era que empezáramos, porque es un proceso que puede durar de 5 a 10 años. Y yo me he dado cuenta que es así. Las empresas familiares representan, aproximadamente, entre un 80 y un 90 % de los negocios en el mundo, de los cuales, el 70 % muere en la segunda generación, y apenas un 15 % sobrevive a la tercera generación, y esa tasa de mortalidad se debe a tres cosas: la falta de preparación en el proceso de la sucesión, la falta de profesionalización y el alto nivel de conflicto interno en la parte familiar… así tu ves como mueren las empresas”. 

Su hermano José Luis agrega que él también conocía aquellas alarmantes   estadísticas sobre la segunda generación en las empresas, por ello, recalca que “nosotros somos una segunda generación, aunque un poco híbrida: porque la primera generación somos hermanos y la segunda generación son primos, que tiene hasta una mayor tasa de fracaso en las empresas, ya que muchos piensan que ellos ‘vienen para cerrar la compañía. Entonces, ¿cuál es el punto?… Que muchas veces hay conflictos entre los primos, pero yo le debo mi educación a Cometa y no puede ser que muera en manos de nosotros. Por ello, comenzamos a trabajar e hicimos un consejo entre los primos y hablamos sobre qué metas teníamos dentro de la compañía. Inclusive, aquí hay espacio para todos, hay áreas desatendidas, y cuando hicimos ese consejo, vi que el mayor conflicto que teníamos no era entre nosotros: era que nuestra segunda generación tenía un hambre y apetito por el riesgo, que no necesariamente tuvo la generación anterior, porque ya habíamos tomando algunos riesgos. Y yo dije: ‘que bueno’… aquí el problema que tenemos es que hay que tomar ciertos riesgos, porque la empresa que no crece decrece, y para que haya espacio para todos y para seguir creciendo, teníamos que ponernos de acuerdo en la forma de cómo es la generación entrante; hacerle honor a lo que ellos querían hacer. A mi me enorgullece mucho cuando veo esa nómina grande de la empresa, que digo: ‘Wow, cuanta gente depende de nosotros’. Son mas de 1,000 personas que dependen de Grupo Cometa, entre personal directo e indirecto… dependen, incluso, que nuestros hijos, como próxima generación, den la talla”.  

Para Jorge Luis, Gerente de Lubricantes y Neumáticos en Grupo Cometa, quien estudió Administración de Empresas, Economía y Finanzas, este relevo generacional no es algo nuevo para él, porque junto a su hermano ha estado toda su vida en la empresa. 

“Aquí se ríen mucho los empleados, porque yo subo y bajo las escaleras a 200 kilómetros por hora y me dicen que cómo no me caigo… ¡Pero yo llevo 28 años subiendo y bajando las escaleras (risas)…!, de toda la vida viniendo aquí, pero el espacio se lo ha ido ganando uno, y las responsabilidades también se han ido ganando con el tiempo. Con mi hermano entramos casi juntos a trabajar a Cometa. Yo arranqué a los 16 años. Llevaba los papeles entre las oficinas. Siempre hice algo desde muy pequeño, hasta que fui tomando más responsabilidades. Luego, con la inclusión de las primas, fue tedioso al principio, porque las decisiones entre los hombres siempre fluían por la misma línea, y ya tener el toque femenino nos costaba, pero realmente era necesario, y ha sido una experiencia muy enriquecedora tener a otros integrantes de la familia dentro de la empresa. Nos ha abierto la mente en que pensemos totalmente diferente sobre el negocio”. 

Por su parte, Laura Núñez Rizek, Gerente de Finanzas y Tecnología, que estudió Economía y Finanzas, dice que este relevo ha sido un proceso muy pensado y conversado entre la familia, y que la relación con los colaboradores de la empresa ha sido siempre muy buena, ya que “desde hace años venimos compartiendo con ellos aquí. Trabajar con mi padre y mi tío ha sido espectacular, de mucho aprendizaje todos estos años. Yo he pasado por varios puestos en la empresa, pero hoy creo que encontré mi espacio en Finanzas, que fue lo que estudié además… así es que estoy feliz, y como me encanta la tecnología, también estoy viendo todos los procesos de desarrollo tecnológico de la compañía. Así es que estoy segura que junto a mi hermana y primos nos esforzaremos al máximo para continuar esta gran empresa familiar”. 

