U.S. Soybean export council: Los beneficios y valor nutritivo de la soya

La soya es una leguminosa, que tiene su origen en Oriente, y que ya era utilizada en China 2,800 años antes de Cristo y en el siglo VI en Japón. Su llegada a Europa se produjo en el siglo XVII gracias a marineros, mercaderes y misioneros que la trajeron de Asia. Entonces comenzó su cultivo y la planta creció en el viejo continente, pero el consumo humano en Europa no llegó hasta bien avanzado el siglo XX.

La soya es hoy la principal exportación agrícola y alimentaria de Estados Unidos. El Consejo de Exportación de Soya de EE. UU. (USSEC) se dedica a fomentar la preferencia, mejorar el valor y permitir el acceso al mercado para el uso de la soya de EE.UU. para el consumo humano, la acuicultura y la alimentación del ganado en 82 países de todo el mundo. 

USSEC es una asociación dinámica de productores de soya de EE.UU., procesadores, transportistas de productos básicos, comerciantes, agroindustrias aliadas y organizaciones agrícolas; la cual  conecta a los líderes de la industria alimentaria y agrícola a través de un sólido programa de miembros. 

El USSEC está financiado por los fondos de los agricultores invertidos por el United Soybean Board, varios consejos estatales de soya, la industria alimentaria y agrícola, y la inversión de la Asociación Americana de la Soya en la financiación de los costes compartidos, proporcionada por el Servicio Agrícola Exterior (FAS) del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA).

USSEC en el mercado americano y en RD

La región de las Américas alberga una población de 303 millones de personas, y representa el 6 % del PIB mundial, con un crecimiento medio del PIB del 3.5 %. México y Canadá son mercados estables clave, y Ecuador, Colombia y Venezuela son mercados de crecimiento para la soya estadounidense. 

La República Dominicana conforma un mercado atractivo para USSEC. La agricultura y la ganadería son un sector con alto crecimiento, registrando un aumento de un 10.6 % en los últimos 5 años, y representando aproximadamente 8 % del PIB, y un 14 % de la fuerza laboral. 

Los mercados de harina y aceite de soya están creciendo. Hoy, el crecimiento económico favorece el aumento de la producción y la región registra una mayor demanda de carne, carne de ave y huevos. 

Por ello, renovar la determinación para aliviar estas brechas nutricionales y de salud es fundamental, y la soya de EE. UU. puede jugar un papel fundamental. 

La cadena de valor de la soya de EE. UU. comienza con los agricultores estadounidenses, que adoptan su papel de cultivar soya y contribuir a producir proteínas nutritivas, seguras y asequibles, tanto como alimento para las personas, como alimento para animales. Eso permite dietas saludables y deliciosas para familias de todo el planeta.

Además, los productores de soya brindan este alimento básico esencial con calidad, confiabilidad y estándares de sostenibilidad que constituyen un referente de vanguardia en el mundo.

La soya de EE. UU. se suma así al esfuerzo global para habilitar una mejor salud y nutrición para todos, y refrenda su compromiso con responsabilidad para formar parte de la solución sostenible para el planeta, buscando promover el acceso a las proteínas de calidad en todo el mundo, y establecer alianzas e iniciativas adecuadas que ayuden a promover la sostenibilidad como estilo de vida y consumo responsable.

Valor nutritivo de la soya

La soya posee un elevado valor nutritivo, que varía según se presente como germen de soya, grano crudo o en aceite de soya. El grano de soya crudo aporta, por cada cien gramos, un 36 % de proteínas vegetales y 416 calorías.

Cumple y se equipara al valor proteico de la carne, los huevos o el pescado, con la ventaja de ser una proteína vegetal. Esta es una de las principales y más importantes condiciones de la soya, pues es fuente de grasas de origen vegetal, no animal, muy útiles para diversas afecciones. Las grasas son insaturadas y convierten a la soya en un alimento cardiosaludable.

Además, la soya contiene vitamina B (tianina, riboflavina y niacina), vitamina A, E y F y es rica en minerales (fósforo, calcio, cobre, magnesio y hierro). Sus niveles de leticina (necesaria para las células vivas) son importantes; permite asimilar las vitaminas, aumenta el colesterol HDL (colesterol bueno), y reduce el colesterol LDL (colesterol malo), al tiempo que reduce los triglicéridos. 

SOSTENIBILIDAD VERIFICADA PARA EL CONSUMIDOR LATINOAMERICANO

De acuerdo con el estudio “Food Industry Insights Consumer” desarrollado en 2019 por United Soybean Board, el 73% de los consumidores globales considera importante ingerir alimentos producidos mediante métodos y prácticas que contribuyan, a largo plazo, a la preservación del medio ambiente.

Cerca de la mitad de la soya de EE. UU. se consume en mercados internacionales. El SSAP verifica los envíos de soya de EE. UU. a otros países como sostenibles, basados en un sistema nacional de leyes y regulaciones de sostenibilidad y conservación, combinado con la implementación cuidadosa de las mejores prácticas de producción: la mayoría de los productores de soya de EE. UU. participan en programas voluntarios de conservación y aplican pautas y prácticas estrictas de producción sostenible.

El SSAP proporciona opciones documentadas y verificadas para los productores de alimentos, forraje, bienes de consumo y empresas de productos industriales en todo el mundo. El informe de USSEC encontró que el 38% de las exportaciones de soya de EE. UU. se ha verificado como sostenible bajo el SSAP, lo que le convierte en el esquema de verificación de sustentabilidad más grande del mundo con más de 100 millones de toneladas métricas exportadas desde que se lanzó el protocolo en 2014.

Debido a que la soya de EE. UU. se verifica como sostenible según el SSAP, permite que las empresas globales desempeñen un papel clave para ayudar a las personas a alcanzar sus objetivos de vida sustentable al proporcionar una variedad de proteínas y productos que respaldan el éxito de nuestro medio ambiente y nuestros estilos de vida.

La soya sostenible de EE. UU. ha establecido metas al 2025:

Protocolo de garantía de sostenibilidad de la soya (SSAP) encabezado por ussec. objetivos de sostenibilidad de la soya de EE. UU. al 2025:

Reducir el impacto del uso de la tierra: 10 %

Reducir la erosión de los suelos: 25 %

Aumentar la eficiencia del uso de energía: 10 %

Reducir las emisiones totales de gases efecto invernadero: 10 %

El compromiso no termina en la granja: la sostenibilidad debe formar parte de principio a fin en la cadena de valor de la soya de EE. UU.