YARISSA, LA SANTIAGUERA QUE SE “ADUEÑÓ” DE YOUTUBE Y LAS REDES SOCIALES

Si alguien les dijera que una persona abrió un canal de YouTube y que logró conseguir un millón de subscriptores por
año, ¿Lo creería? Pues, ese es el caso de Yarissa, una joven santiaguera de 28 años que en 2015 creó su canal y hoy supera los 3,200,000 subscriptores. Pero eso no es todo: es la influencer dominicana con más engagement. ¿Cuál es el secreto de Yarissa? En una entrevista a revista CONTACTO revela cómo ha logrado convertirse en toda una sensación nacional e internacional.

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December 18, 2018

Hoy, todos quieren ser youtuber e influencer. Compran seguidores, pagan publicidad en Instagram, comentan en todas las cuentas… lo que sea para que sus seguidores aumenten. No es raro ver a algunos ‘influencers’ que cuenta con miles de seguidores, sin embargo, sus publicaciones apenas logran levantar cinco o seis comentarios. Ese, no es el caso de Yarissa Rodríguez, quien tiene en Instagram 2 millones de “Yarianos”, como ella los llama. En esa plataforma, logra hasta 200 mil likes por fotos y unos 10 mil comentarios. ¿Es Yarissa un caso de estudio? Se podría decir que sí, pero el secreto de su éxito lo reveló a revista CONTACTO.

¿Cómo se logra captar tantos seguidores en tan poco tiempo?

“Es que yo nunca hice videos para los dominicanos, hice videos para la gente de habla hispana, porque: ¿Para qué voy a hacer videos solo para los dominicanos, si hay más gente que habla español? Entonces, dije, tengo que dar la talla, hacer contenido de la misma calidad que lo hacen esas youtubers grandes, porque si no, nunca voy a crecer”.

¿Cómo te surgió la idea de crear un canal de YouTube?

“Un día llegué a la casa de mi mamá y mi hermana estaba viendo una youtuber. Ella me contó más sobre cómo era eso y al sábado siguiente subí mi primer video. Era un video de introducción, en el cual yo decía 20 cosas sobre mí. Era como para que la gente supiera quién era yo, previo a que comenzara a subir videos de cualquier tema y también que supieran qué tipo de contenido iba a subir al canal”.

¿Para hacer videos de la misma calidad que los youtubers ‘profesionales’, tenías que contar con los mismos equipos?

“Claro, mi esposo y yo tenemos una floristería que se llama Flores Frescas RD, y eso era lo que hacíamos antes de YouTube. De hecho, la floristería fue que sustentó el primer año del canal, porque eso era gastos, gastos, gastos. Tu tienes que invertir mucho, porque tienes que ponerte a la altura de los creadores de contenido internacionales. Cuando comencé en YouTube, el primer año entero, trabajaba en una agencia donde manejaba redes sociales y empresariales. Tenía también un trabajo aparte, dos días a la semana en un programa de televisión, dando datos curiosos”.

Hablando de la inversión que hiciste para tu canal, ¿Con cuáles equipos estás trabajando?

“En edición, estamos trabajando con Final Cut Pro; en cámara, estamos con la Canon 80D; en lente, con un Rokinon Cine fijo 50MM. Si supieras que vendí el micrófono, porque siempre tenía un ruido. Ahora grabo el audio con el celular. Carlos Durán (Del Show de Carlos Durán) me dio ese truco. Fueron muchos los micrófonos que probé. Los micrófonos son caros y los Lavalier, cuestan uno 500 y hasta 600 dólares. También se gasta mucho en luces, los programas de edición, los efectos se compran… tu dices: ‘oye, pero cuando tu vienes a ver, tienes que hacer una inversión de más de medio millón de pesos’”.

¿Qué es lo que más te gusta de YouTube?

