Casa Oliver: La excelencia del ron ultra premium dominicano

Casa Oliver se encuentra, quizás, en uno de sus mejores momentos en 27 años. Hoy, esta empresa dominicana, que produce ron ultra premium y que posee más de 10 marcas y unas 60 denominaciones; que exporta a 42 países, y que ha recibido más de 200 premios internacionales por sus exquisitos productos, se encuentra en un proceso de ampliar su planta para llegar a las 30,000 mil barricas en el 2023, es decir, producir más de 6 millones de litros de ron añejado de alta calidad. “Casa Oliver se caracteriza por la devoción y el compromiso que ponemos en la confección de cada una de las botellas de ron que ofrecemos a nuestros consumidores”, asegura Pedro López Oliver, fundador de Casa Oliver, quien, junto a su hijo, Máximo López Oliver, subdirector General, pretenden encaminar a la compañía al más alto podio de los mejores rones del mundo.

No cabe duda de que en República Dominicana se producen algunos de los mejores rones del mundo. Es una marca país, y un producto que llena de orgullo a todos los dominicanos.

Y una las empresas que produce rones de la más alta calidad es Casa Oliver, una empresa con 27 años en el mercado y que comenzó con una historia muy singular, con un hombre ligado tanto a los negocios de la oftalmología, el tabaco y, por supuesto, al ron, en su natal Cuba. 

Pedro López Oliver, fundador de Casa Oliver, es cubano, y proviene de una tradicional familia que comenzó sus negocios en Cuba y, posteriormente, en Estados Unidos, antes de arribar a la Primada de América, por allá por los años 60.

“En el año de 1963, cuando estaba Juan Bosch en el poder, mi padre se decide a trasladar a República Dominicana desde Estados Unidos, y abre un negocio en un sector que era muy pequeño en esos tiempos aquí, como era la oftalmología. Entonces, abre Óptica López. En ese tiempo, en el país solo había 7 ópticas, pero en ¡La Habana habían 95!… Imagínate la diferencia y lo desarrollado que estaba el negocio allá en comparación con República Dominicana”, recuerda Pedro López Oliver, entrevistado por revista CONTACTO para nuestra sección Business From Cappuccino, en el restaurante Il Cappuccino, con su propietario, Claudio Paccagnella

López Oliver revela que él hoy también participa (tiene acciones) en el negocio de la oftalmología, ahora con su hermano, en Óptica López. “Mi hermano, Juan López, que es el que me sigue, también tiene acciones en Oliver & Oliver. Mi hermano también tiene 7 estaciones de radio y una estación de televisión. Él estudió aquí, y está en República Dominicana desde los años 60. Él se formó aquí en dominicana”. 

Pedro López Oliver cuenta que, a principios de los años 60, él vivía en Estados Unidos con algunos familiares, pues había salido de Cuba cuando tenía 16 años. 

“Yo en 1962 estaba viviendo en Estados Unidos, en Miami, pues nos habíamos ido de La Habana luego de la llegada de Fidel Castro. Entonces, mi padre estaba viviendo en Estados Unidos y luego se va a República Dominicana. Y así nos establecimos en República Dominicana, en 1963, con toda la familia que vino desde Cuba y de Estados Unidos. Pero yo me quedé en Miami. Luego, mucho después, vine a República Dominicana.

Recuerdo que en 1990 fui a Cuba, pues ya había una media apertura. Fui a ver el origen de nuestra familia en Cuba. Mi familia, por parte de padre, es gallega, que son del mundo de la óptica, y por parte de madre, que son catalanes, son del mundo de ron y el tabaco, en Cuba. Mi tatarabuelo era un militar español, pero se casó con una cubana y se quedó en Cuba, entre Placeta y Santa Clara, y ahí él comenzó a sembrar tabaco y caña de azúcar, y luego a cosecharlas para producir tabaco y ron”, explica el Fundador de Casa Oliver, quien estuvo acompañado de su hijo, Máximo López Oliver, subdirector General de la empresa

Pedro López Oliver revela que fue su tatarabuelo quien formó la hacienda Oliver en Cuba. “Aunque luego se la quitaron, pero igualmente se desarrolló, incluso, un pueblecito que se llama hasta el día de hoy Oliver, en el centro de Cuba, en honor a la finca de mi tatarabuelo. Lo que pasa es que esa finca se convirtió después en un pueblo, por la cantidad de trabajadores que existían, tanto para el negocio del tabaco como el ron. Y ese es uno de los legados de mi familia en Cuba, un pueblo que lleva su nombre: Oliver. Es una pequeña aldea, pero muy hermosa, en honor a la hacienda de mi tatarabuelo”. 