Mientras, para su hermana, Lisa Núñez Rizek, Gerente de Recursos Humanos, la experiencia de trabajar junto a los fundadores de la empresa y sus primos ha sido muy buena, a pesar de que ella fue la última en llegar formalmente. 

“Para mi ha sido diferente, pues era la más chiquita. Cuando recién tenía dos años fue que la empresa se convirtió en importadora. Yo lo que venía aquí era, más que todo, a sentarme al lado de ‘papi’ para poner sellos y a preparar las canastas de los empleados en diciembre. Eso hacía, pero con los años, mi relación con los trabajadores fue ampliándose hasta llegar a ser lo que soy hoy: Gerente de Recursos Humanos”.     

 

Lisa, estas en un cargo en que eres el nexo entre los trabajadores y los dueños de la empresa, ¿Cómo enfrentas esta situación de que tú también eres parte del “clan familiar”?

“Al principio, entré porque Laura me pedía que la ayudara en ciertas cosas, pero he ido descubriendo que me gusta trabajar aquí junto a nuestros colaboradores. Me gustan los recursos humanos, creo que he encontrando mi espacio y veo que lo puedo hacer bien y aportar dentro de la empresa… estoy muy segura de estar en ese puesto. Algo que a mí siempre me ha gustado es poder abogar y ayudar a los demás, y el hecho de poder trabajar en recursos humanos me da esa posibilidad con nuestros trabajadores. Coordino cursos, charlas y capacitaciones para el personal, soy muy feliz haciendo eso”, asegura la Psicóloga Clínica. 

El caso de José Enrique Núñez Cerderios, Gerente de Ventas, a diferencia de su prima, que es el nexo con los trabajadores, él lo es con los clientes y con “buscar” el dinero de la compañía. 

 

José Enrique, ¿Cómo ha sido esta experiencia?

“Se puede decir que hay emociones encontradas. Porque es una responsabilidad muy grande, pero me encantan las ventas, esa es mi área de trabajo, es en lo que me gusta trabajar, ya que estudié Administración de Empresas y Negocios Internacionales. Eso me dio un plus a la hora de trabajar con los clientes. Soy muy dichoso de pertenecer a esta empresa familiar”. 

Incluso, José Enrique agrega que “cuando nos integramos en el 2004, empecé trabajando en la tienda en el centro de servicios y en atención al cliente, y ahí fui viendo diferentes posiciones, entre ellas, el Departamento de Promoción. Ahí manejé un tiempo todo lo que era la parte publicitaria y promoción de la empresa, y luego me fui inclinando por el área de las ventas y trabajé de la mano con Ezequiel Molina, Gerente General de Grupo Cometa, y la mano derecha de papi y tío por más de 30 años, y empecé aprendiendo todo lo que él hacía… En ese entonces, fui Gerente de Ventas de la región Este por algunos años, y luego de eso vine a tomar la responsabilidad de la Gerencia de Ventas, que es una parte muy bonita también, con mucha responsabilidad. Lo que a mí me gusta de esto es el cara a cara con los clientes, ver cómo podemos hacer esos negocios rentables y mantener al cliente contento con su propio negocio y con su relación con el Grupo Cometa. Creo que eso ha sido parte de la clave del éxito… más que vender productos, es buscar quién se convierte en un embajador de nosotros como empresa, como marca, porque se siente identificado, tan identificado con la marca como nosotros”. 

 

José Enrique, ¿Cuántas personas trabajan en ventas?

“Tenemos como 24 vendedores, 4 gerentes, entre Gerente Regional y Gerente de Línea de productos, y un personal de apoyo en el Departamento de Ventas, que son 6 personas adicionales. Eso es en ventas por mayor, aparte de todo el personal en tienda que tienen sus encargados y vendedores. Pero en ventas al mayor, somos 34 personas, aproximadamente. Hemos complementando un buen equipo, que nos ha permitido a mi y mi hermano dejar que las cosas vayan sucediendo. El relevo direccional cae por su propio peso, y tiene dos vertientes: o sigues el negocio o vendes. Nosotros nos lo planteamos, porque lo primero que te planteas en esas asesorías es estar dispuesto a vender. Entonces, yo, al igual que mi hermano, queríamos ser la siguiente generación. Esto es un relevo, no es una sucesión. Tenemos que correr juntos este camino”. 