“La oportunidad de que conozcas tantas personas y atravieses tantas puertas y tantas pantallas. Yo no me tengo que montar en un avión para llegar a China. En internet no hay fronteras, eso es lo que me gusta de YouTube. YouTube me abrió las puertas a un mundo de posibilidades que nunca pensé que existía. Incluso, la televisión es sumamente limitada. Una persona puede ser famosísima aquí en TV y automáticamente se monta en un avión y nadie sabe quién es. Entonces, dije: ‘yo tengo el mundo abierto, yo soy feliz, tengo el mundo en mi hogar y es que ya no soy de aquí, soy del mundo’”.

¿Qué es lo que menos te gusta?

“Lo de la privacidad. Yo creo que no estaba lista, pero lo he tomado suave”.

¿La gente se te acerca donde quiera que vas?

“Sí, porque nosotros somos muy ‘chulos’. Soy una persona que no tiene vergüenza a nada. Si yo te veo allá, te voceo. Hay muchas culturas, por ejemplo, los mexicanos son extremadamente tímidos, introvertidos. Ellos te ven y se quedan en un shock, pero ellos no te abordan fácilmente. Los peruanos también son tímidos, pero a todos los países donde llego se me acercan personas, pero aquí son más… me abrazan, se me tiran, me dicen: ‘Yari, te amo, somos los mejores amigos’”. Crecimiento en YouTube.

¿Cómo se logra alcanzar un millón de subscriptores por año?

“Es una combinación de tantas cosas, en las cuales la misma plataforma tiene un factor importante. O sea, hay cosas que no están en nuestras manos. Mucha gente se pregunta: ‘¿Por qué yo no crezco a tu mismo ritmo?’ Mucha gente le llama a eso suerte, pero, en realidad, la suerte siempre tiene algo detrás que se justifica.

¿Cómo sucede eso?

En YouTube suelen crecer las personas más rápido, si es que YouTube recomienda tu contenido. Entonces, vamos a llamarle suerte… YouTube ha recomendado mucho de mi contenido, porque esa plataforma comienza a recomendar contenido cuando ve que la interacción se corresponde. Ellos le muestran ese contenido a una cierta cantidad de usuarios, y dependiendo de cuanta gente reacciona a ese contenido, ellos lo siguen mostrando. Entonces, he tenido la oportunidad de que mi contenido se muestre a nuevas personas, porque de hecho, mi audiencia más grande está fuera de República Dominicana”.

¿Cuál es el tipo de contenido que más reacción genera?

“YouTube es tan impredecible. Mi hermana es la que me ayuda a editar y me ayuda con el contenido. Ella sabe que a veces nosotras hacemos un video que decimos: ‘este va a ser el hit del momento’, y nosotras nos quedamos después: ‘¿Qué pasó con ese video?’ O sea, lo dimos todo. Después, hacemos una tontería y la cuestión se pega y nosotras nos quedamos ( ). Yo subí un video en el mueble de mi casa narrando qué estaba pasando en mi ciudad cuando venía el ciclón Irma. Yo dije, literalmente: ‘gracias a Dios no está pasando nada’. En apenas 24 horas, tenía dos millones de views y nosotras que hemos pasado el trabajo del año haciendo un contenido. Entonces, es impredecible”.

¿Cómo surge tu segundo canal de YouTube?

“Tu sabes que lo primero que va a pasar cuando comienzas a crecer en las redes sociales, es que tu privacidad se fue a la otra vida. Entonces, mientras más vas creciendo, la gente quiere saber más de ti, porque los videos que yo hago, como tutoriales y cosas así, no dicen quien soy yo. Entonces, la gente comienza a preguntar: ‘¿Esa es tu habitación? ¿Esa que está ahí es tu mamá? ¿Ese que pasó por ahí atrás es el esposillo?’ La gente quiere conocer más de tu vida personal. El segundo canal es para no mezclar las cosas. Es un canal de blogs, en el que muestro situaciones de mi vida cotidiana, en el que aparezco sin maquillaje, en el que no hago ningún tipo de producción, en el que muestro a mi familia y mi vida en la casa”.

 

La influencer

¿Cómo te sientes cuando escuchas que eres la influencer dominicana con más engagement?