Luego de esto, el empresario cuenta que a principios de los años 90 hizo conexiones con los Ministerios del azúcar en Cuba, que tenían mucha experiencia haciendo ron de calidad, y “ahí decidí traer a algunos maestros roneros, que querían salir de Cuba, acá a República Dominicana. Y ellos estaban felices, porque el clima era muy similar al cubano, la caña de azúcar muy similar, y yo estaba feliz porque mi familia estaba acá, y así conformamos Oliver & Oliver, con los maestros roneros cubanos que traje, y construimos la planta para hacer ron de calidad en San Francisco de Macorís”. 

López Oliver afirma que comenzaron la empresa en 1994, y con los años mudaron la planta a la capital. “Nos distinguimos desde el principio, porque hicimos un ron estilo cubano, que se llamaba Cubaney, que era un ron mucho más fuerte que el ron tradicional en República Dominicana. Todo esto con la intención de vender ron a Estados Unidos, porque desde Cuba no se podía vender ron cubano, y así comenzamos a exportar Cubaney a Estados Unidos. Y luego de ese ron, nos fuimos a producir rones de alta gama, ultra premium, como los que hacemos hasta el día de hoy en Oliver & Oliver”. 

El Fundador de Casa Oliver dice que una de las grandes diferencias que marca su ron son los maestros roneros cubanos, quienes conocen el negocio de toda una vida. 

“Tanto el ron como el tabaco vienen de Cuba, la calidad principalmente. Siempre, Cuba llevaba un paso, o varios pasos, más adelante en materia de ron y tabaco que República Dominicana. Los maestros roneros cubanos se multiplicaron en la región y, por eso hoy, casi todos los buenos maestros roneros que hay en el Caribe o Centroamérica vienen de Cuba. O sea, que los rones de calidad se desarrollaron con maestros roneros cubanos”. 

Los inicios de Casa Oliver

Esta empresa dominicana, que hoy tiene presencia en Europa, Asia, América y Oceanía, tuvo unos inicios muy difíciles, como revela su fundador. 

“Lo inicios fueron muy complejos. Afortunadamente, estamos en una zona franca, si no, no podríamos haber llegado al día de hoy… Cuando abrimos, en 1994, fuimos al Ministerio de Industria y Comercio, y pedimos la licencia para abrir una licorería, y nos dieron un no rotundo, por diversos motivos que no vale la pena dar a conocer… Sin embargo, una abogada que tenía en aquel entonces, tuvo la iluminación de presentarnos un proyecto para pedir una licencia para ir a una zona franca. Fuimos la primera licorera en zona franca de República Dominicana. Y por eso hemos subsistido hasta el día de hoy”. 

En la actualidad, Casa Oliver tiene más de 10 marcas de ron, entre ellas, Puntacana Club, Quorhum, Presidencial, Unhiq XO, Cubaney, Opthimus, Exquisito, Ophtyum, entre otros. Pero cada una de esas marcas tiene varias denominaciones diferentes, “así es que hacemos más de 65 tipos de rones. En algún momento de nuestra historia, tuvimos 100 y hasta 140 productos diferentes. Son todos rones ultra premium, que han ganado más de 200 premios internacionales. Son rones de otra categoría. Ophtyum es uno de los rones más extraordinarios que hemos fabricado. Ha tenido un éxito internacional muy grande. Lo mismo que el ron Presidencial, o Presidente, como se denomina. Luego, vino Puntacana, en el 2010, que también ha tenido mucho éxito. Fue por el casamiento de la hija de mi hermano, que se casó en Punta Cana, y por eso le pusimos ese nombre”. 

Máximo López Oliver, subdirector General de Casa Oliver, agrega que la planta “comenzó con 100 barriles, de 180 litros… Pero hoy tenemos 15,000 barricas, y estamos ampliando la planta para llegar a las 30,000 mil barricas el 2023, o sea, estamos hablando de unos 6 millones de litros de ron añejado de alta calidad, ultra premium”. 