Tan avanzado va el proyecto de relevo generacional de Grupo Cometa, que los hermanos Núñez González crearon el Consejo de Familia. 

“Es un órgano que hemos ido incorporando y desarrollando en este proceso de sucesión para ver lo que sería la dirección de todo lo que queremos, que la empresa se enfoque hacia dónde va. Tenemos varios organismos en el Consejo de Familia, en el cual están los propietarios de las acciones de la empresa. Después, tenemos el órgano que va a dirigir la empresa, que sería el Consejo de Administración, y de ahí para abajo ya tu tienes la empresa per se”, revela el Presidente de Grupo Cometa. 

 

El Consejo de Familia, ¿Quiénes lo componen?

José Luis: “Ahora mismo, mi hermano y los cuatro hijos que trabajan en el Grupo, además de otros tres hijos: Juan José, Marcela y Johnny. En el Consejo de Familia se definen muchas cosas, inclusive, los lineamientos a nivel de estatutos de qué es lo que queremos, pero ya no solo de la empresa, sino a nivel de familia. Ahí tu puedes visualizar en qué ámbitos quieres ayudar a otros que pueden tener niveles de emprendimiento o ideas, y que todos entiendan que la familia es una y que el problema de uno es de todos, y proteger esos aspectos como una empresa familiar”. 

Una “empresa de inspiración” 

El Grupo Cometa comenzó su aventura en 1975. En aquel entonces, la empresa se llamaba Manufactura Múltiple C. X A., y fue adquirida por el padre de los hermanos Núñez González, Don Juan Núñez Castillo. 

“Arrancamos con una fábrica de baterías bien pequeña. Creo que en esa época éramos como 20 empleados en total, tanto obreros como ejecutivos… y fabricábamos alrededor de 100 baterías al mes. Casi todo el proceso era manual. No llegábamos a 200 baterías fabricadas al mes”, recuerda Juan Manuel, “Johnny” para sus familiares. 

De la misma forma, el Vicepresidente de Grupo Cometa agrega que al cabo de los años fueron integrando otras empresas paralelas, que eran compañías que los ayudaban a producir la materia prima para las baterías. 

“Tuvimos una fábrica de plástico, una fundición de plomo; una fábrica de óxido y plomo, que todo en conjunto eran materias primas para poder producir las baterías. Desde esa época, mi hermano comenzó en la parte de las ventas y yo me quedaba más en la fabricación, y luego nos fuimos acomodando poco a poco a través de los años, hasta que conseguimos un préstamo de fomento industrial del Banco Central, en el año 1981, lo que marcó un antes y un después de la empresa”, explica José Luis Núñez González. 

Su hermano Juan Manuel concuerda con que ese préstamo fue clave para la compañía, ya que “ahí fue que cambiamos los equipos viejos que se heredaron con la primera inversión, de lo que fue baterías Titán. Fueron 120 mil dólares de la época (unos siete millones de pesos al cambio actual, aproximadamente). Compramos muchos equipos, más eficientes y modernos. También, pudimos hacer el edificio de aquí al lado (en Herrera) e hicimos una nueva edificación para el almacén, en un terreno que ya habíamos adquirido. Antes, todo era muy rudimentario, una especie casi de taller, y de ahí comenzamos a ser una fábrica”, rememora el Presidente de Grupo Cometa. 

 

 

José Luis, ¿Ustedes, cuando comenzaron, sabían algo de baterías?

 “¡Ni un carajo! (Se ríen)… Bueno, sí… solo que ayudaba al motor de arranque a encender el motor (vuelven a reírse)”. 

