La crisis financiera de 2008 marcó el inicio de una nueva época que se caracteriza por una pérdida de confianza creciente en empresas y gobiernos por parte de la ciudadanía, según muestra el “Edelman Trust Barometer” (Edelman, 2018), y que, en este contexto de incertidumbre, los activos intangibles, como la marca, la comunicación y la reputación, se convierten en factores clave en la economía.
Ya no son los productos los que diferencian a las empresas, sino sus valores y su reputación, que se convierten en herramientas esenciales para recuperar la confianza de las personas.
Ante esto, la inminente importancia de la comunicación interna dentro de empresas privadas e instituciones públicas, es una herramienta esencial para la construcción de la reputación de una marca o una compañía.
Los líderes empresariales se dieron cuenta, hace tiempo, que todo comunica y todos comunican dentro de la empresa, y que los principales embajadores de una marca o una organización son sus propios empleados.
Por eso, aunque exista un departamento o un equipo encargado de liderar la comunicación interna, en realidad, la comunicación interna depende de todas las personas que integran la organización, por lo que se hace necesario crear y mantener buenas relaciones con sus miembros y entre ellos, mediante el uso de diferentes técnicas de comunicación que les mantengan informados, integrados y motivados.
De esta manera, se contribuye a la creación de la reputación corporativa, a nivel interno y externo, pues los públicos internos se convierten en portavoces de la empresa también fuera del trabajo, en su contexto familiar, con otras personas con las que interactúan en su día a día, y de esta forma, influyen también en la reputación externa de la compañía.
No cabe duda de que un empleado motivado y orgulloso de su empresa tiene un mejor desempeño diario. Y una comunicación interna transparente y eficaz es, a su vez, es fundamental para que se desarrolle esa motivación y ese orgullo de pertenencia.
¿Cómo se puede lograr?
Estableciendo políticas de Responsabilidad Social Corporativa e involucrando a tus empleados.
Plan de formación continua.
Favoreciendo la promoción interna.
Celebrando los logros.
Reconociendo el esfuerzo.
Pidiendo opinión sobre algún aspecto de su puesto de trabajo.
Agradeciendo sus sugerencias, quejas o comentarios.
Estas acciones permiten incrementar el orgullo de pertenencia, mejorar el trabajo en equipo, así como reforzar el liderazgo y la comunicación de los colaboradores, lo cual mejora el nivel de rendimiento, la transparencia y la proximidad a la dirección.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011
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