“Aquí en República Dominicana, tradicionalmente, o más bien, toda la vida, la producción ha sido para rones masivos. En República Dominicana se venden 3.5 millones de cajas de ron (12 botellas), y 2 millones son de ron blanco… Y el consumo siempre ha sido para mezclar con refrescos, es decir, para un consumo masivo. Nosotros somos pioneros en la producción de rones de alta gama, para beber sin mezcla, solos, sin refresco, sin hielo, porque son rones ultra premium. Rones mejor trabajados, con procesos mucho más elaborados. Por ejemplo, hoy, recién se comienza a escuchar lo de doble envejecimiento en algunos productos… Pero nosotros llevamos haciendo eso hace más de 25 años en nuestros procesos productivos, con cuatro y hasta cinco envejecimientos, por lo menos, a cada uno de nuestros productos… Nosotros tenemos procesos totalmente diferentes, con barricas diferentes, pero no una ni dos, si no que cuatro y hasta cinco barricas para un mismo producto, y con diversos años de envejecimiento, de 3 y hasta los 5 años”, explica Máximo.

El método solera

El subdirector General de Casa Oliver cuenta que, en la empresa, cada uno de sus rones ultra premium se diferencian por su bouquet, presencia, aroma y sabor, pero que, para obtener este resultado, se tuvo que aplicar un método casi inexistente en República dominicana: el método solera. 

“En Casa Oliver, son pioneros, además, en utilizar el método solera en la industria del ron, el cual consiste en utilizar mezclas de destilados más jóvenes con destilados más viejos, donde las barricas nunca se vacían al 100 %. Es el único procedimiento que permite lograr productos ultra envejecidos, y por eso nuestros rones son tan excepcionales. Es el mejor método para hacer rones de ultra alta calidad, como son los rones de Casa Oliver. Pero ese método lo comenzamos desde el inicio, ¡hace 27 años!… Nosotros nunca vaciamos nuestras barricas en un         100 %, siempre dejamos entre un 25 y hasta un 30 % de envejecimiento, siempre queda algo, un ron ultra envejecido, por 10, 15, 20, y 25 años… Es decir, nosotros tenemos experiencia en este tema de los rones ultra premium desde hace muchos años, por algo nuestros rones han ganado más de 200 premios internacionales contra los mejores rones del mundo. Nuestros rones son muy difíciles de igualar, es casi imposible igualarlos, por este método solera que utilizamos”, agrega Máximo López Oliver. 

Pero además de ocupar el método solera, en Casa Oliver sus rones son hechos con alcoholes de 75 grados, lo que, según el ejecutivo, “es una gran diferencia”. 

“Un destilado, un alcohol, que sale de una destilería a 75 grados, no tiene nada que ver con un destilado que sale a 95 grados. Tradicionalmente, el 100 % de los destilados que se fabrican en el país, son a 95 grados… Por ello, nosotros fuimos los primeros que hacemos ron con un alcohol a 75 grados, en todos nuestros productos. Eso no quiere decir que el   100 % sea a 75 grados, pero en gran parte, casi todos, sí son producidos a 75 grados.

Un ron producido a 75 grados ¡es otra cosa!… los sabores son diferentes, lo olores también. Son mucho más sabrosos. Mucha más estancia en la garganta. Es más diluido. Más presencia en la boca. ¡Un ron de verdad! Por eso, Europa, que es el mercado premium más grande del mundo, nuestros rones tienen mayor aceptación, y es nuestro mercado principal. Nuestros rones tienen más cuerpo, porque al estar a 75 grados, es un alcohol que aun preserva muchísimas de las cualidades de la caña de azúcar, que no ha sido tan filtrada, tan neutra… Un alcohol a 95 grados es más neutro que un alcohol a 75 grados. Eso significa que esos componentes minoritarios están adquiriendo, y transformándose, muchísimo más cuando lo metes en la barrica”, explica Pedro López Oliver. 