Juan Manuel: “Mira, no sabíamos qué iba a resultar ni nada… es como cuando la cosa te toca… O sea, yo había estudiado la compañía, porque en estas oficinas nos juntábamos tres o cuatro amigos, pues siempre buscábamos un sitio donde pudiéramos estar tranquilos. Yo estaba estudiando Administración y veníamos aquí, y muchos de los trabajos de estudio de movimiento y cosas que se hacían en la universidad, algunos los hice con esta empresa, y a mi me parecía como que esto era rentable… Con el tiempo, cuando veo que sí era rentable, comencé a darme cuenta que siempre estaba faltando inventario, porque mi papá me decía: ‘mire, se necesitan tantas baterías que me pidieron unas personas y no hay suficientes’… Yo veía que faltaba, y chequeaba en la facturación que no se había facturado, y yo decía: ‘que raro’. Ahí se comenzó a levantar la sospecha con un trabajador que teníamos en ese tiempo, y le digo a mi papá: ‘Este tipo se saca los premios en los caballos todas las semanas y nadie se saca los caballos hasta dos veces a la semana…’. Al poco tiempo lo despedimos, y de un déficit de más de 50,000 mil dólares que teníamos, pasamos a tener ganancias al poco tiempo en que se fue”.   

Posteriormente, en 1996, toman una decisión que cambiaría para siempre el futuro de Grupo Cometa, cuando deciden convertirse de fabricantes a importadores, no sin antes perder mucho dinero al vender la empresa en un 20 % del valor real, luego de todos los adelantos que habían efectuado en la misma.   

“Vimos que aún vendiendo los equipos, por lo que creíamos que podíamos  venderlos, íbamos a tener que absorber el 80 % de la inversión que acabábamos de hacer hacía poco tiempo, y absorberlas nosotros. Puesto que si no vendíamos los equipos funcionando íbamos a perder más, por que se iban a volver chatarra en un almacén, y comenzamos a ver en esos años quién podía comprar esos equipos. Y conseguimos una compañía en Ecuador que nos la compró por de la inversión total, pero creo que no llegó a un 15 %, y dijimos: ‘se fue’…”. 

Luego de esto, la historia es conocida. Grupo Cometa se convirtió en la empresa más dominante del mercado dominicano de baterías, y comenzó la apertura de traer productos de diversos países, siempre con la filosofía de estos tuviesen la mejor calidad. 

“Hoy, Grupo Cometa importa más de 600,000 baterías al año, lo que representa casi un 38 % en el mercado automotriz y un 36 % en el mercado de inversores, donde también somos muy competitivos. A mi me costó mucho decidirme de pasar de fabricante a importador, porque soy un poco más romántico, pero fue una gran decisión. José Luis y Ezequiel (Molina), mi Gerente General y mano derecha, que son mas fríos, fueron muy visionarios. Ellos sabían por dónde debíamos ir”, asegura el Presidente de Grupo Cometa. 

En la actualidad, Grupo Cometa emplea a más de 300 colaboradores, con un 60 % de hombres y un 40 % de mujeres. “Hemos ido creciendo año tras año el número de colaboradores. Se puede decir que somos una gran familia. Estamos muy orgullosos de nuestros trabajadores. Tenemos gente de mucha calidad en la empresa”, dice el Vicepresidente de Grupo Cometa.    

Hoy, el negocio de baterías se ha diversificado a neumáticos, lubricantes, inversores, entre otros accesorios y productos, “porque hay mercancías para el cuidado de vehículos, productos de limpieza para carros, que es una gama completa de ceras para pulidores con agua; pulidores de cristales, acondicionadores de interiores de vehículos para piel, vinilo, etc. Una gama muy completa. También está la gama de filtros de lubricantes, de combustibles y de aire. Tenemos, igualmente, los accesorios de la marca Goodyear”, agrega el Gerente de Ventas de Grupo Cometa, quien revela que venden más de 40 mil unidades de neumáticos de todo tipo al año. 

Grupo Cometa importa, también, productos de más de 20 empresas de todo el mundo, entre los que se cuenta México, “que es nuestro principal aliado; EE. UU., Turquía, Colombia, Ecuador, China, Corea del Sur y Brasil, entre otros”, agrega José Enrique. 

 

“Nos hemos preparado para un futuro más competitivo y diversificado. Hemos realizado grandes inversiones y seguiremos haciéndolas, todo con el fin de que Grupo Cometa continúe su expansión, cada vez más firme, y con la nueva generación que nos sigue: nuestros hijos”, culmina Juan Manuel Núñez González. 

 

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