“¡Yo me quedo en shock! Digo: ‘qué yo hice para merecer eso’. Incluso, cuando oro, le digo a Dios: ‘Dios, ponme en mi camino la respuesta clara de por qué’. Aunque digo, un ejemplo, que Dios me diga: ‘es por tu cabello’. Ahorita, yo comienzo con un estrés que se me cae el cabello y ya se va la magia. Es mejor que yo no sepa qué es. Tiene que ser que soy buena, en el fondo. Es un cambio de vida muy grande. Tu posición económica, todo. Tu tienes que tener una estabilidad mental y saber quién eres tan profundamente, porque un cambio así, en dos años, ni un empresario”.

¿Tienes conciencia de que muchos de tus seguidores te ven como un parámetro a seguir?

“Es que la responsabilidad es muy fuerte, porque en realidad, yo siempre he sido tranquila. No soy una persona de vivir metida en bares, del alcohol, no tengo vicios. Yo puedo ser un buen ejemplo. Sin embargo, la misma presión de ver en la calle a los papás diciéndote: ‘mi hija se compró el mismo pantalón que tú’, tu dices: ‘espérate, tengo que cuidarme en lo que yo hago’. Ser influencer es demasiado delicado y mucha gente no lo entiende. La gente dice: ‘ay, yo soy influencer, tengo que ser auténtico. Tengo que demostrar que soy yo’. Claro que sí. Tu siempre vas a ser tú hagas lo que hagas, pero debes tener en cuenta que puedes cambiar la vida de alguien con un comentario. Aunque los familiares no se deben olvidar que lo más importante es la familia. Yo soy una influencer, pero no soy su influencia principal. Su influencia principal debe ser su familia”. Precisamente, muchas marcas quieren trabajar contigo para llegar a tus seguidores.

¿Cómo ha sido ese acercamiento con las marcas?

“Ahí si es delicado, porque tienes que dividir el ganarte un dinero, con el hacer algo que de verdad te represente. Yo siempre trato de que lo que yo promocione vaya muy ligado a lo que también mis seguidores quieren ver. Por ejemplo, yo no entiendo qué haría promocionando una marca de aceite para carros”.

¿Tu has promovido en algún momento un producto que te hayas arrepentido?

“No, porque… mira lo que me pasó en una ocasión. En YouTube, se usa mucho tres cosas: las menciones, los reviews y los positive reviews. Siempre que te escribe una compañía y te está pidiendo un review, tu vas a dar la impresión del producto, pero si te piden un positive review, tienes que decir que te encantó.

Entonces, eso es un problema, porque si yo no conozco ese producto, ¿cómo te puedo a ti firmar un contrato de un positive review?, a menos que sea McDonald, ahí sí un positive review, porque yo vivo comiendo Big Mac.

Entonces, ¿qué pasa? Cuando te piden positive review, me ha pasado en mi experiencia, el 90 % de las veces, el producto no sirve. O sea, ellos están dispuestos a pagar más con tal de que tu no digas tú impresión real, y yo nunca he aceptado eso. Yo le digo: ‘ah, mándame el producto primero y después yo te digo si lo puedo hacer’. Y me mandaron un producto que era como para que las pestañas se vieran mas gruesas, y yo dije: ‘eso es lo que yo necesito’. Entonces, cuando recibo los productos, en realidad tenían como hebras de pelo, me lo puse y fui para el cumpleaños de un amigo. Cuando se me comenzaron a meter todas esas hebras entre los ojos, ¡eso era un lagrimeo, un lagrimeo y los ojos rojos! Yo le dije al tipo: ‘te devuelvo el pago, no puedo hacer ese review’, y es duro, porque, por ejemplo, que te estén pagando mil dólares, tu dices: ‘me voy a desprender de 50 mil pesos ya mismo’. No, es que Dios me lo va a mandar por otro lado, yo no puedo venir con qué cara a decirte este producto me encanta. Y hay gente que lo hace, porque he visto review de ese mismo producto. También hay un problema con las primeras impresiones, eso es un ‘gancho’. Te piden primeras impresiones porque en el momento que tu estás grabando es una cosa y a los cinco minutos que terminaste de grabar, ahí es que tu vienes a ver lo que es el producto. Entonces, no. Primeras impresiones no”.