De la misma forma, el subdirector General de Casa Oliver indica que fueron pioneros en empezar a utilizar diferentes bases alcohólicas en la producción de ron en el país. “Aquí en RD, tradicionalmente, se usan barricas bourbon. En esa industria del bourbon, esas barricas se utilizan solo una vez, por legislación en Estados Unidos. Eso es para estimular la industria del roble americano. Pero nosotros fuimos los primeros en salir de ese método, de ese modelo de producción de ron en República Dominicana. Nosotros usamos barricas que se usaban en vinos, semi nuevas, con un solo año de uso. Esas son barricas que tienen muchísimas más cualidades para aportarle a la bebida, porque son más nuevas, más frescas. También, usamos barricas que han envejecido whisky, coñac, diferentes vinos, como el oporto, cabernet o chardonnay… Y, dependiendo de los años de envejecimiento, las tostamos, o las quemamos, o no… ¿Qué significa eso? Que uno tiene diferentes tipos de tostados: ligeros, medianos, pesados, y cada nivel de tostado te va a dar diversos sabores y aromas distintos. Además, usamos robles diferentes. Hay americano, europeo, español o francés, y nosotros los utilizamos todos. Estas cosas son muy especiales, que no se ven hoy en la industria, y menos en la industria dominicana. Aquí recién se está empezando a usar eso, pero desde hace 4 ó 5 años. Y nosotros comenzamos hace 25 años a realizarlo”. 

En Casa Oliver tienen maestros roneros con diferentes experiencias y nacionalidades, pues hay cubanos, dominicanos y venezolanos, y “traeremos unos maestros roneros colombianos también”. 

“Nuestras materias primas son todas desde afuera. En República Dominicana no se produce la cantidad de alcohol que el país requiere. Aquí se produce alcohol, pero solo el de 95 grados, pero, así y todo, no es suficiente para todas las exportaciones y el consumo local que hay en el país. Por ello, nosotros importamos el alcohol desde Trinidad y Tobago, Panamá, Guatemala y de Ecuador. De Cuba no traemos. Ahora, obviamente, nuestros procesos son más costosos que cualquier producto local, pero por eso también nuestros rones son más caros”, señala Máximo López Oliver.

El futuro de Casa Oliver

En Casa Oliver trabajan en la actualidad 145 dominicanos, con una planta en la autopista Duarte. “Nosotros envasamos el ron en el país y es un producto dominicano”, afirma el Fundador de Casa Oliver. 

“Hoy, tenemos unas 15,000 mil barricas, y esperamos llegar a unas 30,000 mil barricas el 2023. Estas 15,000 mil barricas producen unos 4.5 millones de litros de alcohol.

Exportamos a unos 42 países, un poco a Estados Unidos, Centroamérica, Europa, Asia y Oceanía. Comenzaremos a exportar a Sudamérica. En Sudamérica vendimos bastante hace un tiempo, lo mismo que en México. Hoy, el 80 % de nuestras ventas son hacia el mercado internacional, principalmente Europa. Solo un 20 % se queda aquí en República Dominicana, porque nuestros rones son ultra premium, con otros precios y una calidad excelsa. Tenemos una gran presencia en Francia, en España, en Italia, donde vendemos alrededor de un millón de botellas”, agrega el subdirector General de Casa Oliver. 

Para el Fundador de esta empresa, el futuro de Casa Oliver “es muy grande. Nunca venderemos esta empresa, será para todos mis hijos, y ahora mi hijo Máximo es la continuación de la empresa para el futuro. Máximo será el que llevará Casa Oliver al futuro, ese será mi legado para la familia. Nosotros queremos hacer los mejores rones del mundo, y estoy seguro que lo lograremos. Ya casi lo estamos logrando”. 

“Ahora mismo, estamos reestructurando el equipo. Gente muy buena ha llegado. En el corto plazo, tenemos una visión de dejar la dependencia de Europa. Queremos expandirnos en Latinoamérica. Pronto entraremos, por primera vez, en 8 países nuevos de Latinoamérica, con la marca Puntacana. Volveremos a varios países que antes tuvimos. Queremos seguir expandiéndonos, e incrementar nuestro mercado en Francia, donde se consume la mayor cantidad de rones premium. Y queremos también incrementar nuestro mercado en República Dominicana, pero no solo el mercado turístico. Queremos llegar más fuerte a diversas regiones del país, con el dominicano como target. Pronto lanzaremos una gran campaña, tanto en República Dominicana como en el extranjero. Hemos ganado más de 200 premios internacionales desde el 2006 hasta la fecha. Algo nunca antes visto en ninguna parte del mundo. Somos la casa ronera más premiada de República Dominicana, y una de las más premiadas del mundo… Hoy estamos vendiendo 50,000 mil cajas de ron en República Dominicana, y vamos por más”, finaliza Máximo López Oliver. 

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