Mientras vemos un mundo avanzando velozmente hacia inversiones que persiguen una movilidad con emisiones más limpias, suena irónico que veamos lanzamientos de vehículos icónicos con motores a combustión interna cada vez más potentes y grandes. Y es que, luce ser que, pese a que por obligación debemos ir migrando a vehículos cero emisiones en su uso, todavía existe un gran grupo de fabricantes que quiere despedir a lo grande los motores tradicionales que han sido el pilar de la industria automotriz de manera histórica.
Una de las locaciones geográficas en donde es más notorio este movimiento es en occidente, principalmente en Estados Unidos, en donde los tres principales fabricantes de vehículos (General Motors, Ford y Chrysler) han mostrado durante los últimos años varios de sus modelos de mayor trayectoria, integrandoles motorizaciones con potencia que supera de manera exponencial la media que históricamente habían venido teniendo.
Dentro de este mercado, podemos citar por ejemplo a Ford, con sus modelos Mustang, en los cuales han realizado grandes inversiones para mejorar la potencia de sus motores V8, principalmente en las versiones GT350 y GT500 Cobra, en donde se superan los 700 caballos de fuerza. Lo mismo ocurre en los modelos F150, con la Raptor, que nuevamente para 2022 retoma su codiciado V8 de 5.2 Litros, también superando los 700 caballos de fuerza.
En el caso de General Motors, se ha mejorado el motor del Chevrolet Corvette, el cual con su versión Z06, ya cuenta con un V8 de 6.2 Litros Supercharged, que libera unos 650 caballos de fuerza, al igual que su hermano menor, el Chevrolet Camaro ZL1 1LE, con la misma potencia. Desde la parte de Cadillac, estos han enfocado sus modelos a Luxury Sport Sedans, incluyendo motorizaciones en sus CT5 V Blackwing, con 668 Caballos de Fuerza en su V8 de 6.2L Superchargerd, manteniendo un estilo purista, con opciones a transmisiones manuales y excelente manejo en pista, elementos nunca antes vistos en la historia de esta marca de lujo.
Yéndonos a Chrysler, estos han ido incluyendo su motor HEMI Hellcat, también V8 de 6.2L Supercharged en varios de sus modelos, los cuales han tenido ciertas mutaciones que permiten tener variedad de potencia, pero todos por encima de los 700 Caballos de Fuerza. Dentro de los modelos en donde podemos ver estos motores, se encuentran el Dodge Charger, Dodge Challenger, Dodge Durango, Jeep Grand Cherokee y Ram 1500 TRX. Todavía tienen el motor HEMI Elephant, mostrado hace 3 años sin utilizar, el cual posee el mismo layout del Hellcat, pero con 1,000 caballos de fuerza, sin embargo, todavía no definen en qué modelo lo estarán aplicando.
En el caso de Oriente, Japón está manteniendo vivas a leyendas históricas con motores 6 cilindros Turbo muy potentes, como el Nissan 400Z y el Toyota Supra GR, los cuales cuentan con motores que oscilan los 400 Caballos de Fuerza, ambos con alternativas de transmisiones manuales para conductores más puristas.
Definitivamente, aparenta que los fabricantes de vehículos quieren dejar un legado bien representado de sus modelos trascendentales, elementos que a muchos de los que somos puristas, nos deja algunas alternativas en las cuales podemos todavía disfrutar del sonido y la potencia tradicional. No obstante, debemos apurar nuestras decisiones, ya que todos estos modelos tienen una fecha de caducidad muy corta y, probablemente, dentro de los próximos 3 o 4 años, ya no tendremos la oportunidad de adquirirlos nuevos.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011
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