Yarissa, tienes más de tres millones de seguidores, más de lo que tiene cualquier partido político aquí en el país, ¿Tú trabajarías con algún candidato?

“Ay… ya me han contactado y hasta ahora no lo he hecho. No sé lo que yo haría en el futuro, pero no sé, como que no es mi estilo. Ya me han contactado ofreciéndome un montón de cosas y no creo que ahora mismo ese sea como mi objetivo. Pienso que no va conmigo. No es lo que yo hago. A menos que yo me candidatee. Además, todo el que se mete en la política por algún ángulo queda mal. Ahora mismo digo que no, pero soy de las personas que nunca digo nunca. Mañana mismo puede pasar algo y yo puedo decir que me voy a candidatear, pero no creo, no me imagino haciendo política”.

 

“El esposillo”

Yarissa está casada con Wellington Díaz, quien, generalmente, aparece en su canal de blog y se ha hecho conocido como “El esposillo”.

¿Cómo te sietes con la acogida de “El esposillo” en tu comunidad?

“Si yo no estaba acostumbrada a estar frente a las cámaras, él le tenía pavor, que es peor. El no podía ver una cámara porque se quedaba mudo, paralítico, se quedaba frisado. Él no podía ver una cámara. ¡Oh!… pues resulta a ser que ahora él es un ‘roba cámara’, desde que él ve ese bombillito encendido rojo, él dice: ‘ah, ¡pues esto está grabando!, pues este es mi momento de entrar’.

El esposillo: “en el blog yo me entro”. Yarissa: “¡Hasta en el canal principal tu te entras!” El esposillo: “El canal principal necesita más concentración, pero el blog no, y como yo soy así, me entro”. Yarissa: “En la vida real, él es elocuente, mucho más elocuente que yo, pero desde que se prende la cámara del canal principal, él empieza a ‘gaguear’, a equivocarse, yo me ‘quillo’, y por eso, él no quiere salir en ese canal”.

Esposillo, ¿Cómo definirías a Yarissa?

“Creo que es una persona muy creativa, muy valiente y, sobre todo, que siempre necesita algo nuevo. Nosotros no podemos durar tres años viviendo en una casa, tenemos que mudarnos. Ella necesita tener algo nuevo, porque su mente y su cerebro son muy creativos. Entonces, creo que eso es algo que le ha beneficiado mucho para su canal. Siempre está buscando qué puede motivar a las personas para ver sus videos. No es fácil, hay que ser constante, pero sobre todo, hay que ser creativo. Mucha gente dice: ‘Ah, que ella ha subido rápido’, y no es así. Se ha trabajado muchísimo, porque ella trabaja mucho. También ha tenido que crear mucho contenido. Yo creo que todo eso le ha llevado a tener el canal que tiene. Creo que es un ángel, es muy buena persona”.

 

Esposillo, ¿Has pensado en sacar tu canal?

“Yo quiero hacer un canal. Lo he pensado. Desde hace varios meses tengo algunas ideas, pero hacer algo como lo que hizo mi esposa. No quiero hacer algo simplemente por abrir un canal. Todo el trabajo que conlleva, aunque tengo una ‘maestra’ al lado”.

Yarissa, ¿Él edita o le gusta solo la parte del artistaje?

“No, el ‘artistaje’ (risas). Yo soy una persona difícil, a él le daría miedo abrir un canal, porque yo sería su guía y estaría detrás de cámaras metiéndole un montón de ‘boches’. Mi hermana sabe que yo me pongo histérica y los dos se llevan muchísimos ‘boches’, porque a mi me gustan las cosas bien hechas. Creo que él grabaría con mi hermana y no me contaría nada. Yo me enteraría cuando el canal se abra… Si tu supieras que el cae mejor que yo en cámara. Es más: creo que hasta en persona, porque yo tengo una actitud, soy súper como seca y soy como muy directa, pero como él es más cariñoso, más suave, a la gente le encanta él, y además, él siempre vive sonriendo”.

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